EL MUNDO › LA ACTUALIDAD SEGUN OTROS DIARIOS DEL MUNDO

ASI LO VEN

AL BORDE DEL COLAPSO

La oposición venezolana cumplió ayer una semana de paro general en donde cambió sus consignas del pedido de un referéndum sobre la permanencia de Chávez en el poder a una exigencia de que se vaya ya. Para ello centró la huelga en el motor económico del país, la estatal Petróleos de Venezuela. Tres personas murieron en las manifestaciones del viernes.

El Nacional
Esta historia comenzó hace un año, con el paro convocado por Fedecámaras, a cuya cabeza estaba Carmona Estanga y el cual recibió apoyo del ahora omnipresente Carlos Ortega, adicto a la parología o ciencia del paro. El paro del 2 de diciembre se enturbió en la Plaza de la Meritocracia al crear un enredo civil-militar que felizmente no culminó ni con vacío de poder ni con golpe de Estado. Tan preocupante es que parte del sector oficialista vea golpistas por doquier como que parte del sector opositor presione con paro indefinido la salida de Chávez ¡ya! o por la vía refrendaria consultiva-revocatoria. Uno y otro bando deben respetar las reglas y abstenerse de preparar emboscadas.
(Jesús Sanoja Hernández)

El Universal
Nos han tocado tiempos difíciles, pero no más que a otros países que han vivido guerras y catástrofes. El pueblo venezolano está mostrando su apego a la democracia y la convivencia pacífica. Estamos sobreviviendo a más de tres años de prédica incansable de la violencia, el odio y el resentimiento sin que tales sentimientos hayan hecho mella en el grueso de la población, a pesar de las carencias que sufre la mayoría. La violencia se limita a grupos que actúan bajo las órdenes de personajes del gobierno. La inmensa mayoría, incluyendo a los opositores y partidarios del gobierno, se mantiene ajena a la violencia. Notable ha sido la actitud de los militares, negados a derramar sangre. Esto no deja de ser un hecho singular. Estamos lejos de las guerras civiles del siglo XIX.
(Antonio Francés)

La Tercera (Chile)
Venezuela parece avanzar hacia un estallido social de imprevisibles consecuencias. La polarización de la sociedad venezolana se aproxima al cuadro de ebullición social que terminó por derrocar a Chávez por 48 horas en abril pasado. Si a ello se suma la tensión al interior de las fuerzas armadas y la severa crisis económica por la que atraviesa el país –sólo amortiguada por el precio del petróleo–, se trata de un cóctel explosivo que podría tener efectos nefastos. El presidente Chávez debe actuar con altura de miras priorizando los intereses nacionales. En consecuencia, dejar en manos de la misma ciudadanía que lo elevó al poder la responsabilidad de decidir los destinos de su país.
(Editorial)


LAS SEÑALES DE LULA

Luiz Inácio Lula da Silva visitó a la Argentina y Chile en su primera gira como presidente electo de Brasil, como un gesto para el relanzamiento del Mercosur. El sábado recibió al director del FMI, Horst Koehler, y mañanainiciará una gira por Estados Unidos y México. Mientras tanto, aún no nombró a su gabinete: se supone que lo hará este fin de semana.

O Globo
Este sábado, el director del FMI, Horst Koehler, fue recibido por el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva. La iniciativa de la visita partió del FMI. Una actitud como ésta hubiera sido impensable hace poco, frente al clima de beligerancia que los políticos de izquierda cultivaron siempre en relación con el Fondo. Los recursos del FMI sustituyen aquellos que no pueden obtenerse en el mercado en condiciones favorables. Los préstamos del Fondo apenas tienen esa finalidad. En Brasil, la mayor fuente de desequilibrio viene de las finanzas públicas. Por eso, los acuerdos con el FMI ponen la tecla en el superávit interno, sin el cual el país nunca conseguirá recuperar la credibilidad del exterior. Tanto mejor, entonces, para que ambas partes se relacionen cordialmente, puesto que los intereses convergen.
(Editorial)

Epoca
La transición es así. Todo el mundo actúa con cautela. Hubo un ajuste admirable de la cuenta corriente de la balanza de pagos. Pero para que la deuda pública disminuya, es preciso que el real se aprecie. Y si el cambio se aprecia, el déficit en la cuenta corriente va a aumentar otra vez. La inflación puede comerse parte de la deuda, pero su composición impide que funcione un proyecto de ajuste vía inflación, a no ser que el gobierno consiga mantener constantes el cambio y las tasas impositivas nominales. Teniendo en cuenta todos estos problemas, recién cuando Lula anuncie al nuevo director del Banco Central sabremos lo que el 2003 nos va a deparar.
(Eliana Cardoso)

Jornal da Tarde
El probable ministro de Hacienda de Lula, Antonio Palocci, admitió que el futuro gobierno podrá alterar el curso de la inflación para el 2003. Establecida en un cuatro por ciento en el último acuerdo con el FMI, con un margen de tolerancia de 2,5 puntos, podría sufrir un reajuste para hacer un aumento general de precios del 10 por ciento el año que viene. Si la sugerencia es justificable, hay razones políticas que desaconsejan esta idea. El Banco Central tendrá que ser duro con la política monetaria. Cambiar la meta de inflación, en un momento en que el crecimiento de los precios es preocupante, puede dar la impresión de se adoptará una política antiinflacionaria que echa más leña al fuego.
(Editorial)

Compartir: 

Twitter

 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.