EL MUNDO › SEGúN EE.UU., ERAN LOS DOS LíDERES MáS BUSCADOS EN ESE PAíS

Golpe a Al Qaida en Irak

Abu Ayyub al Masri y Abu Omar al Baghdadi murieron en un ataque en Tikrit, el centro de la insurgencia sunnita. En otras ocasiones los dieron por muertos.

 Por Kim Sengupta *

Dos importantes líderes de Al Qaida en Irak, acusados del aumento de los bombardeos en todo el país, murieron en un ataque de las fuerzas estadounidenses e iraquíes. Abu Ayyub al Masri y Abu Omar al Baghdadi murieron en un ataque en la ciudad de Tikrit, el lugar de nacimiento de Saddam Hu-ssein y el centro de la insurgencia sunnita musulmana. La operación nocturna, conducida por fuerzas especiales estadounidenses e iraquíes con apoyo de helicópteros, se llevó a cabo después de que los terroristas fueran localizados a través de intercepciones de llamados telefónicos y otros detalles brindados por informantes.

Un asistente de Al Masri, un egipcio y el hijo de Al Baghdadi también murieron en el ataque junto con un soldado iraquí. Dieciséis personas fueron arrestadas. En una conferencia de prensa en Bagdad ayer, el primer ministro, Nouri Al Maliki, mostró fotografías de los cuerpos muertos y declaró: “Los dos hombres más buscados en el país han sido eliminados. La muerte del terrorismo es un paso importante hacia la reconstrucción”.

El general Raymond Odierno, el comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Irak, dijo: “La muerte de estos terroristas es posiblemente el golpe más importante para la organización terrorista en Irak desde el comienzo de la insurgencia”. El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, quien lidera los esfuerzos de la Casa Blanca en Irak, sostuvo que fue un golpe “potencialmente devastador” para Al Qaida en ese país. “Para consolidar estos logros en la seguridad y para honrar el sacrificio que realizaron tantas personas, es ahora responsabilidad de los líderes políticos iraquíes formar un gobierno inclusivo y representativo que coincida con las necesidades y aspiraciones del pueblo iraquí”, agregó. Biden atribuyó el éxito de la operación a la mejora en las capacidades de las fuerzas de seguridad iraquíes y a las tareas de inteligencia iraquíes realizadas luego del arresto de otro líder de Al Qaida el mes pasado.

Con el ascenso de Al Masri en las filas del grupo yijadista, el precio por su cabeza también subió: el gobierno de Estados Unidos lo aumentó de 50.000 dólares en 2005 a 5 millones el año pasado. Su asesinato y el de Al Baghdadi serán un alivio para los estadounidenses y los iraquíes después de un crecimiento de la violencia en los últimos nueve meses, luego de un período de paz relativa que fue atribuido al “aumento” de tropas liderado por el general David Petraeus.

Muchos ataques de Al Qaida tenían como objetivos los ministerios de gobierno de Irak y aumentaron al acercarse las elecciones nacionales en marzo. Las tensiones sectarias se pusieron de manifiesto cuando a cientos de candidatos sunnitas musulmanes se les prohibió tomar parte de los comicios por sus vínculos anteriores con el partido baazista de Saddam Hussein. En el punto más alto de la insurgencia, el general Odierno dijo que la red de Bin Laden en Irak estaba dirigida por hasta diez iraquíes de clase media que tenían experiencia en finanzas e ingeniería. Los funcionarios estadounidenses e iraquíes también afirmaron que los ex baazistas se habían unido a las fuerzas de Al Qaida y estaban usando redes sunnitas baazistas en áreas como Tikrit y Mosul para sus ataques insurgentes.

Sin embargo, el general Odierno sostuvo que la jerarquía del grupo terrorista todavía recibía órdenes de Al Masri, un ex asesor del líder jordano Abu Musab al Zarqawi. Al Zarqawi planeó una feroz campaña de bombas contra las fuerzas de la coalición antes de morir en 2006 durante un ataque aéreo de Estados Unidos. La reacción de Estados Unidos e Irak hacia las actividades de Al Masri y Al Baghdadi a veces ha sido confusa. Los funcionarios iraquíes anunciaron varias veces entre 2007 y 2009 que Al Masri había sido arrestado o muerto. En un punto, un comandante del ejército de Estados Unidos, brigadier general Kevin Bergner, afirmó que Al Baghdadi no existió, sino que era simplemente un personaje inventado “para poner un rostro iraquí al liderazgo de Al Qaida en Irak”.

Se dice que Al Masri, también conocido como Abu Hamza al Muhajer, era miembro del grupo de la Yijad Islámica Egipcia, formado en 1982 por el sheik Ayman al Zawahiri, el vice de Osama bin Laden. Al Masri llegó a Irak en el momento de la invasión liderada por Estados Unidos y estableció las primeras células de Al Qaida en el país.

Un analista político iraquí, Hakim al Ibrahimi, dijo: “Esta es una propaganda de victoria para Al Maliki y su gente y tendrá también un impacto psicológico sobre la insurgencia, pero no quiere decir que la violencia se terminó. Otros tomarán su lugar. Todo lo que los gobiernos pueden hacer es seguir arrestando o matando al liderazgo hasta que la insurgencia se agote”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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El primer ministro, Nouri Al Maliki, mostró fotos de los hombres de Al Qaida.
Imagen: EFE
 
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