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Estados Unidos se prepara para una larga ocupación en Irak. Y ya tiene a los funcionarios que se ocuparán de la reconstrucción y gobierno de ese país. Al frente de la Oficina para la Reconstrucción y Asistencia Humanitaria (ORHA), el general retirado Jay Garner se encargará de proveer asistencia humanitaria, reconstruir el país e instalar una administración civil hasta que los iraquíes estén al frente de su propio gobierno.
No es la primera vez que Estados Unidos pone a un militar –aunque en este caso Garner esté retirado– para dirigir la reconstrucción de un país invadido por ellos. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, el general norteamericano Douglas MacArthur se quedó casi seis años en Japón, comandando su reconstrucción. Pero la elección de Garner es controvertida: el hombre que a partir de ahora se encargará de pacificar a Irak y encaminarlo a la democracia hasta enero pasado fue presidente de una empresa que fabrica sistemas de guiado de misiles, los mismos que Estados Unidos usó en Irak. Garner es amigo del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y aceptó retomar sus servicios junto al jefe del Comando Central (Centcom) de las fuerzas estadounidenses, el general Tommy Franks, futuro “líder militar” en la Irak de posguerra. El número dos de Franks en el Centcom y en el gobierno militar que Estados Unidos quiere imponer en Irak es el teniente general John Abizaid, un militar de carrera que estudió en Harvard y Jordania. Pero es su origen árabe –es nieto de libaneses– lo que lo convierte en el candidato perfecto para la administración Bush, que busca demostrar a Medio Oriente que la guerra no fue por el petróleo. Sin embargo, los expertos en Medio Oriente pronostican que los iraquíes no lo van a aceptar, justamente por ser un árabe que no está del lado de ellos.

Producción: Milagros Belgrano