EL MUNDO › SANTORUM SE IMPONíA EN ALABAMA Y NO HABíA CLARO GANADOR EN MISSISSIPPI

Los republicanos se disputan el voto bíblico

Los religiosos estados de Alabama y Mississippi votaron ayer en unas reñidas primarias republicanas en las que el conservador Newt Gingrich aspiraba mantenerse en carrera y el moderado Mitt Romney buscaba consolidarse como favorito único para disputar la presidencia con Barack Obama. Anoche, Rick Santorum se imponía en Alabama cinco puntos por encima de Gingrich (34 por ciento a 29 por ciento). En tanto la votación en Mississippi se mostraba dividida entre los tres candidatos, por lo que resultaba imposible pronosticar un ganador.

Los electores acudieron a las urnas pensando en “el mejor candidato” capaz de derrotar a Barack Obama en las presidenciales del 6 de noviembre y en mejorar la economía. “Gingrich tiene la experiencia para hacer algo para poner a punto el país. Y además lo quiero ver derrotar a Obama”, dijo Pat Grannan, de 67 años, en un centro de votación en Long Beach, en Mississippi. Susie Webb y su marido David, ambos jubilados, votaron por Romney, a quien consideran el aspirante más sólido para recuperar la prosperidad económica del país. “Creo que va a vencer a Obama y que nos va a sacar de este pozo”, dijo Susie antes de que su marido aclarara: “No somos tan conservadores socialmente. Somos fiscalmente conservadores”, indicó David.

En la jornada electoral están en juego 50 delegados en Alabama, 40 en Mississippi, además en Hawai y Samoa estadounidense, donde se celebrarán caucus (asambleas de partido) que aportan veinte y nueve delegados, respectivamente. Un candidato necesita 1144 delegados necesarios para obtener la investidura del partido. Hasta ahora el multimillonario ex gobernador de Massachusetts Romney ha ganado en 17 de los 26 estados donde se han realizado primarias desde enero. Santorum, un ferviente católico cercano al Opus Dei, triunfó en siete; Gingrich en dos y el ex congresista por Texas Ron Paul en ninguno por el momento.

“Necesito aún más delegados, por lo tanto si ustedes son capaces de hacer eso por mí bien podríamos llegar a la meta a un ritmo muy rápido”, dijo Romney en un mitin en Mobile, en el sur de Alabama el lunes, cuando cumplió 65 años.

Por su parte, Santorum volvió a enfatizar que es el candidato más conservador de la contienda republicana y contó con el apoyo del gobernador de Alabama, Robert Bentley, uno de los promotores de la ley migratoria que produjo un éxodo de trabajadores.

Y Gingrich se mostró confiado. “Yo creo que vamos a ganar en los dos estados sureños”, dijo el ultraconservador, basándose en que sus dos únicas victorias fueron hasta ahora en el sur del país –Carolina del Sur y Georgia–.

La organización Center for American Progress recordó a los precandidatos, partidarios de aplicar duras leyes contra los inmigrantes indocumentados, los costos que ha tenido en Alabama la ley HB 56, que ha arrojado pérdidas económicas por 10.800 millones de dólares y provocó la huida de 140.000 trabajadores, según un estudio del Centro de Investigación Económica de la Universidad de Alabama.

Mississippi y Alabama son los estados más pobres del país y por lo tanto los candidatos se centraron en prometer recuperación económica. En esta región del sur estadounidense el cristianismo evangélico está muy arraigado en la sociedad y por ello los analistas dudan de que Romney, de confesión mormona y el menos conservador de los contendientes, sea capaz de vencer en cualquiera de los dos estados. Al cierre de esta edición, todavía no había un claro vencedor.

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Romney juega de visitante en el cinturón bíblico.
Imagen: AFP
 
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