EL MUNDO › SULEIMAN, EX VICE DE MUBARAK, PRESENTó AYER SU CANDIDATURA A LOS COMICIOS DE MAYO EN EGIPTO

Los de siempre y la Hermandad Musulmana

Los islamistas mueven sus fichas en dos direcciones ya que temen que la Justicia anule la aspiración de Jairat Al Shater.

Comenzó la carrera electoral para los comicios generales de Egipto: 23 políticos se registraron para acceder a la presidencia del país africano. El ex vicepresidente Omar Suleiman y el dirigente de los Hermanos Musulmanes Mohamed Mursi hicieron oficial su aspiración ayer, poco antes de que expirara el plazo para entregar los avales. Horas antes de la llegada de Suleiman, Mursi, presidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) –brazo político de los Hermanos Musulmanes–, registró su candidatura para estos comicios como la segunda opción de su grupo. Los Hermanos Musulmanes mueven sus fichas en dos direcciones, temiendo que a su primer candidato, Jairat Al Shater, se le impida participar de la histórica cita electoral. Su candidatura peligra por la condena a siete años de cárcel que pesa sobre él, impuesta en abril de 2008 por lavado de dinero y por integrar una organización prohibida, por lo que podría ser inhabilitado para ocupar cargos públicos pese al indulto concedido tras la el triunfo de la revuelta que derrocó al régimen de Hosni Mubarak.

Los obstáculos legales que afronta Al Shater, un ingeniero de 62 años, están relacionados con las interpretaciones que surgieron sobre el indulto que la Junta Militar le concedió, ya que podría quedar afuera de la contienda por haber estado encarcelado en el pasado, explicó el vocero Ahmed Subaya. La campaña política dio un vuelco en los últimos días con la irrupción de estos contrincantes y ante la posibilidad de que algunos de los aspirantes favoritos, como los islamistas Al Shater y Hazem Abu Ismail, queden excluidos de las elecciones. Según un comunicado de la Comisión Suprema Electoral Presidencial, desde la apertura del proceso del 10 de marzo hasta ayer se presentaron 23 candidatos, siete de ellos en la jornada de cierre. Abu Ismail, con 152.835, es el aspirante que aportó mayor número de firmas; seguido por el ex primer ministro Ahmed Shafiq, con 62.192; Suleiman, con 44.000, y el ex secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, con 43.906. Mientras, Al Shater cosechó el respaldo de 277 diputados. Para lanzarse como candidato es necesario disponer de un mínimo de 30.000 firmas de ciudadanos de quince provincias, contar con el respaldo de un partido con un escaño en el Parlamento, o tener el apoyo de al menos treinta diputados.

Suleiman, número dos del antiguo régimen de Hosni Mubarak, que hace cinco días negó que se fuera a presentar a los comicios previstos para mayo, llegó ayer a la sede de la Comisión Electoral acompañado por cientos de simpatizantes. Un amplio despliegue policial protegió el edificio; los agentes tuvieron que intervenir para separar a partidarios y detractores, que comenzaron a insultarse, del hombre que también ocupara el cargo de jefe de los servicios secretos. Su candidatura levantó polémica y fue criticada por otro de los aspirantes, el islamista Mohamed Salim al Awa, quien consideró esa decisión como un intento de hacer fracasar la Revolución del 25 de Enero y acabar con toda oportunidad de conseguir sus objetivos.

En principio, los Hermanos Musulmanes se habían comprometido a no aspirar a la jefatura de Estado. No obstante, el grupo islamista aprobó apoyar, en una ajustada votación que se llevó a cabo hace una semana, a Al Shater, considerado el factótum de la cofradía. Las dudas sobre las posibilidades de este candidato aumentaron tras la decisión de ayer de un tribunal de El Cairo de prohibir al candidato presidencial Ayman Nur presentarse a las elecciones por haber sido encarcelado en el pasado.

A pesar de esa sentencia, Nur aparece en el listado publicado ayer por la Comisión Electoral, aunque el anuncio oficial de los aspirantes no se realizará sino hasta el 26 de abril. A partir de hoy, el órgano electoral abre un plazo de cuatro días para recibir las denuncias contra los candidatos y decidir si éstos son expulsados del proceso electoral, decisión que podrá ser apelada por los aspirantes. Las candidaturas de Al Shater y de Nur no son las únicas cuestionadas: la del jeque salafista Hazem Abu Ismail también podría ser rechazada si se confirma que su madre consiguió la nacionalidad norteamericana, situación que va en contra de la ley electoral (determinar que el presidente y sus padres sólo pueden ser egipcios).

Quienes no se registraron finalmente fueron la periodista Buzaina Kamel, la única mujer que aspiraba a reunir los requisitos necesarios para acceder al Ejecutivo egipcio; tampoco el clérigo Safwat Hegazy, a quien se había presentado el sábado como aspirante presidencial por del grupo Al Gamaa al Islamiya. Las elecciones presidenciales de los próximos 23 y 24 de mayo serán las primeras que se celebren en Egipto tras el triunfo de la revolución que derrocó al dictador Mubarak en febrero de 2011 y coronaron el proceso de transición en el país norafricano.

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Suleiman fue el número dos del régimen de Mubarak y ayer se presentó ante la comisión electoral.
 
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