El presidente de Bolivia, Evo Morales, se pronunció ayer por primera vez sobre el conflicto con militares de baja graduación, por el que el jueves fueron pasados a retiro 702 efectivos, al decir que “sin la disciplina y la doctrina del pueblo no hay fuerzas armadas”. En tanto, el máximo jefe militar, Víctor Baldivieso, afirmó que una “supuesta discriminación no es pretexto para la sedición y el golpe de Estado”. También organizaciones sociales que forman el Pacto de Unidad y la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) denunciaron un “intento de golpe de Estado” y “desestabilización” vinculado con la movilización que iniciaron sargentos y suboficiales de las fuerzas armadas y convocaron a una marcha de repudio para el 1º de mayo.

El presidente participó del 123º aniversario de la reapertura del Colegio Militar de Ejército, donde también cuestionó el planteamiento de los militares de baja graduación de crear una Guardia Nacional en sustitución de las fuerzas armadas. “Imagínense unas fuerzas armadas sin disciplina; dejan de ser unas fuerzas armadas; cuando escucho convertir a las fuerzas armadas en guardia nacional, explíquenme cómo es eso, tengo mucha duda, confusión. Las fuerzas armadas están para servir al pueblo”, afirmó el mandatario, citado por el diario paceño La Razón. Tres días atrás, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, desahució la posibilidad de crear una guardia nacional por no existir esa figura en la Constitución, al igual que la eliminación de los grados de suboficial y sargento para cambiarlos por oficial técnico, tal como plantean los militares de baja graduación.

Mientras, la Defensoría del Pueblo de Bolivia pidió revisar la baja de 702 suboficiales y sargentos para “reestablecer el camino del diálogo y evitar otras acciones que podrían resultar como respuesta a la misma”. El organismo advirtió asimismo que “las demandas deben escucharse y debatirse, expresamos nuestra profunda preocupación por la determinación asumida (baja de más de 700 militares), que pone en riesgo cualquier espacio de negociación, profundiza el conflicto y constituye una vulneración al derecho al trabajo, a la petición y al debido proceso”.

El lunes, un grupo de sargentos y suboficiales de las fuerzas armadas inició movilizaciones en demanda de la “descolonización” de esa institución castrense, denunció “discriminación” y exigió la modificación de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas. Los militares, junto con sus esposas, varias de ellas en huelga de hambre, llevaron a cabo inéditas marchas por las calles de la ciudad de La Paz, vistiendo uniformes de campaña, a veces acompañados por dirigentes indígenas aymaras conocidos como los “Ponchos Rojos”.