EL MUNDO › FRANCISCO Y BAN KI-MOON MANIFESTARON SU PREOCUPACIóN POR EL DRAMA QUE VIVEN LOS INMIGRANTES

Un llamado conjunto a los europeos

Ban Ki-moon cuestionó el plan de la UE al señalar que “destruir los barcos de los traficantes no es el camino justo”, ya que sería infligir un golpe a la economía de países como Libia. “Debemos detener a los traficantes”, enfatizó.

 Por Elena Llorente

Página/12 En Italia

Desde Roma

La dramática situación de los inmigrantes que intentan atravesar el Mediterráneo y algunos temas ecológicos fueron los puntos principales del encuentro mantenido ayer por el papa Francisco y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. El representante de la ONU inauguró en el Vaticano un seminario titulado “Proteger la tierra, dar dignidad a la humanidad. La dimensión moral del cambio climático y el desarrollo sostenible”, organizado por la Academia de Ciencias de la Santa Sede y del que participaron, entre otros, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y el presidente de Ecuador, Rafael Correa, además de prelados y expertos.

Con una decisión completamente fuera de programa, el Papa se trasladó a la Casina Pio IV, donde se hacía el seminario, para saludar y conversar brevemente con Ban Ki-moon. Francisco no sólo se ha ocupado a menudo del tema de los migrantes haciendo llamados a las poblaciones de todo el mundo y a los gobiernos para que se abran y los que escapan del hambre o de los conflictos armados puedan ser acogidos como merecen, sino que además, en muchas oportunidades, ha hecho referencia a la importancia de la ecología, a la que ha dedicado una encíclica.

Ban Ki-moon informó al pontífice sobre algunos puntos del actual compromiso de las Naciones Unidas en relación con las cuestiones ambientales, pero también respecto de los migrantes y la dramática situación humanitaria que viven las regiones donde existen conflictos armados, indicó la oficina de prensa de la Santa Sede. Con el papa Francisco, dijo por su parte el secretario de la ONU en una rueda de prensa, “hemos hablado del cambio climático y del desarrollo sostenible”. El Papa “me dijo que su encíclica sobre la ecología saldrá en junio y que en ella subraya que es necesario cambiar actitud y estilos de vida para incidir sobre el cambio climático”. “Erradicar la pobreza extrema –añadió–, poner fin a la exclusión social, proteger el ambiente son valores plenamente coherentes con las grandes religiones. Y Francisco es una de las voces morales más apasionadas en este sentido. Aplaudo su liderazgo.” El pontífice argentino hablará ante las Naciones Unidas de Nueva York el próximo 25 de septiembre, en ocasión de su viaje programado a Cuba y a Estados Unidos.

Sobre el tema de los migrantes, Ban Ki-moon fue determinante en el encuentro con la prensa. Criticando la propuesta surgida la semana pasada en una reunión de los 28 miembros de la Unión Europea (UE) luego de la muerte de más de 700 migrantes en el Mediterráneo, Ban Ki-moon subrayó que “destruir los barcos (de los traficantes) no es el camino justo. Debemos detener a los traficantes”, porque, explicó, destruir las naves sería infringir un nuevo golpe a la economía de esos países muchas veces basada en la pesca. En un paquete de diez propuestas para contener a los migrantes y al tráfico de seres humanos en el Mediterráneo, la UE había incluido la posibilidad de hundir los barcos de traficantes en los puertos del norte de Africa (en particular Libia), antes de que zarparan. Pero la propuesta dejó a más de uno sorprendido porque podría, entre otras cosas, desencadenar enfrentamientos armados que ni los países africanos que tienen una marea de problemas por su cuenta, ni los europeos, estarían buscando.

El secretario de la ONU anteayer viajó con el premier, Matteo Renzi, y la ministra de Exteriores de la UE, Federica Mogherini, a la nave militar San Giusto que navega por el Mediterráneo, para ver con sus propios ojos el escenario donde desaparecen miles de migrantes cada año. En ese encuentro, Ban Ki-moon dijo que la ONU está dispuesta a trabajar con la UE para detener y prevenir a los traficantes criminales. Como alternativa para acabar con el tráfico de seres humanos y ayudar a la grave situación en Libia –de donde parten la mayoría de los traficantes–, el secretario puso como ejemplo la operación Atlantic, que años atrás hizo Europa en Somalia, que ayudó a resolver el problema de la piratería tanto con la presencia de naves sobre las costas como afrontando la situación política.

Del seminario en el Vaticano también participó la organización ecologista Greenpeace, que ayer publicó en la prensa italiana una larga carta abierta dirigida a Francisco en la que le agradece las iniciativas en defensa del clima global y le pide que haga un llamado “a todos los gobiernos y a los líderes de la industria para que se comprometan seriamente a fin de contrastar el calentamiento global, con un sistema energético basado ciento por ciento en fuentes renovables y que sean accesibles a todas las personas del planeta”. La carta hace presente que una de las peores amenazas contra el clima proviene de la explotación irresponsable del carbón y del petróleo, y que los gobiernos “demuestran poca sabiduría en este campo y los grandes intereses industriales están todavía ligados a estas fuentes de energía, destructiva para el ambiente, para el clima y que son objeto de sangrientos conflictos”.

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El Papa se trasladó a la Casina Pio IV, donde se hacía el seminario, para saludar a Bank Ki-moon.
Imagen: AFP
 
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