EL MUNDO

Que sí, que no, la discusión sobre los guardias armados la decido yo

EE.UU. analizará si las medidas de seguridad europeas son suficientes y se reservará el derecho a permitir la entrada del avión en cuestión en su espacio aéreo.

Por Ricardo M. de Rituerto *
Desde Bruselas

EE.UU. y los 25 países de la Unión Europea (los Quince actuales miembros y los que se integrarán a partir de mayo) tuvieron ayer un primer contacto en Bruselas para discutir sobre la exigencia de Washington de que haya policías armados en determinados vuelos trasatlánticos. No hubo acuerdo ni decisión. Una minoría de países se negó de plano a aceptar la medida, frente a una amplia gama de relativismos que fue desde los que están dispuestos a aceptarla en determinadas circunstancias a quienes piensan en planes adicionales de seguridad. Otros optaron por observar y callar.
La medida impuesta en las pasadas Navidades por Washington sin consulta previa provocó distintas e intensas reacciones en Europa, donde se la percibió como un ejercicio unilateral de prepotencia. Para buscar una estrategia común del lado europeo del Atlántico, la Comisión Europea –que no tiene competencia sobre seguridad aérea, responsabilidad exclusiva de cada Estado– convocó a los directores generales de aviación civil de los 25 en una primera reunión de tanteo ante el nuevo fenómeno. Estados Unidos pidió asistir a la cita, representado por Asa Hutchinson, subsecretario de seguridad fronteriza en el Departamento de Seguridad Interior.
Cuatro países (Suecia, Dinamarca, Finlandia y Portugal) se negaron frontalmente a aceptar la exigencia de colocar agentes armados en los aviones, según un portavoz de la Comisión. Otros (Francia y Reino Unido) expresaron dudas sobre la medida, pero indicaron que responderán positivamente a las peticiones norteamericanas. Otro grupo (España, Bélgica, Holanda, Hungría e Italia) dijo no ser partidario de la idea, pero aceptó considerar planes alternativos de seguridad. “La cuestión es saber si colocar policías en los aviones es una medida efectiva”, señaló el portavoz de la comisión.
Hutchinson señaló a los europeos que se ha entrado en una nueva era en el ámbito de la seguridad aérea y, en posterior conferencia de prensa, subrayó cómo la experiencia demuestra que las medidas de seguridad previas a la entrada de los pasajeros en el avión pueden resultar insuficientes. En ese caso, los policías a bordo son la última garantía. “La medida ha dado resultado en Estados Unidos”, dijo.
Washington trabajará bilateralmente con los países europeos para establecer un protocolo de actuación uniforme, según Hutchinson, quien aseguró que su gobierno está dispuesto a aceptar medidas de seguridad alternativas a los agentes armados. “Analizaremos si son suficientes y nos reservamos el derecho a permitir la entrada del avión en nuestro espacio aéreo”, señaló. Pese a su falta de competencia sobre la materia, la comisión estudiará la semana entrante la pertinencia de realizar alguna recomendación. Ayer emitió una lista que armoniza los objetos que no pueden introducirse en los aviones de la UE junto al equipaje de mano y deben ser facturados. En cinco grandes apartados (armas, armas de fuego y explosivos; objetos inciso punzantes; instrumentos contundentes; explosivos y sustancias inflamables, y sustancias químicas y tóxicas) se incluyen desde armas de juguete a las antiguas navajas de afeitar pasando por tijeras con más de seis centímetros de hoja, patines sobre hielo, palos de golf, monopatines o cañas de pescar.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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Un piloto norteamericano es fichado en el aeropuerto internacional de Recife, en Brasil.
 
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