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Por Elizabeth Nash *
Desde Madrid

Una crisis golpeó al recién formado gobierno catalán ayer, después de revelaciones de que el líder del partido minoritario de la coalición mantuvo conversaciones secretas con separatistas vascos sin informar al presidente socialista de Cataluña, Pasqual Maragall. Josep Lluis Carog-Rovira, líder del partido independentista catalán Izquierda Republicana, admitió ayer haberse reunido con líderes de ETA poco después de ser nombrado primer ministro del gobierno catalán autónomo en diciembre pasado, pero dijo que no había llegado a acuerdos con los separatistas armados.
Carog confirmó un informe en el diario ABC de ayer en el sentido de que el encuentro había ocurrido, y dijo que él se había propuesto “ayudar y contribuir a la posibilidad de que ETA acordara una tregua y cesara su lucha armada”. En reuniones anteriores con políticos favorables a la ETA, el primer ministro habría pedido que la organización no ejecutara acciones armadas en Cataluña. La noticia fue un golpe para los principales partidos españoles, que se encuentran en medio de la campaña para las elecciones generales en marzo. El líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero condenó el encuentro, diciendo que ningún diálogo era posible con los violentos. Pero agregó que se trataba de un asunto catalán que Maragall debía resolver. El lío es embarazoso para Zapatero, ya acusado de debilidad en su liderazgo y de carecer de control sobre su carismática contraparte catalana.
Maragall confirmó que no había sabido nada de la reunión y la desaprobó, pero no dio ningún indicio de las acciones que podría tomar. Mientras tanto, los pedidos de que Carog renuncie crecieron durante la jornada, lo que podría derrumbar la frágil asociación entre socialistas, nacionalistas de izquierda, verdes y comunistas, el primer gobierno izquierdista de Cataluña desde los años ‘30.
Leyendo una declaración escrita, Carog dijo que la ETA había solicitado el encuentro y que no había llegado a ningún acuerdo porque estaba actuando sólo en nombre de su propio partido, no del gobierno regional. “Pido disculpas si esto puede afectar al gobierno catalán”, dijo.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.