EL MUNDO › HABLA FELIPE MICHELINI, DIPUTADO DEL FRENTE AMPLIO

“Hay un lema y un solo candidato”

Para el diputado frenteamplista de una familia importante de la política uruguaya, Tabaré Vázquez confirmará en las internas de hoy un anunciado triunfo en las presidenciales de octubre.

 Por Luis Bruschtein

“En las elecciones internas de este domingo, por primera vez en la historia todo el arco progresista y de izquierda del Uruguay estará representado por un solo candidato, Tabaré Vázquez, y por un solo lema”, afirma el diputado del Frente Amplio uruguayo Felipe Michelini. El legislador explicó a Página/12 que el resultado de estas internas, donde esperan que Vazquez obtenga más votos que la suma total de los precandidatos blancos y colorados, apunta a la “construcción del triunfo de las elecciones presidenciales de octubre”.
–¿Qué importancia tienen las elecciones internas que se efectúan este domingo?
–En primer lugar, todo partido que aspira a presentar candidato presidencial en octubre tiene que pasar por una elección interna de este tipo. Nosotros, que integramos el Encuentro Progresista-Frente AmplioNueva Mayoría, desde la lista 99 mil, Nuevo Espacio, liderada por Rafael Michelini, creemos que debemos construir un gran triunfo para octubre de este año en la elección presidencial, y esa construcción empieza en esta elección interna, porque esperamos que haya un respaldo claro y contundente a las fuerzas progresistas que en Uruguay se encuentran únicamente en esta lista que lidera Tabaré Vázquez.
–¿Cuál es la meta que se plantean para la elección del domingo?
–Aspiramos a que los votos a Tabaré Vazquez superen la suma de todos los candidatos blancos y colorados que se están presentando...
–¿En el Frente Amplio hay otros precandidatos en disputa?
–No, este es un hecho histórico, porque en principio la izquierda se presenta en forma conjunta en el marco de una alianza progresista que denominamos Nueva Mayoría. Por primera vez hay un solo precandidato para la elección interna y, además, todos aquellos que promovemos un programa progresista estamos votando bajo un mismo lema. Desde esta perspectiva, esta elección es la oportunidad. Por esta razón sería muy importante el respaldo de la mayoría absoluta de los votos en esta interna. Pese a que es una elección que no tiene el atractivo de la puja electoral. Cuando no hay puja, como en este caso, por lo general la participación es baja.
–Quedará por dilucidar en la elección la composición interna de los organismos de la alianza...
–Sí, pero esto es de alguna manera relativo, porque en definitiva los mismos grupos que hoy tienen representación en el Senado van a mantenerla, poco más, poco menos. Nosotros decimos, un poco en la perspectiva de la unidad, que todas las listas que promueven a Vázquez son buenas porque hay un hecho más importante que es el de sustituir de una vez por todas la alternancia de blancos y colorados en el poder...
–¿Cómo expresan las encuestas este proceso hacia elecciones presidenciales?
–Básicamente hay una tendencia de crecimiento que nos ubica claramente en el 50 por ciento. Partimos en la segunda vuelta del ’99 con un 45 por ciento y se han ido ganando puntos sobre todo desde el centro del espectro político. Los blancos y colorados no superan en conjunto a la figura de Tabaré Vázquez. Y además, en el plebiscito de Ancap, el 17 de diciembre del año pasado, las orientaciones progresistas obtuvieron el 58 por ciento del electorado total y el 63 por ciento de los votos válidos. Fue una demostración rotunda de que los uruguayos quieren instalar, por primera vez en el país, un candidato no tradicional y progresista y que además están dispuestos a desplazar a blancos y colorados del poder, cosa que no ha pasado en 150 años de historia del país.
–En estos días, blancos, colorados y frenteamplistas coincidieron en afirmar que convocarían al presidente del BID, Enrique Iglesias, a ocupar un ministerio...
–Hay que distinguir desde dónde se parte. El programa que ha promovido la Nueva Mayoría ha sido explicitado en todo Uruguay y fuera de las fronteras. Propone un país basado en la producción nacional y en el desarrollo genuino, un país de inclusión social, un país que promueve y profundiza la democracia, un país que apueste a la inteligencia y a la educación, que incorpore valor agregado a nuestra economía, pero también valor agregado a nuestra cultura, y un país integrado en la región. Eso básicamente es el programa de Nueva Mayoría y no hay sorpresas. Segundo, la propuesta política de la Nueva Mayoría es una convocatoria abierta a todos los progresistas que se quieran sumar. Por supuesto, aquellos que han estado claramente vinculados e identificados con las políticas más liberales, más reaccionarias de nuestro país, no van a sentirse convocados.
–¿Iglesias define el perfil de lo que sería el espectro de Nueva Mayoría?
–El contador Iglesias tiene enorme prestigio y hay un interés por parte de Nueva Mayoría por señalar que nuestras propuestas, nuestros tiempos, no van a generar ningún tipo de conmoción ni de turbulencia. En definitiva, es una manera de expresarlo. Iglesias tiene el perfil de quien podría integrar el nuevo gobierno en el Uruguay y que, en definitiva, es en el marco de que si uno invita a una persona a asumir esa responsabilidad, no la invita a hacer lo que quiere, sino que la invita a desarrollar un programa, que claramente no es el mismo de colorados y blancos. Para colorados y blancos, es un recurso de campaña, pero acá están claramente delimitados los espacios, los progresistas están de un lado, mientras que ellos son los que han sostenido a este gobierno, han respaldado sus presupuestos, sus rendiciones de cuentas, su actitud y a sus personeros. Ellos no pueden tildarse de progresistas porque han votado una y otra vez las propuestas más conservadoras del doctor Batlle.
–Pareciera que la economía uruguaya tiene un pico de reactivación, lo cual sería muy favorable para el nuevo gobierno...
–Creemos que estos indicios de recuperación en definitiva son producto de un tipo de cambio que le ha dado competitividad a la economía uruguaya y a algunos productos de exportación y no se reflejan en la economía concreta de la gente. Esta especie de reactivación no es producto de ninguna política del gobierno actual. Tienen un trasatlántico y están parados esperando a ver qué pasa. No tienen plan. Con la economía han hecho lo mismo que con la política: declararse autistas, y esperan que los feliciten. No hablan con nadie, no escuchan a nadie y quieren ser ellos los que tienen la solución. Pero estamos en un país que pasó de 400.000 pobres a 800.000 pobres, la tercera parte de la población uruguaya, gracias a los méritos de este gobierno que destruyó el sistema financiero, desarticuló el sistema productivo, confiscó los ahorros de los ciudadanos. De la crisis se sale en clave política, se necesita un shock de confianza que esta gente no le puede dar porque ya son conocidos, tienen sus antecedentes y la gente sabe quiénes son. Solamente pueden hacerlo quienes impulsen un programa de cambio hacia la producción y quienes no hemos sido cómplices con los gobiernos anteriores.
–¿Cuál sería el tema central en un gobierno del Frente Amplio?
–Yo diría que, en primer lugar, prometer casi nada y cumplir todo. Porque es importante que la gente empiece a creer. En segundo lugar, una disciplina ética, poner a las personas en los lugares adecuados con capacidad e idoneidad moral, y al menor atisbo de corrupción o amiguismo, actuar de manera enérgica. Y desarrollar una relación de diálogo con la ciudadanía, de búsqueda de soluciones, no pensar que las cosas se pueden imponer. Más que mandar hay que escuchar. Por eso una de las medidas sería establecer el Consejo Económico y Social, que desde hace más de 40 años no ha sido convocado.
–¿Y con relación al Mercosur?
–En principio tendremos una política, que actualmente no existe, porque la cambian todos los días. Unos días hablan de los límites del virreynato, otro día dicen que son mercosureños, otro día se dedican a hacer buena letra con Bush. Por más que al presidente Batlle le gustaría que Uruguay estuviera en Manhattan, estamos en otro barrio que es el Mercosur. Apostamos al multilateralismo, a desarrollar a las regiones en el marco de una propuesta progresista.

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“Lo importante que es sustituir la alternancia de blancos y colorados en el poder.”
“Este es un hecho histórico, porque en principio la izquierda se presenta en forma conjunta.”
 
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