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El ex represor siguió el libreto del amnésico

Ayer se divulgaron las declaraciones completas de Pinochet ante el juez Guzmán Tapia en la causa Plan Cóndor. El ex dictador dijo que tenía “altas y bajas” en su memoria. Los querellantes piden su arresto y el embargo de los bienes.

Por Manuel Délano*
Desde Santiago

El ex dictador chileno Augusto Pinochet negó recordar la Operación Cóndor, realizada por las dictaduras sudamericanas para eliminar opositores y coordinada por Chile en los años ’70 y ’80, en el interrogatorio al que fue sometido por el juez Juan Guzmán Tapia y cuyo contenido íntegro se conoció ayer. Por otra parte, el juez resolvió ayer que se practiquen exámenes médicos a Pinochet el jueves, en su domicilio, con el objeto de determinar si está en condiciones de ser enjuiciado. Los abogados querellantes solicitaron procesar primero, detener y embargar los bienes del inculpado para el posible pago de indemnizaciones a los familiares de las víctimas.
El interrogatorio, que duró alrededor de 45 minutos y se realizó en la residencia de Santiago del ex dictador, intentó establecer la responsabilidad de Pinochet en las 19 desapariciones forzadas atribuidas en Chile a la Operación Cóndor. “No, no me acuerdo y no era problema mío. Yo era presidente y después estaban los servicios de inteligencia, eso era otra cosa, me imagino de mandos medios. Ni Cóndor ni nada de eso era problema mío”, respondió al juez. La transcripción mostró a un Pinochet que hilvanaba unas pocas frases y respondía, como en otras ocasiones, negando su responsabilidad y endosándola a sus subordinados.
Guzmán dejó constancia en el acta de que el inculpado declaró usando audífonos en ambos oídos porque dice tener dificultades para escuchar y, más adelante, que suspira y le cuesta responder. Después que Pinochet contestó la séptima pregunta, el juez volvió a dejar una constancia al advertir “que el declarante está congestionado y la respiración no es normal y se escucha fuertemente su tos”, suspendiendo la diligencia. Pinochet, de 88 años, no se salió de su libreto. Recordó los nombres de sus ex jefes de inteligencia y, sin que todavía se lo preguntaran, dijo que éstos le informaban “de la seguridad nacional, no de la seguridad chica. Todos son subalternos cuando uno es presidente de la República”.
Consultado sobre si recordaba la Operación Cóndor, contestó que no se acordaba y que no era problema suyo sino, “me imagino, de mandos medios”. Admitió que se reunía a diario con el jefe de la DINA, Manuel Contreras, pero “para que me informara de la situación limítrofe que se vivía con la Argentina”. Preguntado sobre si dio órdenes a Contreras para practicar detenciones, interrogatorios, torturas o desapariciones, respondió: “Yo era presidente, no me iban a informar de cosas chicas. Me informaban de cosas grandes, como lo de Argentina”. Algo similar respondió cuando el juez le leyó una lista de 24 víctimas: “Yo estaba arriba. No daba órdenes con las personas mencionadas. No conozco a ninguna de esas personas”. Cuando Guzmán le preguntó sobre su comprensión y memoria de lo que lee, Pinochet respondió: “A veces se me queda algo, en otras oportunidades no recuerdo anteriormente lo hacía”. Sobre sus recuerdos de hechos y conversaciones del pasado, el general afirmó que “es relativo, tengo altas y bajas”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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El ex dictador chileno Augusto Pinochet, en una de sus últimas apariciones públicas.
 
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