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Por Ricardo M. De Rituerto *
Desde Luxemburgo

La Unión Europea decidió ayer levantar el embargo de armas impuesto a Libia en 1986 e instó al país africano a implicarse decididamente en el llamado Proceso de Barcelona, que busca un acercamiento institucional y comercial entre ambas orillas del Mediterráneo. La Unión podrá vender armas a Libia dentro de unos días. Los ministros de Exteriores de los Veinticinco, en cambio, no llegaron a ningún acuerdo sobre la suspensión del embargo que se aplica a China desde la matanza de Tiananmen, en 1989. Sobre Medio Oriente consideraron llegada la hora de la acción y se proponen presentar un plan para reconducir el conflicto palestino-israelí.
Italia fue el país que más había insistido en el levantamiento del embargo, impuesto hace casi una veintena de años en respuesta a las actividades terroristas en que se vio implicado el régimen de Muamar el Kadafi en los años ochenta. Una vez admitida Libia en la comunidad internacional tras pactar indemnizaciones por atentados como el de Lockerbie –1988– y levantadas en abril las sanciones –aunque no el embargo militar– por Estados Unidos en respuesta a la renuncia de Trípoli a la fabricación de armas de destrucción masiva, la reacción europea era cuestión de tiempo. El gobierno italiano catalizó la respuesta de la UE, con el argumento de que Libia necesitaba comprar patrulleras con que controlar la emigración ilegal desde sus costas hacia Italia. La decisión política de ayer será seguida de los instrumentos jurídicos que harán posible la venta de armas hacia finales de mes.
Como contrapartida, los ministros pidieron al régimen libio que tuviera un gesto de magnanimidad hacia los cuatro asistentes sanitarios búlgaros y el médico palestino condenados a pena de muerte por su presunta implicación en un caso de infección masiva de niños con el virus del sida en Bengasi. La UE tiene grandes dudas sobre el fundamento de la acusación y se propone mantener la presión sobre Libia a favor de los condenados.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.