EL MUNDO › RITA DEJO UN MILLON DE PERSONAS SIN SUMINISTRO DE LUZ, DAÑOS E INUNDACIONES

Sopló poco, pero bastó para quitar energía

Estados Unidos se enfrenta a la escasez de combustible y petróleo en la región del Golfo, golpeada por el paso del huracán Katrina y luego del debilitado Rita. Bush dijo que el Congreso evalúe si el Pentágono debiera cargar con las tareas ante un desastre natural.

 Por Rupert Cornwell *
Desde Port Arthur, Texas

Además de luchar con los elevados precios de la energía, ahora los Estados Unidos está enfrentando mayores niveles de escasez de combustible y petróleo en el despertar del huracán Rita –a pesar que la temida tormenta finalmente probó ser mucho menos devastante para la región del Golfo que su predecesora Katrina–. Mientras siguen las críticas por la débil respuesta nacional a Katrina de hace cuatro semanas, el portavoz del Pentágono, Larry Di Rita aseguró: “En caso de una catástrofe de una cierta amplitud, no existe otra institución más que el Departamento de Defensa que pueda reunir a tiempo los recursos necesarios”. El presidente George W. Bush llamó a un debate en el Congreso.
Las instalaciones claves alrededor de Houston –la capital petrolera estadounidense– parecen haber quedado en general intactas, ya que Rita viró al este antes de tocar tierra el sábado. El huracán, que chocó con la costa con vientos de hasta 192 kilómetros por hora y con un oleaje de hasta unos seis metros y medio, dejó un millón de personas sin energía, causó inundaciones generales y destrucción –una cuenta final que superará los seis mil millones de dólares–. Una miseria comparado a los, por lo menos, 40 mil millones de dólares de daños producidos por Katrina, que mató cerca de mil personas.
Extraordinariamente no hubo ni una sola muerte ayer atribuida a Rita. “No tuvimos la devastación ‘hasta los fundamentos’ que vimos en Mississippi después de Katrina”, aseguró Rick Perry, el gobernador de Texas. Las autoridades estatales y locales explicaron que el escaso número de muertos se debía en gran parte a las evacuaciones que habían ordenado antes de que la tormenta golpeara. Aquí en Port Arthur, muchas de las calles estaban intransitables debido a los árboles caídos y a las líneas de energía. En algunos lugares, había olor a escape de gas. Pocos edificios estaban intactos. Unas casas tenían los techos pelados como si fueran latas de sardinas, los hoteles presentaban las paredes totalmente arrancadas y los carteles y los escombros estaban sembrados a lo largo de las autopistas.
Según los daños visibles, la ciudad se perdió la peor parte de Rita. El área más fuertemente golpeada fue la parte baja de Cajun a lo largo de la frontera de Louisiana, donde equipos de búsqueda estaban buscando ayer a gente que necesite rescate. En Louisiana, el golpe de Rita tampoco alcanzó los miedos previos.
En Nueva Orleans, los funcionarios confiaban en que los debilitados diques que nuevamente eran quebrados cuando la ciudad sufría los efectos de Rita, podían ser reparados en un tiempo razonablemente rápido. Ayer, el alcalde Ray Magin otra vez estuvo instando a los habitantes a volver a las partes secas de la ciudad, a pesar de los pedidos de Bush.
El mayor desafío de la región era asegurar un retorno ordenado al área de Houston de la que 2,7 millones de personas hicieron un caótico éxodo entre jueves y viernes.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: L. C.

Compartir: 

Twitter

El alcalde de Nueva Orleans pidió –pese a que Bush se opone– que los habitantes vuelvan a sus casas.
 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.