EL MUNDO › ESTADOS UNIDOS INSISTE CON SANCIONES PARA IRAN

Europa quiere enfriar a Bush

Entre la postura agresiva de Estados Unidos y la intransigencia iraní, la Unión Europea intenta calmar las aguas para evitar que se profundice la confrontación. Se multiplica la actividad diplomática.

El camino de Estados Unidos para imponer sanciones a Irán en el Consejo de Seguridad será arduo, ya que tendrá que remontar la oposición de Rusia, Francia y China. El gobierno de Irán advirtió el jueves, cuando venció el plazo impuesto por el Consejo de Seguridad para interrumpir su programa nuclear, que avanzará en el desarrollo de energía atómica porque es parte de su derecho soberano. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, reiteró ayer que su país “no cederá ni un ápice” en programa nuclear.

Ante la respuesta negativa de Teherán, Estados Unidos comenzó su campaña en las Naciones Unidas para imponer sanciones al régimen iraní. Sin embargo, la Unión Europa descartó ayer esa posibilidad para el futuro cercano. “Teniendo en cuenta que vamos a tener un período de discusiones, durante ese lapso no sería razonable avanzar con las sanciones”, dijo el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Javier Solana, al terminar el primer día de una reunión de cancilleres de la UE en Lappeenranta (sudoeste de Finlandia).

Solana se reunirá en los próximos días con el negociador iraní Alí Larijani para transmitirle lo acordado en Finlandia. Esa reunión precederá a otra que tendrá lugar en Berlín con la participación de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia) más Alemania. Estos contactos se llevarán a cabo bajo una presión renovada de Estados Unidos, cuyo presidente, George W. Bush, advirtió el jueves que “llegó el momento de que Irán escoja” cuál será el camino que recorrerá.

“Continuaremos trabajando de cerca con nuestros aliados para encontrar una solución diplomática, pero debe haber consecuencias para el desafío de Irán y no debemos permitir que Irán desarrolle un arma nuclear”, dijo Bush.

A pesar de la ofensiva diplomática norteamericana, los países europeos prefieren avanzar con cautela, ya que buena parte de ellos se juegan sus relaciones comerciales con Irán, el cuarto productor mundial de crudo.

Rusia lamentó que Irán no haya aceptado el pedido del Consejo de Seguridad de la ONU de poner fin al enriquecimiento de uranio, pero reiteró su oposición a imponer cualquier tipo de sanciones. En cuanto a Francia, el primer ministro, Dominique de Villepin, calificó de “insatisfactoria” la respuesta iraní, aunque consideró necesario dejar abiertos los canales para el diálogo con Teherán. De Villepin, en una rueda de prensa conjunta con el jefe del gobierno italiano, Romano Prodi, advirtió que la comunidad internacional “no puede permanecer inmóvil y no puede aceptar que no se respeten los compromisos tomados”.

Por su parte, en Azerbaiyán, donde se encuentra de visita oficial, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, mantuvo su postura desafiante. “Nuestros enemigos deben saber que el pueblo iraní mantiene firmemente su defensa de su derecho y no cederá ni un ápice en su derecho a la energía nuclear”, señaló.

“Los enemigos de la nación iraní se oponen a su progreso utilizando diversos pretextos para tratar de impedir que esta nación domine la tecnología nuclear pacífica. Pero nuestros enemigos deberían saber que no pueden desviar al pueblo iraní de su camino con la presión de la propaganda y una guerra psicológica”, agregó.

Mientras tanto, según un alto responsable de la AIEA, la Agencia Internacional de Energía Atómica que preparó un informe sobre Irán para la ONU, no existe suficiente evidencia para establecer la naturaleza del programa nuclear iraní. “Los inspectores no descubrieron pruebas tangibles de que el programa nuclear de Irán sea de naturaleza militar”, dijo la fuente.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) señaló el jueves en su informe que Irán no obedeció a las exigencias del Consejo de Seguridad de suspender su enriquecimiento de uranio.

Pero, según el portavoz de la Cancillería iraní, Hamid Reza Assefi, “buena parte del informe (de la AIEA) se refiere a la amplia cooperación de Irán con la agencia y sus inspectores”.

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El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, inauguró una planta de agua pesada en Arak esta semana.
 
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