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“Claro que los zapatistas van a celebrar el décimo aniversario, no te diré exactamente si será en las Cañanadas o los Altos, pero tengo entendido que habrá un pronunciamiento padre, además del comunicado que yapronunció el ‘comandante David’ ayer.” La información es de una fuente del Frente Zapatista de Liberación Nacional que dialogó ayer con Página/12 desde el Distrito Federal, a condición de anonimato.
–¿En qué se parece el México de 1994 al de 2004?
–Cambió todo, ha fracasado la promesa de llevar al país al Primer Mundo a través del Nafta. Hoy somos apenas el hinterland del imperio, se ha terminado de diluir todo lo que quedaba de soberanía mexicana. A eso agrégale que hay una descomposición del sistema político, el sistema de partidos no tiene ya ninguna legitimidad ni representación en México.
–En 1994 el EZLN prometía llegar hasta México, hoy se concentra en Chiapas. ¿Hay un repliegue?
–Es comprensible que se vea así desde afuera, pero no es así como están las cosas en el zapatismo. Hoy no importa el DF, porque allí están los gerentes pero los que mandan están en EE.UU., para el zapatismo y el movimiento indígena popular es más importante avanzar dentro del imperio: 600 mil mexicanos emigran cada año a EE.UU., los indígenas de Oaxaca, Nayarit, Guerrero y Veracruz se integraron al núcleo de la clase obrera gringa.
–¿El zapatismo emigró del DF a Washington?
–Hay un movimiento silencioso que está ocurriendo en la realidad, no es teoría. Fíjate qué “padre”: hoy los más activos contra el racista Schwarzenegger son chicanos, los chicanos son ahora como los negros fueron en los años ‘60. Hay que golpear allá, los movimientos de solidaridad con el zapatismo están metidos en ese desmadre, jodiendo al imperio en su propia casa. Como decimos acá, al dueño del circo le crecieron los enanos.