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“Después de jurar en el Congreso, la gente nos abrazaba y nos pedía que no le fallemos. Fue muy fuerte. Nos sentimos muy comprometidos para no defraudarla”, dijo a Página/12 Nora Castro, flamante presidenta de la Cámara de Diputados.
–¿Qué significa históricamente la asunción de un presidente socialista?
–La asunción de Tabaré Vázquez implica un viraje histórico. Por primera vez asume una fuerza de izquierda después de 34 años de lucha. Las elecciones del 31 de octubre implicaron una lucha para ganar y gobernar y poder cambiar las cosas.
–¿Cómo es para ustedes la transición de ser oposición a ser gobierno?
–Rodolfo Novoa Nin (vicepresidente de la fórmula) siempre dice “cambiar el chip es bravo” (se ríe). No es un cambio que se va a lograr de la noche a la mañana. Es un proceso que implica aprender a posicionarse como gobierno.
–¿Cree que podrán cumplir con todas las expectativas que ha generado el nuevo gobierno?
–Es una mochila que uno se carga día a día y que se hace cada vez más compleja. Este uno de los más grandes riesgos. Pero se corren este tipo de riesgos cuando uno asume la responsabilidad en cualquier nivel político y también en la lucha social. Tabaré dice que este pueblo cambió el 31 de octubre con las elecciones. Ahora la gente tiene una luz de esperanza, la cual es muy comprometedora para no defraudarla. El 15 de febrero, después de los actos protocolares de la asunción del nuevo parlamento, estuvimos recorriendo entre la gente, nos abrazaba y nos decía: “No nos vayan a fallar”. Es muy fuerte. La gente está muy esperanzada, hay un alto nivel de expectativas. Pero va a exigir serenamente. Esto es muy uruguayo. Pero yo creo que se puede, no lo digo por un optimismo biológico sino porque veo que hay una disposición para trabajar.
–¿Cómo cree que será la oposición?
–Nosotros esperamos que se comporte como oposición. Esperamos una oposición responsable, que señale sus diferencias y denuncie lo que haya que denunciar.
–¿Cuáles son las prioridades del programa de gobierno?
–Nuestra prioridad está en las grandes franjas empobrecidas y pauperizadas de la población. Vamos a llevar a cabo un plan de emergencia para atender a los miles de uruguayos y uruguayas que están por debajo de la línea de pobreza. A diferencia de otros países de América latina, este plan se basa en una renta básica cumpliendo un trabajo. La tendencia es ir incorporándolos a los puestos de trabajo y ampliar el acceso a la salud y a la educación. Esa es nuestra insignia. Nuestro propósito es que el pueblo ejerza la ciudadanía para acceder a sus derechos y avanzar en el proceso de democratización de la sociedad.
–¿Cómo se plantea la relación con los países de la región?
–Creemos que no hay proyectos reales si no hay integración. Nosotros no queremos acotarnos a temas arancelarios; también queremos una complementariedad productiva, científica y tecnológica.
–¿Qué significa que por primera vez una mujer sea la presidenta de la Cámara de Diputados?
–Es un avance. En 1943 entraron las dos primeras mujeres, en el 2005 hay 11 mujeres. Es un avance muy lento, pero también es muy significativo. Yo no soy feminista en el sentido de que creo que la lucha entre hombres y mujeres sea la principal contradicción en el mundo. Hay muchos tipos de discriminación, pero me parece que todas están enmarcadas dentro de las contradicciones de clase. Siento que los hombres y también las mujeres tienen una leve sonrisa y se preguntan: “¿Podrá hacerlo?”. Bueno, la historia dirá.

Reportaje: X.F.