EL PAíS › LOS VINCULOS DE CARLOS BERCUN EN LA CAMARA DE DIPUTADOS Y EN ECONOMIA

No todo es Senado en la vida del lobbysta

El consultor que quedó en el centro del nuevo escándalo por coimas en el Senado no se
limita a una sola Cámara del poder legislativo: varios despachos de Diputados lo reciben bien y es asesor oficial de Roggero.

 Por Eduardo Tagliaferro

“Carlos Bercún caminaba más los pasillos de la Cámara de Diputados y del Ministerio de Economía que los del Senado, y resulta que ahora el costo político lo tengo que pagar yo.” Fue una de las quejas constantes que el pampeano Carlos Verna repitió a lo largo de esta semana en los pasillos de la cámara alta. El lobbysta no es un desconocido para los legisladores. “Todos son amigos de Bercún”, repite con todas las letras y para graficar la importancia del consultor que hoy está en el centro del escándalo por el presunto pedido de soborno, un parlamentario con destacada responsabilidad en las bancadas del oficialismo en el Congreso. Lo que ayer era un beneficio ahora es una carga y por eso nadie quiere aparecer en la foto al lado de Bercún. Más allá de la inocente respuesta con la que Verna pretende distanciarse del lobbysta, lo cierto es que son varios los despachos de Diputados en los que Bercún entraba sin golpear. Precisamente empleados de su consultora le comentaron a Página/12 que Bercún figura en el listado de asesores del presidente del bloque del PJ, el cordobés Humberto Roggero. Es más, recuerdan haber visto hace no muchos días, la credencial que lo identifica como asesor parlamentario.
El dato no prueba nada por cierto. También está claro que la denuncia del periódico londinense por presunto pedido de coima, con la aparición en escena de Bercún, puso al descubierto un entramado promiscuo de relaciones entre funcionarios públicos, banqueros y lobbystas. Consultores que aunque fueran los beneficiarios de jugosos dividendos privados los obtenían a partir de la connivencia de los más destacados miembros del poder político.
De todas las actividades parlamentarias, Bercún tenía cierta debilidad por las que se desarrollaban en las comisiones de Presupuesto y Hacienda. Así es que tiene un vínculo privilegiado con Verna en el Senado y en la de Diputados solía vérselo con frecuencia. Su trato con la oficina de enlace que suele tener la Jefatura de Gabinete en el tercer piso de Diputados era más que habitual. Se podrá pensar que de allí saca su información, que ése es el material que le da cuerpo a los informes que les vende al Banco Central, al Citibank, a la Asociación de Bancos de Argentina (ABA) y hasta hace poco, hasta el propio Ministerio de Economía.
Pero ¿cuál es la lógica que lleva a que Roggero lo mantenga entre sus asesores “ad honoren”? La explicación de que esto le permitía entregarle a Bercún la credencial que facilitaba su libre entrada al Congreso y a sus comisiones, resulta endeble a la luz de los contratos y las negociaciones en las que el lobbysta aparece vinculado.
“La explicación que Bercún nos dio es que se reunieron para charlar del CER (coeficiente de estabilización de referencia)”, responden allegados al consultor para explicar la cena que el 2 de mayo reunió en las oficinas de C.B. & Asociados S.A. a lo más granado de la banca extranjera en la Argentina con la conducción del bloque de diputados oficialistas. Esa noche en las oficinas de propiedad del Grupo Whertein, por el justicialismo se sentaron a la mesa, Roggero, Graciela Camaño, el duhaldista José María Díaz Bancalari, los reutemistas Jorge Obeid y María del Carmen Alarcón, junto al menemista Manuel Baladrón. Por los banqueros se encontraban el vicepresidente de ABA, Mario Peruzzotti, Emilio Cárdenas del HSBC, Carlos Giovanelli del Citi, Manuel Sacerdote del Banco de Boston, Jaime Guardiola del Banco Francés y Enrique Cristofani del Banco Río.
Serás lo que debas CER
Si, como Bercún repite a sus allegados, en esa cena se discutía la aplicación de ese coeficiente para créditos y deudas bancarias ¿qué le impedía a todos los involucrados reunirse a la luz pública en cualquierade las dependencias de la Cámara de Diputados? Por esos días de mayo existían varios temas que desvelaban a los hombres de finanzas.
Tres días después de la comida, en Diputados se aprobaba la modificación al sistema de jubilaciones y pensiones. La norma permite que los afiliados al régimen de capitalización privado, conocido como el de las AFJP, puedan pasar al régimen de reparto. La medida no era inocua para los banqueros. El universo de las AFJP tiene depositados unos 4 mil millones de pesos. La posibilidad de pérdida hasta de una ínfima parte de ese dinero desvela a más de uno de los integrantes de la banca extranjera. Claro que también para los políticos el tema tiene su importancia. Quién hubiera pensado que un buen día se le puso un corralito a los depósitos bancarios. La sola posibilidad de que la medida se extiende a los dineros de las jubilaciones hace transpirar a varios legisladores. No por casualidad luego de que la norma fue aprobada en Diputados, en el Senado duerme el sueño de los justos a pesar de contar con el voto favorable de la comisión de Trabajo y estar en condiciones de ser llevada al recinto.
Por lo visto el tema tiene la suficiente envergadura como para que se reúna ese nivel de banqueros y diputados. Claro que también por esos días estaba en discusión la derogación de la ley de subversión económica. Tanto en Diputados como en el Senado existían ese 2 de mayo varios proyectos presentados para aliviar el miedo de los banqueros. Precisamente seis días después de esa cena, los senadores la votaban gracias a la presión del Fondo Monetario y a la oportuna huida del recinto de la radical Amanda Isidori.
Frente a las cámaras televisivas, Camaño negó enfáticamente al periodista Marcelo Zlotogwiazda haber tenido ningún encuentro con Bercún. Menos aún haber participado de esa cena apenas unas horas antes de incorporarse al Gabinete. Sin embargo en la consultora del lobbysta reconocen a este diario la realización del cónclave con la participación de la ministra (ver nota aparte por pruebas judiciales del encuentro).
Peor que la selección de Bielsa en Japón
Por cierto que si hay un sector que a la hora de las pérdidas no quiere echar mano a la billetera, ese es el de los banqueros. Antes de que se tratara la denominada ley Barrionuevo, habían visto algunos reveses legislativos. Entre ellos el rechazo de los senadores al proyecto de pagar compulsivamente con bonos los depósitos acorralados. Iniciativa que puso fin a la gestión de Jorge Remes Lenicov en Economía.
“¿Qué es eso de la creación de un fondo de desempleo bancario?”, preguntó Bercún a varios senadores luego de que fuera aprobada la norma que contempla el aporte del 2 por ciento de las transferencias bancarias para la creación de una comisión de desempleo del sector. La pregunta del consultor parecía naïf. Ninguno de quienes recibieron sus llamadas podía creer que no supiera del contenido de la ley. Tampoco parecía muy creíble la desesperación con la que repetía “qué quilombo se armó con lo que votaron”. Algunos de los senadores que recibieron la queja de Bercún recuerdan que las llamadas provenían de la oficina de Verna en el Senado. Esto explica en parte el desconocimiento que el lobbysta tenía del estado parlamentario del proyecto. Sus principales vínculos estaban en la comisión de Presupuesto y como curiosamente la iniciativa no pasó por allí, Bercún no se enteró del mismo hasta que fue aprobado.
Es lógico que sus empleadores privados, los banqueros, le recriminaran su distracción. Por cierto el consultor los tranquilizó porque todavía tenía posibilidad de la revancha. El tema tiene que ser aprobado en Diputados. Allí Bercún tiene varias fichas de peso todavía para jugar y así bloquear una iniciativa que puede recomponer apenas un poco todas las incertidumbres que en esta crisis afecta a los empleados bancarios. No sonpocos los que se montan en el escándalo para impedir la aprobación de una norma que reparte apenas un poco más equitativamente las cargas.
De últimas, varios le echarán la culpa al Fondo. Allí también está registrado el paso de Bercún. “Cada vez que concurríamos a las asambleas anuales del Fondo Monetario o a alguna negociación, Bercún venía con nosotros”, admite Verna ante sus pares. La pregunta del millón es si estará dispuesto a reconocerlo ante la comisión de Asuntos Constitucionales. Por lo pronto en la consultora de Bercún aseguran que el lobbysta no tiene ni remotamente pensado presentarse ante los senadores. “Qué quieren, que me convierta en un nuevo Yabrán”, comentan que suele responder cuando se le sugiere esa posibilidad.

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Carlos Bercún ahora es mala palabra entre legisladores.
 
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