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Bolocco salió a hacer campaña en escuelas y hospitales para Menem

Esta semana visitó el Bajo Flores. Es a pedido de su marido. Quiere posicionarse en otro lugar. Por eso cambió de voceros.

Lo venía insinuando. Mientras estuvo detenido en Don Torcuato la enviaba a cumplir misiones específicas a La Rioja. Y hasta viajó a la mismísima casa de George Bush en Estados Unidos. Este año, en los actos de campaña, la hizo notar sin disimulo en los palcos. Pero ahora Carlos Menem decidió hacerla participar activamente en su cruzada. Por eso se la vio esta semana a Cecilia Bolocco tan oronda visitando escuelas y hospitales en el Bajo Flores.
La decisión impuso un cambio de imagen. Y en ese sentido estuvo trabajando el equipo de campaña menemista. Contrató a un vocero argentino y reemplazó a las dos periodistas chilenas que la acompañaban desde su casamiento con Menem.
Fuentes cercanas al ex presidente relataron que la conductora televisiva “quiere incrementar su presencia en los diarios y en la TV, lo que busca es salir del circuito de ‘Caras’ y ‘Gente’ al que se consideraba atada”.
No lo dicen, pero buscan acercar a Bolocco al estereotipo de la mujer peronista: una luchadora de los derechos sociales y abnegada referente del asistencialismo.
Así se la vio en el Bajo Flores. Sin maquillaje, y prácticamente disimulando su custodia, llegó el miércoles a un comedor comunitario que funciona bajo la autopista.
El encuentro fue organizado por la candidata a jefa de gobierno porteño, la menemista Kelly Olmos. “Cecilia aceptó la visita sin preguntas, ni objeciones al lugar o formas del encuentro”, comentó la ex legisladora. Bolocco no iría a esos actos políticos, con las repercusiones que producen, sin la venia de su marido.
“Sí, las actividades que desarrolla Cecilia son una forma de acompañar a su marido, ella lo acompaña en la vida pública y privada, pero nada más”, sostuvo Alberto Kohan intentando bajar el tono político.
Tiempo atrás, la rubia chilena buscó sin éxito penetrar en los votantes argentinos enfundándose en una bandera nacional. Lo hizo como parte de una producción fotográfica para una revista. Pero produjo un efecto boomerang y la hizo blanco de innumerables críticas. Ahora buscará que los retratos la muestren con chicos, mujeres y hombres carenciados. Lo que se dice marketing de campaña.
“Ella cree que es mejor conectarse con instituciones para ver qué necesidades tienen y de esa manera ofrece las cosas que le dan”, reconoció una fuente menemista. Y ejemplificó: “Hace poco recibió una donación de 500 colchones, se contactó con un hospital de La Rioja que necesitaba 400 y se los donó y el resto los envió a otras instituciones de la región”, dijo.
Para intentar despegarse de su marido, Bolocco hará sus recorridos como presidenta de la Fundación Ser. Se trata de una organización sin fines de lucro dedicada a las tareas vinculadas a la salud y la educación. Pero será imposible no asociar esas prácticas a la campaña presidencial de Menem.

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Cecilia Bolocco nunca escondió su deseo de hacer política.
Desde esta semana se sumó de lleno a la campaña de su marido.
 
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