EL PAíS › NéSTOR KIRCHNER SERá ELECTO HOY COMO SECRETARIO GENERAL DE LA UNASUR

Doce presidentes para elegir a un ex

Como se resolvió ayer en la reunión de cancilleres de los países de la Unasur, hoy presentarán ante los jefes de gobierno la propuesta de convertir a Kirchner en secretario general del organismo. Uruguay retiró el veto.

 Por Fernando Cibeira

Néstor Kirchner será electo hoy como el primer secretario general de la Unasur, cuando los presidentes del bloque se reúnan en la cumbre que se realizará en el Hotel Sofitel, sobre la Panamericana a la altura de Campana. Así lo resolvieron ayer los cancilleres en la reunión preparatoria, donde definieron los temas a tratar y decidieron “en forma unánime” presentar la candidatura a las jefas y jefes de Estado. En rigor, el canciller uruguayo Luis Almagro aclaró luego que “no votó ni vetó” la postulación, aunque en los hechos eso significó levantar la traba que Tabaré Vázquez le había puesto en su momento a Kirchner por el corte en Gualeguaychú. Se espera que el ex presidente aparezca hoy por la cumbre y adelante los lineamientos de lo que será su gestión de dos años al frente del organismo, con posibilidad de ser reelecto por dos años más.

El anuncio corrió por cuenta del canciller de Ecuador, Ricardo Patiño –país que encabeza la presidencia pro témpore– en una brevísima declaración posterior al encuentro que los ministros de Relaciones Exteriores mantuvieron ayer por la tarde. “Hemos decidido proponer al Consejo de jefes y jefas de Estado de Unasur el nombre del doctor Néstor Kirchner, ex presidente de la Nación Argentina, como candidato para asumir la secretaría general del organismo”, comunicó Patiño, quien ya en los días previos había recorrido las capitales de Sudamérica y había adelantado que la postulación del ex presidente contaba con el apoyo de la mayoría de los países.

Tal como lo indica el Tratado de la Unasur, serán los presidentes quienes hoy deban votar el nombre que les proponen los cancilleres. Obviamente, no se esperan sorpresas.

La llegada de Kirchner a la secretaría general tiene su historia. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, lanzó su candidatura en una visita a Buenos Aires, allá por agosto de 2008. Toda la institucionalidad de la Unasur tuvo desde el origen una impronta “ecuatoriana”: la sede se estableció en Quito y como primer secretario general se había candidateado el ex presidente Rodrigo Borja. Pero Borja se disgustó con algunos recortes de facultades que se le hicieron al cargo y se bajó. Correa propuso en su lugar a Kirchner.

Pero por entonces las relaciones entre Argentina y Uruguay atravesaban un pésimo momento y Tabaré Vázquez adelantó su veto. Aunque el Tratado no dice nada al respecto, entre los jefes de Estado se habían puesto de acuerdo en un par de cuestiones sobre la secretaría general: una, que para darle el brillo buscado la debía ocupar un ex presidente; la otra, que su nombre debía surgir por consenso. El límite al término impreciso de “consenso” era que nadie se opusiera taxativamente, como fue el caso uruguayo. El veto impidió el acceso de Kirchner y ante la ausencia de otras candidaturas el cargo quedó vacante durante casi dos años.

Cambio de clima

La situación se modificó con el recambio presidencial en Uruguay. José “Pepe” Mujica siempre tuvo una buena relación con los Kirchner y, ya la primera vez que lo consultaron, adelantó su predisposición a modificar la postura uruguaya. “Sólo vetaría a un golpista”, dijo. En el medio salió el fallo de la Corte de Justicia de La Haya por el caso Botnia y Mujica mantuvo un encuentro con Cristina Kirchner en Olivos. Ambos hablaron de un “reencauzamiento” del vínculo bilateral. En ese marco, un veto a Kirchner sería una nota discordante. Pero en Uruguay la oposición machacó en los últimos días con que levantarle el freno a Kirchner mientras continuara el corte de ruta en Gualeguaychú era una claudicación. Mujica y Almagro definieron entonces que Uruguay mantuviera una posición “abstencionista” cuando se debatiera este punto en la cumbre.

Por eso, el canciller uruguayo se apresuró anoche en aclarar su postura luego de que el ecuatoriano Patiño sostuviera que la postulación de Kirchner había salido de manera unánime. “Uruguay no vota ni veta”, le dijo al sitio El Espectador. En realidad, en la reunión de ayer no hubo votación. Circuló un paper con la propuesta y nadie escribió nada en contra. Colombia, con un gobierno de signo ideológicamente diferente del argentino, había adelantado que no se oponía al nombramiento pero exigía que se hiciera por consenso, entendiendo por esto que Uruguay no debía mostrarse en contra. “Esa decisión ha sido tomada con la aprobación y consenso de todos los miembros presentes”, puntualizó anoche el canciller argentino Jorge Taiana.

Kirchner participará hoy de la cumbre de la que saldrá electo. Incluso, se esperaba que llegara anoche junto a la Presidenta al hotel donde se realiza el encuentro para evitar andar esta mañana a las corridas. La sesión arranca a las 10.30 y al mediodía pararán para almorzar. Por la tarde, una vez concluidas las discusiones, los jefes de Estado emprenderán la vuelta a sus países.

El ex presidente deberá resolver qué hará con la banca de diputado que obtuvo en las últimas elecciones. La posibilidad de una licencia es difícil porque varios bloques opositores ya anticiparon que no se la votarán. La alternativa, entonces, es que renuncie, con lo que ingresaría quien sigue en la lista: Dante Dovena, un dirigente kirchnerista que ya fue diputado.

En su artículo 10, el Tratado Constitutivo de la Unasur establece que el secretario general y los funcionarios de la secretaría deben tener “dedicación exclusiva”. También sostiene que no deberán recibir instrucciones de ningún gobierno y que “se abstendrán de actuar en forma incompatible con su condición de funcionarios internacionales, responsables únicamente ante esta organización internacional”.

Ante la incertidumbre sobre la suerte de su postulación, Kirchner poco ha dicho sobre sus planes para el bloque. Sólo manifestó a su entorno las ganas de asumir para trabajar en algunas de las propuestas que surgieron con fuerza en los albores de la alianza regional y luego se fueron desinflando por la falta de acuerdo. La más trascendente, la del Banco del Sur, que ya cuenta con el aval de siete de los doce países miembros. Menos consenso tienen otras propuestas ideadas por Hugo Chávez, relacionadas con la integración energética. Otro desafío es avanzar con la institucionalidad del bloque. Ya había un preacuerdo con Ecuador para, en el caso de que la postulación de Kirchner avanzara, trasladar temporariamente la sede del bloque de Quito a Buenos Aires. Nada muy grave, el edificio en Quito todavía no se construyó.

Por otro lado, asumir en la Unasur le permitirá a Kirchner salir del ámbito de Diputados, donde el panorama se le presenta complicado al oficialismo, con una perspectiva de acá a 2011 de más sinsabores que alegrías. Sin dudas, al ex presidente le resultará más grato avanzar en proyectos con los jefes de Estado de la región que enfrascarse en arduos debates con la oposición en el Congreso, al que por otra parte concurrió poco. De esa manera, explicaban en la delegación local, podría mantener su labor “a nivel estadista”, lo que no está mal si piensa en un destino presidencial para el año que viene. Ahora, si el nuevo cargo es compatible con una precandidatura para la Casa Rosada es algo que probablemente deba volver a discutirse.

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El canciller uruguayo, Luis Almagro, aclaró que “no votó ni vetó” a Kirchner, con lo que destrabó la designación.
Imagen: Télam
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