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Por Raúl Kollmann

A exactas dos semanas de las elecciones, los tres candidatos del justicialismo protagonizan casi un triple empate, con diferencias tan estrechas que caen en el margen de error de cualquier encuesta. Hay una leve ventaja para Néstor Kirchner, pero muy pegados aparecen Carlos Menem y Rodríguez Saá. “Lo que se ve en la última semana es el crecimiento de Rodríguez Saá y Ricardo López Murphy, por lo que en la búsqueda de entrar al ballottage hay una cerrada competencia entre los tres justicialistas. Se ve una interna peronista muy fuerte dentro de la elección”, analiza Enrique Zuleta Puceiro, titular de OPSM. “Esta situación de empate no es neutra –opina Artemio López, de la consultora Equis–, porque perjudica a Menem que pierde en todos los escenarios de ballottage”.
El dato más llamativo de la última semana es que Elisa Carrió desciende lentamente y debido al crecimiento de López Murphy, existe también un empate en el cuarto puesto. La clave ahora está en determinar si hay posibilidades de que se produzcan grandes cambios en el tramo final (ver aparte) o si el cabeza a cabeza llegó para instalarse en una forma que no registra antecedentes. Las conclusiones surgen de dos encuestas realizadas por OPSM, la consultora de Zuleta Puceiro, y Equis, liderada por Artemio López. Para el trabajo de OPSM –Monitor de Tendencias Económico-sociales- se encuestaron 1100 personas en 65 localidades de todo el país. En el sondeo de Equis, los entrevistados fueron 2745 de todo el país. En ambas encuestas se respetaron las proporciones por edad, sexo, cinco estratos de nivel económico-social y región en la que vive el encuestado. Los dos trabajos se terminaron de procesar el viernes.
“La interna peronista que se instaló en la campaña es el objetivo de Carlos Menem –sostiene Zuleta–. A eso apunta cuando dice ‘ya gané, no tengo competencia con esos dos candidatos que no saben nada’. El riojano especula con que los peronistas siempre apuestan a ganador y cree que con esa campaña va a arrastrar al peronismo. Eso puede beneficiar a Kirchner porque hay un atisbo de voto útil frente a la posibilidad y el temor de que gane Menem. Carrió dejó de desempeñar ese papel de contrapeso de Menem, porque ella encarna un rol más testimonial alrededor del concepto de que existen justos y pecadores, justos los que están con Carrió y pecadores los demás. Eso le está restando posibilidades que va cosechando Kirchner, con una campaña en la que incorpora a Kirchner para enviar el mensaje de una transición previsible, sin conmociones”.
“A dos semanas de las elecciones –señala López– tengo la sensación de que una clave es la disputa de votos entre Menem y Rodríguez Saá, a tal punto que en nuestro estudio, siempre en el marco de una paridad asombrosa, Menem está tercero. Un análisis más fino de los datos me indica que hay votantes que van de Menem a Rodríguez Saá y de Rodríguez Saá a Menem. Se disputan la gente entre ellos y cuando uno sube el otro baja. Me parece difícil que los dos vayan al ballottage.”
López enumeró las fortalezas y debilidades de cada uno de los candidatos:
u Menem está fuerte en el Noroeste, salvo en Tucumán, y en el Nordeste. Pero tiene un problema: en esas dos zonas también Adolfo Rodríguez Saá está fuerte, lo que le impide a Menem sacar una diferencia grande.
u Rodríguez Saá está muy fuerte en Cuyo. En Mendoza, por ejemplo, consigue el 35 por ciento de la intención de voto y en toda la región el 40.
u Rodríguez Saá también tiene preeminencia en Córdoba, donde está primero con el 19 por ciento de los votos, segundo Menem con el 14 y Kirchner con el 12. Y al puntano le va igualmente bien en Entre Ríos.
u Sin embargo, Rodríguez Saá tiene muchísimas dificultades en Santa Fe donde todavía no hace pie. Ahí están en punta Menem y Kirchner.
u Kirchner está fuerte en el interior de la provincia de Buenos Aires y tiene uno de cada tres votos y, curiosamente, Duhalde está mejor evaluado que en el conurbano.
u Un área clave es el Gran Buenos Aires. Allí los que están mejor ubicados son Kirchner y Rodríguez Saá, aunque las diferencias no son enormes.
u En Capital va ganando Ricardo López Murphy, pero Kirchner le saca diferencias a sus dos contrincantes peronistas.
u Para finalizar, en la Patagonia Kirchner es el más fuerte, pero en la provincia más grande, Neuquén, divide votos con Menem. Además, el peso electoral de la Patagonia es bajo.
Desde el punto de vista de los sectores sociales, López hace el siguiente diagnóstico:
u Entre las franjas pobres de larga data, los que están muy cercanos a la indigencia, hay una fuerte pelea entre Menem y Rodríguez Saá. Representan un 35 por ciento del electorado.
u Hay sectores medios bajos y medios-medios, en los que Kirchner está fuerte. Esa franja también tiene un 35 por ciento del electorado.
u En la clase media mejor posicionada, el voto está más dividido entre los cinco candidatos.
La paridad que marcan las encuestas de OPSM y Equis coincide con lo señalado por casi la totalidad de los encuestadores conocidos.
u Seis encuestadores registran leves diferencias a favor de Kirchner: OPSM, Equis, Ricardo Rouvier y Asociados, Analogías-Research Internacional, de Analía Del Franco, e Ipsos-Mora y Araujo.
u Cuatro consultoras tienen leves diferencias a favor de Menem: Hugo Haime y Asociados, Catterberg y Asociados, Carlos Fara y Asociados, y Centro para la Nueva Mayoría.
u Un consultor, Julio Aurelio, tiene una situación de gran paridad en la que ha ido cambiando quién está primero, quién segundo y quién tercero.
Más allá de las tenues diferencias, todos los consultores aseguran que habrá segunda vuelta y prácticamente todos –salvo dos– diagnostican que los escenarios son ampliamente desfavorables para Menem.