EL PAíS › KIRCHNER DESEMBARCO EN BUENOS AIRES Y SE REUNIO CON MINISTROS

Una reunión de gabinete sui generis

El santacruceño tuvo un viaje con peripecias. A la noche dialogó con varios miembros de su gabinete, pero de a uno por vez. Los temas que trató con cada uno. Las designaciones pendientes. Dudas sobre el área de Seguridad.

Néstor Kirchner organizó su primera reunión de gabinete ad hoc, pero a su manera: convoca a los funcionarios por separado, escucha su informe y luego les da instrucciones a cada uno. El presidente electo cree que de esta forma se aprovecha más el tiempo y se evitan discusiones inútiles, por no hablar de filtraciones. “Vamos a tener reuniones bilaterales con cada ministro en particular más que las tradicionales reuniones de gabinete”, explicó. En su primer día de trabajo en Buenos Aires desde que nombró a su elenco de ministros se reunió con Daniel Scioli, Alberto Fernández, Roberto Lavagna y Sergio Acevedo. Luego de estas reuniones está prevista para hoy una nueva tira de anuncios de los nombres que ocuparán las segundas líneas de cada cartera y de las secretarías que dependerán de Presidencia. También quedan por definir la jurisdicción que abarcará cada ministerio, algo que parecía que ya estaba resuelto, aunque ayer admitían que hay casos en los que se duda.
Kirchner pasó por la Casa de Santa Cruz luego de haberse encontrado con Eduardo Duhalde en Olivos. Allí desmintió que tuviera en mente encabezar por la noche una reunión de gabinete pero se encontró con sus hombres más cercanos. El presidente electo lucía cansado luego de un día de ajetreo que vivió su momento de tensión cuando el avión de la gobernación santacruceña que lo traía desde Río Gallegos debió volver al lugar de partida quince minutos después del despegue debido a un desperfecto técnico. El tren de aterrizaje no cerraba sus puertas y fue necesario un ajuste. El avión es un moderno Cessna Citation y a Kirchner lo acompañaba su mujer Cristina y sus hijos.
Su método de reunión, sostuvo el Presidente, le da “mucha intensidad y mucha tranquilidad”. Es decir, no será común ver a todos los ministros alrededor de la típica mesa ovalada, reuniones en las que suelen ser moneda corriente los pases de factura que luego dan pie a los chismorreos de salón. Kirchner, al parecer, es de la idea de cortar con esa tradición y preferirá que cada ministro se encuentre con él por separado, aunque esa costumbre puede no dar la sensación de un gobierno de interacción entre las distintas áreas.
Ayer, Kirchner se encontró con el futuro jefe de la SIDE y su hombre de confianza, el diputado Sergio Acevedo. Le pidió que apure su desembarco en la secretaría de inteligencia y pida un informe de situación a las actuales autoridades. Candidato a gobernador en Santa Cruz, Acevedo desembarcará en la SIDE sólo hasta diciembre por lo que Kirchner quiere que apure su tarea lo máximo posible. Scioli, en tanto, le contó sobre su encuentro con la Cámara Argentina de Comercio y sus conversaciones con los senadores.
Con Lavagna conversó sobre la jurisdicción que le corresponderá a su ministerio, ahora que asumirá la cartera de Producción. Con Alberto Fernández, en tanto, repasó los nombres de los nuevas designaciones que serían anunciados hoy. Con su estrategia del “paso a paso”, Kirchner quiere llenar estos días con nuevos nombramientos hasta el mismo lunes que comience su tarea como presidente, día que terminará de completar la grilla. “Todos los días iremos anunciando nombres”, reiteró ayer.
Hoy, en tanto, Kirchner se reunirá con Gustavo Beliz, a quien todavía no vio desde su designación. No es el único: el futuro ministro de Educación, Daniel Filmus, ni siquiera lo conoce personalmente. Con Beliz tratará un tema delicado que será la permanencia de la secretaría de Seguridad dentro de su ministerio. Seguridad es un área clave que el mismo lunes 26 tendrá su primera prueba de fuego cuando deba afrontar la primera protesta piquetera en reclamo de un aumento en los planes para jefes y jefas de hogar.
Según contaban ayer en la Casa de Santa Cruz, en un primer momento, Beliz no estaba convencido de tomar bajo su cargo esa área pero luego la aceptó. Tanto que ya echó a rodar el nombre del fiscal Norberto Quantín como futuro secretario de Seguridad, un dato que no parece haber llenado de alegría al presidente que esperaba que primero cada ministro le alcanzara una grilla tentativa y que fuera él quien tuviera la última palabra. “Gustavo se apresuró, tendría que haber esperado un poco”, respondían anoche cerca del Presidente. Lo cierto es que para asegurar la permanencia de Seguridad en esta cartera habrá que esperar a la semana que viene, cuando el Ejecutivo envíe al Congreso su nuevo proyecto de ley de ministerios. Pese a que con el anuncio de gabinete del martes pasado, cada jurisdicción había quedado precisada, ahora cerca del Presidente sostenían que quedaban cosas por discutir.
Otra de las tareas a las que se dedicará el Presidente será a preparar el discurso que dará el domingo ante la Asamblea Legislativa. “Lo está preparando con sus colaboradores de siempre”, respondían ayer. Los de siempre son su mujer Cristina –quien ya tuvo un papel protagónico en la redacción en el discurso del Hotel Panamericano, que tantas repercusiones provocó– y Alberto Fernández. “Contendrá pensamientos e ideas clave” sobre lo que será su gestión, prometió Kirchner. Sin embargo, una vez más, adelantó que no había que esperar “paquetazos o medidas rutilantes” y que su estilo será “trabajar todos los días y tomar decisiones todos los días”.

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Kirchner optó por el sigilo. No anunció la reunión en la Casa de Santa Cruz. La foto se tomó allí, con dirigentes del interior.
 
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