EL PAíS › CADA CANDIDATO MANTUVO SU DISCURSO POR SEPARADO

Macri no se animó a intentar la revancha

Todavía maltrecho por el resultado del debate del jueves pasado, Macri prefirió refugiarse en el programa de Grondona para no presentarse al segundo round organizado por Canal 2. Igual llovieron las acusaciones cruzadas.

Al final, no hubo revancha del debate televisivo del jueves pasado. Ayer, los dos programas periodísticos de la noche que se disputaron a los candidatos a jefe de Gobierno porteño que competirán el domingo que viene no pudieron tenerlos a todos juntos, básicamente porque Mauricio Macri esquivó repetir una confrontación que lo había dejado maltrecho. En presentaciones separadas, entonces, cada uno dijo lo suyo. Aníbal Ibarra destacó que en estas elecciones se define no sólo el modelo de ciudad del futuro sino también el modelo de país, y recordó su “compromiso” con el gobierno de Néstor Kirchner. “No volvamos atrás”, pidió. Macri, en tanto, aseguró que en caso de ganar no pondrá en práctica una política privatista y buscó desligarse de los negocios de su padre, Franco. “Mi viejo es mi viejo, yo lo amo, pero el candidato soy yo”, puntualizó.
Tenía preparado el atril, identificado con una “M”, para debatir. Ibarra estuvo detrás de la “I”, Patricia Bullrich se parapetó en su “B”, lo mismo que Luis Zamora en “Z”. Pero la M quedó vacía. Después de consultarlo con sus asesores, Macri llegó a la conclusión que el debate televisivo no era una experiencia que quisiera repetir luego de la incursión del miércoles pasado, cuando no salió muy bien parado.
El empresario resolvió participar con todo su equipo en la más amigable propuesta que le realizó el programa “Hora Clave”, que conduce Mariano Grondona por Canal 9. Los otros tres postulantes, convocados a la misma hora por Jorge Lanata para “Día D”, en América, le dedicaron más de un párrafo. “Esta actitud de Macri muestra su desprecio por la ciudadanía”, sostuvo Ibarra sobre la ausencia de su principal adversario. “Es por su falta de ideas, de solvencia y de un equipo transparente”, abundó Bullrich. Ibarra, no obstante, luego se corrió hasta Canal 9 y participó del cierre del otro programa.
Macri, casi en simultáneo con sus rivales, se mostraba dolido por el resultado del primer –y único– debate. “No se discute lo que se tiene que discutir, se discute cualquier cosa”, explicó. Y se acordó de Bullrich, que en el debate mostró en varias oportunidades un cartel en donde se veía a Macri junto a un sindicalista procesado por la Justicia. “La próxima vez voy a ir con un álbum de fotos de Patricia con Galimberti, con Menem y con Corach”, chicaneó Macri.
Antes del empresario, tuvieron una breve intervención el candidato radical Cristian Caram y su primer candidato a diputado, Nito Artaza, para denunciar lo que ellos llaman la “proscripción” que les hace Ibarra en los debates televisivos. Caram dijo que el jefe de Gobierno no quiere que participe porque es el que más conoce su gestión.
Sin Macri, no hubo debate. Los otros tres candidatos tuvieron un tiempo para exponer sobre seguridad, educación y empleo. En seguridad, Ibarra aseguró haber bajado el robo de autos –uno de los pocos delitos que siempre se denuncia por el cobro del seguro, explicó– un 28 por ciento en los últimos dos años, mientras que en la provincia ese índice subió un 50 por ciento. Igual, prometió conseguir “una policía más confiable”.
El rubro es uno de los caballitos de batalla de Bullrich, quien volvió en recordar que manejó el servicio penitenciario durante el gobierno de la Alianza. “Cerré la cárcel de Caseros. Yo me animé a esas mafias”, se promovió. Patricia tuvo un momento de crispación cuando le hicieron notar que en las encuestas peleaba el tercer puesto. “Es una falta de respeto: algunos creen en las encuestas, yo creo en la gente”, respondió.
Al igual que en el anterior debate, Zamora basó su exposición en una defensa del sistema de comunas para favorecer la participación de la gente –por ejemplo, para que elijan al comisarios de cada barrio– y en atacar a Ibarra. Habló de una causa judicial contra la conducción del Banco Ciudad que luego el titular de la entidad, Roberto Feletti, sentado en la tribuna, se encargó de responder.
A unos quince minutos en auto y unos cuatro golpes de zapping, Macri insistía con su promesa de bajar los impuestos municipales un 15 por ciento y cambiar el Código de Convivencia por otro “que se pueda aplicar”. Más tarde, sentado en la misma silla, Ibarra remarcó que la crisis económica se llevó a presidentes y gobernadores pero él siguió en pie.

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El atril identificado con la M quedó vacante.
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