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En la Cámara de Diputados sonaron ayer los ecos del pasado de Ruckauf

El video documental “Milagros no hay”, de la periodista alemana Gabriela Weber, que muestra la complacencia del diputado electo Carlos Ruckauf con la represión ilegal en Mercedes-Benz, llegó ayer al Congreso.

A metros de donde está ubicada la banca que Carlos Ruckauf ocupará desde el 10 de diciembre en la Cámara de Diputados, la periodista alemana Gabriela Weber presentó ayer, por iniciativa de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías, el video Milagros no hay, que muestra lo peor de su gestión como ministro de Trabajo de Isabel Perón. Weber, quien investigó por más de cuatro años el destino de 14 empleados de la filial argentina de la Mercedes-Benz desaparecidos durante la dictadura, destacó que “esto sucedió con la complicidad de las cúpulas sindicales y políticas, y paradójicamente vemos este video a pocos días de que Ruckauf haya sido electo una vez más y esté por asumir”.
En 1975 la planta de la empresa ubicada en la localidad bonaerense de Cañuelas hacía agua. Desde hacía meses, tenía los números en rojo por un importante descenso en la productividad. Los directivos de la empresa no tenían dudas acerca de la causa de esa caída, y el entonces ministro de Trabajo, Carlos Ruckauf, tampoco: “Los elementos subversivos dentro de la fábrica”. Con esta óptica, ninguno de ellos dudó en utilizar todos los medios a su alcance para “solucionar el problema”. Más de 20 años después, Weber tiró de la punta del ovillo y se encontró con un cúmulo de sospechas y traiciones en el que están envueltos, además de directivos de Mercedes- Benz y Ruckauf, el secretario general de Smata, José Rodríguez.
Ruckauf asegura que, lejos de ser uno de los victimarios de los trabajadores, fue una de las víctimas del régimen militar. Pero la profunda investigación que se realizó, proyectada ayer, no lo deja bien parado.
Luego de los casi 120 minutos por los que desfilan ex empleados de la fábrica, ex detenidos, familiares de las víctimas y varios de los acusados, la investigadora señaló que “lo que acabamos de ver es sólo un caso, en una empresa, pero si investigamos más a fondo, advertimos que esto pasó en todas las fábricas del cordón industrial automotor”. Weber pidió además a los diputados que se haga algo “para que la gente sepa a quién vota, y que este señor responda ante la Justicia”. La diputada del bloque del ARI y una de las pocas legisladoras presentes, Graciela Ocaña, agregó que “es todo un símbolo que el video se proyecte en el mismo lugar en el que está por sentarse uno de los acusados, que entró escondido en una lista”.
Ruckauf fue implicado en la investigación por documentos que la periodista alemana presentó en diciembre de 2002 ante la Cámara Federal de La Plata que lleva adelante los Juicios por la Verdad. Un informe de la filial argentina de la empresa de mayo de 1976 menciona el papel de Ruckauf en el desenlace de una huelga de 4000 empleados en octubre de 1975, que finalizó con 115 despidos. “Los despidos eran pedido urgente del entonces ministro de Trabajo y de la dirección de Smata, que ha pedido más despidos todavía. La actuación de la dirección de la empresa Mercedes-Benz Argentina aclara que quería apoyar el esfuerzo del ministro de Trabajo y Smata de eliminar elementos subversivos de las fábricas”, señalaba el paper. Los ex trabajadores que dan testimonio en Milagros... mencionan reiteradas veces el dato de que dos días antes de la huelga del 6 de octubre, Ruckauf firmaba el decreto que dio carta blanca a las Fuerzas Armadas en su “lucha contra la subversión”.
La investigación de Gabriela Weber tiene dos frentes judiciales. El primero es la causa que lleva adelante en Alemania la Asociación de Abogados Republicanos y el segundo es el que impulsa en La Plata el camarista Leopoldo Schiffrin, quien, sin proponérselo, es uno de los responsables del nombre que tiene la investigación. En una de las audiencias, el juez preguntó al gerente de Mercedes-Benz Argentina, Juan Tasselkraut, si el repunte en la producción que se evidenció una vez instalada la dictadura tenía relación con la desaparición de los 14 empleados, que marcó el fin de las revueltas internas. “Y... milagros no hay”, fue toda su respuesta.

Informe: Alfredo Ves Losada.

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La periodista alemana Gabriela Weber les pidió a los diputados que repudien a Ruckauf.
“Los despidos eran pedido urgente del entonces ministro de Trabajo y de la dirección de Smata.”
 
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