EL PAíS › CANICOBA CORRAL PROHIBIRA SALIR DEL
PAIS A LOS PRINCIPALES IMPUTADOS EN LA CAUSA

Un juez que cree lo que dijo Pontaquarto

El magistrado impedirá la salida de De la Rúa, De Santibañes, Flamarique y los ex senadores. En el juzgado entienden, al igual que los fiscales, que la confesión del “Tato” ratifica gran parte de los datos que ya constan en el expediente del caso.

 Por Victoria Ginzberg

Los imputados en la causa en la que se investiga el pago de sobornos en el Senado tendrán prohibida la salida del país. La medida abarcará tanto a los legisladores como a los ex funcionarios involucrados en el caso, incluido el ex presidente Fernando De la Rúa. Para concretarla, el juez Rodolfo Canicoba Corral esperaba ayer el documento que Mario Pontaquarto prometió entregar a la Justicia, en el que figurarían quiénes recibieron dinero (y cuánto fue el monto) para apoyar la ley de Reforma Laboral. Para hoy se espera la declaración de otro secretario parlamentario, Martín Fraga Mancini, quien, según se especulaba, podría convertirse en un segundo arrepentido (ver aparte). Sin embargo, para distintas fuentes judiciales, las palabras de Pontaquarto bastan para confirmar varios indicios que ya existían en el expediente.
“Esto es lo que necesitábamos para sacar la causa del estado Karen Quinlan que tenía”, aseguró uno de los investigadores del caso en referencia a la comatosa más célebre del mundo que estuvo diez años en estado vegetativo persistente, aun después de que le retiraran el respirador artificial.
La confesión de Pontaquarto ya motivó que los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado y la Oficina Anticorrupción pidieran que tanto De la Rúa como el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique y el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes sean citados a prestar declaración indagatoria. La misma medida fue solicitada respecto a los ex senadores Carlos de la Rosa (quien ayer reclamó su eximición de prisión), Beatriz Raijer, Julio San Millán y del ahora gobernador de San Juan, José Luis Gioja. El juez aún no resolvió si hará lugar a las medidas, aunque afirmó que “todo lo que conduzca a la reconstrucción de este hecho va a ser realizado”.
Pontaquarto aseguró el viernes ante el juez Norberto Oyarbide –que reemplazó por un día a Canicoba Corral– que “en una reunión en el despacho del presidente De la Rúa de la que participaron José Genoud, el presidente del bloque justicialista, José Alasino, y el presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara, senador (Alberto) Tell, (...) Genoud le manifestó a De la Rúa que el justicialismo necesitaba otras cosas para sancionar la ley. A lo que el Presidente contestó: ‘Eso arréglenlo con Santibañes’”. De esta forma el ex presidente quedó involucrado directamente en la causa y como el resto de los imputados no podrá salir del país sin autorización judicial.
El magistrado puntualizó ayer que la conducta de los involucrados está encuadrada en el delito de “cohecho agravado”, lo que debido al monto de las penas implica que pueden acceder al beneficio de la excarcelación. Es decir que podrían no ir presos al menos hasta que se realice un juicio oral. Sin embargo y pese al secreto de sumario, Página/12 pudo saber que en el juzgado se está evaluando si al caso de los sobornos del Senado correspondería aplicarle la figura de asociación ilícita, ya que, según los indicios, hubo un acuerdo implícito de los implicados en reunirse para concretar un delito y hubo una planificación y coordinacióndel hecho. De esta forma, el pago y el cobro de sobornos ya no serían crímenes excarcelables, sobre todo para quienes sean considerados jefes u organizadores de la asociación.
De acuerdo con el análisis de dos fuentes judiciales, el arrepentimiento de Pontaquarto alcanza para redondear la maniobra de pago de sobornos porque se trata de una prueba directa que confirma muchos indicios que ya figuraban en el expediente. Por ejemplo, los informes de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) de la época de Rafael Bielsa (ver página 2), advirtieron que pocos días antes de fecha en la que estaba prevista la votación de la ley de Reforma Laboral, la SIDE hizo dos extracciones del Banco Nación, una por cinco millones de pesos y otra por un millón y medio. El juzgado ordenó en su momento una pericia contable en el organismo y Santibañes presentó una rendición de ese dinero, en la queaseguraba que había sido destinado a gastos operativos, sueldos y otras cosas entre las que no figuraba el pago de coimas. Pero el retiro de dinero –llevado a cabo entre el 11 y 13 de abril de 2000– coincide con la fecha en que Pontaquarto dijo que fue a buscar la plata a las oficinas de la SIDE: el 18 de abril. Si esa plata fue a engrosar los bolsillos de varios senadores, Santibañes también habría incurrido en falsificación de documentos públicos y además, estarían también involucrados otros agentes, como quien era director de finanzas del organismo, Juan José Gallea.
La manera en que la declaración de Pontaquarto encaja con el resto de las pruebas de la investigación hizo que el juez Canicoba Corral considerara que las palabras del ex secretario del Senado fueron “verosímiles”. De cualquier manera, el magistrado y el secretario Marcelo Sonvico se dedicarán a buscar datos que confirmen los detalles del testimonio. Con ese objetivo se realizarán distintas pericias en el papel que Pontaquarto prometió entregar ayer a la Justicia, cosa que finalmente concretaría hoy. De ese documento (un texto escrito en computadora con nombres y apodos junto a los cuales aparecen, en forma manuscrita, los montos y una “media firma”) se analizará la antigüedad de la tinta y se intentará establecer a quién escribió los números e hizo la rúbrica -según Pontaquarto fue el senador Emilio Cantarero–. Desde la época en que circuló un anónimo estableciendo responsabilidades a varios senadores en el cobro de coimas, el juzgado posee los cuerpos de escritura de las impresoras y máquinas de escribir del Senado, lo que podría servir para establecer si el escrito se elaboró en el Congreso.
Otra medida que apuntará a confirmar las revelaciones de Pontaquarto serán la declaración de Gladys Motta, la ex secretaria de Santibañes en la SIDE. El secretario parlamentario relató ante la Justicia que cuando ingresó a la SIDE lo estaban esperando “un señor de quien no conozco su nombre y la secretaria del doctor Santibañes, una señora de nombre Gladys”. “Recuerdo –continuó– que subimos al lugar donde estaba la bóveda de la SIDE de donde sacaron un maletín, una valija y una caja de cartón envuelta en cinta adhesiva ancha. Se bajó con ese dinero al garaje donde había ingresado y se puso el maletín, la valija y la caja en el baúl de mi auto particular”. Frelier y Delgado solicitaron que se ubique el paradero de Gladys y que la SIDE la identifique. Además, también podría ser convocado Aníbal Ibarra, ya que Pontaquarto le habría hablado de un “chofer” de De Santibañes y ante el juez no identificó a ese hombre. “Lo que habría que hacer es ubicar a esa persona para mostrárselo a Pontaquarto y ver si lo identifica”, aseguraron en Comodoro Py. Página/12 informó el domingo que el auto que acompañó al secretario parlamentario el día que fue a la SIDE pertenecía al agente Alejandro Brousson y que lo manejaba habitualmente Alejadro Rui Dia.

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El juez Rodolfo Canicoba Corral espera que Pontaquarto presente el papel con los nombres.
 
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