EL PAíS › LA OPOSICION Y EL OFICIALISMO MARCHARON EN SAN LUIS

El peor momento de los Rodríguez Saá

A la mañana se concentraron los beneficiarios de los planes de inclusión y por la noche la opositora Multisectorial realizó una masiva marcha. Hubo choques con grupos oficialistas.

 Por Eduardo Tagliaferro

Todos los símbolos que identifican a los opositores y a los seguidores de los Rodríguez Saá dijeron presente en la capital puntana. La Multisectorial opositora logró poner en las calles a una multitud que repudió la brutal represión de la semana pasada a los docentes locales e insistieron con el pedido de intervención federal a la provincia. El gobierno convocó y dio soporte a una “espontánea” concentración que durante cerca de doce horas “le hizo el aguante” al Alberto, como llaman al gobernador. Encabezada por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, por Nora Cortiñas y por Mirta Miravalles de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, la marcha de la multisectorial logró sortear una provocación de una patota que llevaba camisetas de la Uocra y que se alineaba con el gobernador Alberto Rodríguez Saá. Hubo algunos heridos y si no se produjo un desastre fue gracias a la presencia de dirigentes nacionales comprometidos con la defensa de los derechos humanos y por la oportuna aparición del ministro de la Legalidad. Todo frente a la pasiva presencia del reducido grupo de policías presentes. El grueso de la fuerza policial había liberado las calles de la capital puntana.
El escenario estaba planteado desde la primera hora de la mañana. Por eso llama la atención la imprevisión del gobierno provincial. “Las garantías para manifestar están dadas, sucede que hay loquitos en los dos lados”, dijo Sergio Frexie, ministro de la Legalidad, cuando logró terciar en la agresión de la patota que partió de la “plaza del aguante” a los Rodríguez Saá. Un periodista local terminó por el piso, con sus lentes incrustados en la frente, luego de que su grabador delatara su profesión.
Por la mañana, el obispo puntano, Jorge Lona, hasta el momento el principal opositor al gobernador, informó en una conferencia de prensa que la noche anterior había dialogado con Alberto Rodríguez Saá y con la senadora nacional Liliana Negre de Alonso. El encuentro fue el primer paso de distensión entre la Iglesia y el gobierno provincial. “No se negoció, no se transó, es una tregua”, dijo el sacerdote Marcelo Carvallo, partícipe de la reunión. Cuando los cronistas le pidieron sobre las definiciones de los denominados Laicos Autoconvocados, Lona respondió: “Si alguno me vio como un dirigente político y no como un obispo, se equivocó”, contestó Lona. Lo concreto es que uno de los puntos en conflicto parece encontrar un carril. Tal vez el replanteo deberán hacerlo los opositores que cifran expectativas desmedidas en que la Iglesia puntana construyera una alternativa política.
Apenas había concluido la rueda de prensa en el obispado cuando a la Plaza Independencia, frente a la Casa de Gobierno, comenzaron a llegar los beneficiarios del Plan de Inclusión. Con los estandartes de sus barrios, fueron presentándose frente a un escenario armado para la ocasión y en el que durante toda la jornada fueron desfilando distintos grupos musicales. También desfiló la cerveza y el tetra brik, lo que hizo milagroso que a la noche no hubiera habido una sangrienta batalla.
“En un momento dijimos que se vayan todos y volvieron todos. Yo ya participé de marchas como éstas en Santiago del Estero, participé del Santiagazo y volvieron los Juárez, y ahora incluso estamos con el temor de que vuelvan otra vez. Tenemos que tener cuidado con estas cosas e ir al fondo de los problemas”, arrancó Pérez Esquivel, cuando se presentó frente a la Multisectorial. Lo acompañaban además de las Madres de Plaza de Mayo, un representante de Abuelas, de Familiares de desaparecidos y detenidos por causas políticas y los diputados Patricia Walsh de Izquierda Unida, Lucrecia Monteagudo del PI, José Roselli del bloque Convergencia, todos miembros de la comisión de derechos humanos de la Cámara baja. En la localidad de Villa Mercedes, las rutas 7 y 3 estaban cortadas con la custodia de la Policía Federal. Allí fueron demorados los diputadosEduardo Macaluse y Adrián Pérez, del ARI. Fue una llamada de Pérez Esquivel a Alberto Rodríguez Saá primero, y a Aníbal Fernández luego, lo que logró liberar la ruta.
Cuando llegó la noche, en la Plaza Independencia, había unos mil manifestantes alineados con el gobierno. Sobreexcitados, alentaban a los Rodríguez Saá. En la Plaza Pringles se concentró la Multisectorial. Aunque los organizadores dijeron que habían marchado unas 30 mil personas, en verdad desfilaron por las calles puntanas algo más de 10 mil manifestantes. Una cifra nada despreciable para la provincia. Estuvieron presentes docentes, municipales identificados con Daniel Pérsico, Laicos Autoconvocados, con sus emblemas y símbolos religiosos, y muchos sectores medios. También habían arribado docentes de los gremios ATEN de Neuquén y Unter de Río Negro. El principal dilema de la Multisectorial fue si marchar o no por la plaza central, lugar históricamente identificado como el centro de la protesta política.
Fue Pérez Esquivel quien puso todo su esfuerzo en señalar que “la marcha tendría que ser pacífica y que había que evitar la división del pueblo”, algo que hoy por hoy aparece para cualquier observador externo como el principal obstáculo a superar. Ayer se superó. Lo que no se superó fue el encono de algunos simpatizantes de los Rodríguez Saá con los periodistas. El móvil de Todo Noticias tuvo que aguantar más de la cuenta. También algunos periodistas que se animaban a transitar con anotadores en mano.

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El Premio Nobel Pérez Esquivel y Madres de Plaza de Mayo Línea-Fundadora encabezaron la marcha.
 
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