ESPECTáCULOS › EL ESCANDALO INGRESA A LAS NOTICIAS SERIAS

Ya no sos mi noticiero, ahora te dicen Giselle

Los casos Rímolo, Cipolatti y Pradón llevaron el duelo mediático y el escándalo sexual al noticiero, cada vez más cerca del programa chimentero. El fenómeno, según los directores de noticias.

 Por Julián Gorodischer

El noticiero del escándalo ya no le hace asco a Giselle y a la Pradón, vibra con la posible salida de prisión de Soldán o la médica trucha; se enamora de estas “bestias” que antes sólo se conseguían por la tarde y en el talk show. Los tiempos han cambiado, y ahora Telenoche, América Noticias, Telenueve y hasta Canal 7 recogen una nueva opinión autorizada: la diatriba de la Pradón contra Fabrizio, su “verdugo”, o las bromas cínicas de Silvia Suller ante el arresto de su ex. El duelo será siempre in crescendo y a los gritos, con fondito de estudio de TV, hasta invadir el horario de “lo serio”, allí donde el rictus imperturbable de Santo Biasatti no combina del todo con el vodevil. Pero a todo se acostumbra: nueva agenda, temas y personajes para comprobar que la hora de la noticia dura se fue abriendo a otras zonas baqueteadas. “Lo que cambia es el ‘cómo’ –dirá Diego Kolankowsky, director de noticias de América–, pero el ‘qué’ es el mismo para todos.”
Así las cosas, el director de noticias será siempre fiel al expediente, esa letra impresa que ahuyenta los fantasmas del invento. En ese matiz entre la noticia armada y el detalle hiperrealista de las fojas –dicen– hay un cambio de estatuto: salirse del conventillo. Los noticieros –según sus hacedores– no pueden estar al margen de lo que interesa a la planilla de rating, de lo que se habla en la mesa de bar. Y por eso abre fronteras. “Eso sí –se pregunta Félix Arnaldo, jefe de redacción del Noticiero del 7– hay un debate: ¿Debería un canal público meterse con estos temas? Entendemos que sí, que no se puede dar la espalda a lo que se ve en al tele.”
–El duelo mediático, finalmente, sedujo al noticiero?
Diego Kolankowsky: –No es que el noticiero no haya tocado antes el escándalo, sino que el caso policial se volvió mediático. No nos colgamos de Mauro Viale; ellos mediatizan el caso policial, se acoplan, pero con una diferencia de métrica, estilo y forma. El noticiero le pone otra rigurosidad; incluye el expediente, la causa. Nos ocupamos de lo jurídico, pero sin entrar en las sábanas de los protagonistas.
Félix Arnaldo: –Muchos creen que Pipo o Giselle no deberían ser noticia en el canal estatal. Pero para nosotros es una nota más, sin un lugar destacado y de color, sin agregarle trascendencia. No podemos silenciar un hecho extendido; con la noticia pasó como con el reality: cada vez llega más lejos.
En otro tiempo, el noticiero limitaba su agenda a los avatares del ciudadano medio; en cambio el programa de chimentos abría el juego a los affaires de estrellas: ricos o famosos divorciados, estafados o en duelo perpetuo. Tal vez haya que buscar en aquel informe sobre la Rímolo de Telenoche Investiga el primer indicio de que algo empezaba a cambiar. Fue, en definitiva, la muerte de un canon: ¿Podría pensarse, de allí en más, la información como un paisaje de altos y bajos? ¿El pastiche derribó las jerarquías? El investigador formado en facultades se metió con la farándula, develó la trama de falsificación y muertes detrás de la médica trucha, e inauguró el monotema que hoy eternizan varios abogados, la Rímolo, Soldán, la Suller y las madres de todos. Pero el debate sigue abierto, y todavía hay algunos que establecen “áreas protegidas”. Como toda ruptura, ésta incluye díscolos. Osvaldo Petrozzino, gerente de noticias de Telefé, decidió que sus historias tendrían que correr por otro camino. Dice:
O.P.: –No nos hemos ocupado de Cipolatti, Pradón o Rímolo porque son historias con una base noticiosa pero fogoneadas al punto del grotesco; queremos la noticia en estado puro, sin segundas lecturas. Tenemos otra meta: informar con seriedad y credibilidad.
–¿Y cómo se contesta al postulado: es lo que quiere la gente?
O.P.: –Telefé es un canal líder en cuanto a saber lo que quiere el público, y nosotros compensamos con una zona de país real. Y privilegiamos al ciudadano medio frente al famoso mediático.
F.A.: –En el tema de la información, no hay modernos ni clásicos. Qué merece ser noticiable en Canal 7 es objeto de duda. Pero cuando todos muestran algo no podemos dejar de incluirnos en la TV de hoy. A la noticia le pasó lo mismo que al reality show: cada vez tuvo que mostrar más. En Estados Unidos se están mostrando violaciones, masacres...
Y llegarán claro, las excusas, las disculpas o las restricciones. Que se incluyan Pipo, Giselle, la Suller y la Pradón en el noticiero, y que se enumeren las caídas de balcones... que se asuma un ligero interés por los dos dígitos del rating, pero –eso sí– con palabras atenuadas, salvedades, maneras solapadas de pedir perdón. Como corresponde al noticiero, pero al de antes... El catálogo siempre se encabeza con una negativa y rige el lento pero seguro avance del duelo, el pase de facturas o el salto desde el balcón. Para terminar, entonces, el novedoso manual de la noticia culposa. Aquí, las reglas para un escándalo atenuado:
–No generarlo nosotros –dirá Diego Kolankowsky–, tomar las cosas que proponen las figuras pero sin salir a comprobar si Enrique Iglesias la tiene chiquita o no.
–No clavar el móvil en la celda de Giselle ni hacer guardias en el hospital o en el juzgado –agrega Félix Arnaldo.
–No inmiscuimos en dramas privados que no se trasladan al hombre común –concluye Osvaldo Petrozzino–, no queremos plantear privilegios.

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