EL PAíS › LA INTERNA INSTITUCIONAL DE LA COMUNIDAD JUDIA SE ENDURECE DESPUES DE WASHINGTON

La AMIA, enojada, puede desalojar a la DAIA

Con Menem y Kirchner como trasfondo, la interna comunitaria pasó a un nivel de enfrentamiento mayor después de que la DAIA criticara públicamente la distinción al Presidente en EE.UU. Dirigentes de AMIA plantearán esta semana que la DAIA se vaya de Pasteur.

 Por Raúl Kollmann

Carlos Menem y Néstor Kirchner aparecen en el trasfondo de una de las mayores y más duras internas que se recuerden en la comunidad judía. Algunos de los máximos dirigentes de la AMIA evalúan presentar esta semana la propuesta de expulsar a la DAIA del edificio de Pasteur 633. Es más, la cuestión se trataría hoy al mediodía en una reunión de la mesa directiva. En la propia DAIA, el escándalo también trepó a niveles inéditos. El presidente de esa identidad, con licencia por enfermedad y desde la clínica en la que está internado, sostuvo: “O ellos, o yo”. Ellos son los hombres que lo reemplazan durante su enfermedad, el vicepresidente primero de la DAIA, Jorge Kirszenbaum, y el secretario general, Julio Toker, dos dirigentes que fueron del riñón del ex presidente de la DAIA Rubén Beraja y que en Washington emitieron un comunicado contra el presidente Néstor Kirchner. En ese texto, de hecho, salieron en defensa del juez Juan José Galeano y del comisario Jorge Palacios, desplazado recientemente por el Gobierno. En el fondo, lo que causó mayor estupor es que los dirigentes ligados a Beraja volvieron a exhibir las posturas del banquero y, sobre todo, las posturas que los ubicaron durante años en sintonía con Carlos Menem.
Hoy mismo
Hoy regresa a la Argentina el titular de la AMIA, Abrahám Kaul, quien convocará a la conducción de esa entidad para discutir las medidas a tomar en el conflicto desatado dentro de la comunidad judía. La postura de algunos de los máximos dirigentes es pedir que la DAIA abandone la sede de la AMIA, el edificio de la calle Pasteur reconstruido después del atentado. Ello requiere de una mayoría muy fuerte en la conducción, que no será para nada fácil de conseguir, pero la postura en sí misma demuestra la dureza de la polémica con Kirszenbaum y Toker.
La AMIA es la mutual de la comunidad judía, esencialmente dedica a ayudar a los sectores más necesitados y a organizar la cultura y educación judía. Pero su importancia deviene también del hecho de que la conducción se vota por sufragio directo, o sea que votan miles de integrantes de la comunidad. Tradicionalmente encabezan la AMIA sectores que se referencian en el laborismo israelí, que se ubican a sí mismos como progresistas.
La DAIA es considerada como la representación política de los judíos en la Argentina: allí están agrupados los clubes, sinagogas, colegios e instituciones culturales. Su debilidad es que no hay voto directo, sino que pequeñas instituciones tienen casi los mismos votos que los grandes clubes y agrupamientos de la comunidad. Ese mecanismo le permitió a Beraja sostener su poder, ya que tenía el respaldo de la comunidad sefaradí y de muchas sinagogas pequeñas, ortodoxas en el territorio religioso, a las que el Banco Mayo, liderado por Beraja, les daba una mano económica.
En la última elección, la asamblea de la DAIA eligió como presidente a Gilbert Lewi, quien se presentó como opositor a Beraja y también se considera progresista. Sin embargo, como no hay lista sábana, y cada miembro del consejo directivo es elegido por esa asamblea, buena parte de los cargos quedó igual en manos de hombres más que cercanos a Beraja. Después ocurrió lo imprevisto: Lewi tuvo que pedir licencia por padecer una enfermedad muy seria y delegó la presidencia en el berajista Kirszenbaum.
Furia y pasajes
La reacción de la AMIA tiene que ver con la nota pública que sacaron los dirigentes de la DAIA veinticuatro horas antes de que el presidente Kirchner hablara ante la Conferencia Anual del American Jewish Committee (AJC), que se hizo en Washington. El primer cuestionamiento está relacionado con ese hecho: una crítica al primer mandatario de un país, realizada en el extranjero, desairándolo y de hecho cuestionando a una entidad, el AJC, que lo recibía, le dio la palabra y lo había anunciado como una distinción por su compromiso con la investigación del atentado contra la AMIA y por la apertura de los archivos sobre la llegada a la Argentina de jerarcas del Tercer Reich.
“La AMIA es la entidad hermana del AJC –explicó a Página/12 uno de los dirigentes clave de la AMIA–. La invitación se la entregó la AMIA hace seis meses al Presidente en la Casa Rosada, de manera que hubo consultas previas de los norteamericanos sobre si correspondía o no hacer la distinción al Presidente. Obviamente que a una Conferencia en la que participan casi dos mil representantes de la comunidad judía norteamericana no hubieran invitado a alguien cuestionado por los judíos argentinos y por ello la invitación tuvo el visto bueno de la AMIA hace seis meses. A nosotros nos pareció que Kirchner hizo gestos muy positivos obligando a los agentes de la SIDE a declarar en el juicio oral por el atentado y abriendo los archivos de Migraciones y otras dependencias para investigar cómo llegaron a la Argentina, en los años ‘40 y ‘50, los genocidas de Hitler. Por ello dijimos que estábamos de acuerdo.”
“A esto hay que agregar –siguió el referente de la AMIA– que con mucho más de un mes de antelación, la noticia se publicó en los diarios argentinos. Y pese a todo esto, al final resultó que la DAIA, que no dijo ni una palabra en Buenos Aires durante todos estos meses, sacó un comunicado en Washington desautorizando al AJC y a la AMIA 24 horas antes de la Conferencia Anual. Aunque no sea un dato central, hay que agregar que Kirszenbaum, Toker y otro funcionario de la DAIA viajaron a Washington a la Conferencia Anual con los pasajes y el hotel pagados por la entidad norteamericana. O sea que se mantuvieron callados, aceptaron que les paguen todo para ir a un evento en el que se iba a hacer algo que ellos consideraban inaceptable como era la distinción a Kirchner y terminaron sacando un comunicado en Washington, desairando a un presidente en el exterior, sin consultar a la AMIA ni al AJC.”
Los fundamentos del comunicado de la DAIA encendieron una enorme polémica (ver aparte), pero el trasfondo de la ofensiva contra Kirchner es que esos dirigentes ligados a Beraja interpretan que el Presidente está detrás de una serie de hechos que apuntaron contra lo que siempre sostuvieron el eje Beraja-Menem:
- Por de pronto, Beraja está preso por asociación ilícita y estafas perpetradas en la administración del Banco Mayo. Hubo hombres afines al ex titular de la DAIA que les pidieron a integrantes del Ministerio de Justicia que hicieran algo para que quede en libertad, lo que fue rechazado por los hombres del Ejecutivo con el argumento de que “el caso está en la Justicia. No nos metemos”.
- Kirchner firmó un decreto obligando a los miembros de la SIDE a declarar en el juicio oral. Ello permitió probar que el juez Galeano, que estuvo siempre apoyado por la DAIA, le pagó en forma ilegal y clandestina al armador de autos truchos Carlos Telleldín, imputado en el caso AMIA. También se comprobaron otras irregularidades y la DAIA, en lugar de reivindicar que esos descubrimientos resultaron positivos para saber la verdad, reaccionó protestando porque el juicio oral derivó en una investigación en contra de Galeano. Es decir, salieron en defensa de lo hecho por el gobierno de Menem, la SIDE de aquella época, el juez y los dirigentes de la DAIA de entonces.
- El Ejecutivo desplazó al comisario Jorge Palacios ex titular de la División Antiterrorista de la Policía Federal. La DAIA, que en su momento le realizó un homenaje a la Federal pese a que hubo muchas anomalías en la investigación que realizó del atentado, expresó su rechazo a la decisión de pasar a retiro a Palacios.
- El Tribunal que lleva adelante el juicio por el atentado decidió marginar a los fiscales porque consideró que supieron del pago ilegal de Galeano a Telleldín. Se trató de una decisión controvertida, sobre todo porque falta apenas un mes para terminar el juicio. De todas maneras, los dirigentes de la DAIA dejaron entrever –sin pruebas– que el Gobierno también tuvo que ver con esa resolución, algo que en la Casa Rosada rechazan categóricamente. Aun en Tribunales todos coinciden en que los jueces de ese tribunal oral tienen pocas pulgas y no hay evidencias de que se hayan dejado presionar por nadie. Además, hay un veedor permanente de la OEA en el juicio.
Más allá de cada uno de los hechos, para muchos dirigentes de la AMIA, la oposición de la DAIA y los familiares de las víctimas lo que ocurrió es que dirigentes del eje Beraja-Menem, sin consultar a nadie, salieron a la cancha a cuestionar a Kirchner, en el extranjero y con argumentos que están en la línea del banquero y el riojano. En la reunión de hoy de la AMIA y las de los próximos días en la DAIA (ver aparte) lo que va a estar sobre el tapete no es ni más ni menos que la década menemista y lo que dejó en la comunidad judía.

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El edificio de Pasteur al 600, reconstruido después del atentado.
Pertenece a la AMIA, pero la DAIA también tiene sus oficinas ahí.
 
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