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El plan para normalizar el PJ porteño ya está trazado y sólo resta definir algunos detalles para empezar a ejecutarlo: el primero de los pasos consiste en terminar de consensuar la reforma a la carta orgánica; el segundo, en acordar con la actual intervención la instrumentación de los cambios en la estructura partidaria, y el tercero, en convocar a internas para el último domingo de noviembre o el primero de diciembre. El mentor del plan no es otro que Alberto Fernández, quien entonces irá en busca de la presidencia del peronismo metropolitano. El esquema armado por el jefe de Gabinete incluye en su boleta a Daniel Scioli, como primer candidato a congresal nacional, y a Daniel Filmus, para la titularidad del Instituto de Formación y Capacitación del partido.
De no ser por el desplazamiento de Alfonso Prat Gay de la presidencia del Banco Central, Fernández hubiera avanzado aún más en el armado que viene tejiendo para quedarse con la conducción del PJ. El jefe de Gabinete tenía previsto reunirse el último viernes con el secretario de Seguridad, Alberto Iribarne, y con el secretario de Descentralización porteño, Héctor Capaccioli, para trabajar al respecto, pero tuvo que suspender el encuentro. Los cambios en el Central incluyeron también los pases al directorio de esa entidad del titular de la Sindicatura General de la Nación, Miguel Pesce, y del presidente de Lotería, Waldo Farías, y Fernández se vio obligado a ocuparse de ese tema y a postergar la reunión para algún día de esta semana.
El propósito de la reunión es definir detalles de un plan que en sus trazos gruesos ya está diseñado y que empieza por la reforma de la Carta Orgánica del PJ porteño. “La idea es acortar de cuatro a dos años la duración de los mandatos, reducir de 300 a 100 los congresales, bajar de 70 a 30 el número de integrantes del Consejo del partido y que la Mesa Ejecutiva no tenga más de 16 miembros”, explicó un peronista que conoce pormenorizadamente el esquema que plantea Fernández.
En principio, el jefe de Gabinete ya tiene el visto bueno de una serie de dirigentes peronistas, para avanzar en ese sentido y sólo le falta terminar de consensuar las reformas. El paso posterior es presentárselas al interventor del partido, Ramón Ruiz, para que las instrumente. Si todo marcha tal cual tiene previsto, las internas podrían ser convocadas para el último domingo de noviembre o a más tardar el primero de diciembre.
De acá a entonces el tiempo no es demasiado, pero es justamente eso lo que Fernández y los suyos pretenden. “Queremos hacer todo en los plazos más cortos posibles conforme a ley –precisan– para no darle a la oposición la posibilidad de atacar a Kirchner y a Alberto, ni tampoco la oportunidad de revivir a los viejos monstruos. Seguro que nos van a aparecer algunos locos como (Diego) Guelar o (Inés) Pérez Suárez, pero esos ni siquiera van a conseguir los avales para presentarse a la elección.” Hace unas semanas Guelar y Pérez Suárez tomaron simbólicamente la sede del PJ porteño en reclamo del fin de la intervención y en contra de las aspiraciones del jefe de Gabinete.
La decisión de Fernández de tomar el control del peronismo porteño va en línea con el cambio de actitud de Néstor Kirchner, quien en su momento, no fue al Congreso del PJ en Parque Norte con el argumento de que tenía “cosas más importantes que hacer”, pero ahora analiza seriamente la posibilidad de asumir la presidencia del partido. Un hombre de confianza del jefe de Gabinete explicó a Página/12 que “el PJ porteño es un salvavidas de plomo y tiene pésima imagen; lo que nos proponemos es ponerlo en línea con Kirchner”.
Después de mantenerlo relegado por meses, desde la Casa Rosada recompusieron la relación con Scioli y el artífice de eso fue justamente Fernández. Lo que ambos conversaron fue que trabajarían juntos en la recomposición del PJ y, al mismo tiempo, cada uno por su lado de cara al 2007 y que llegado el momento, quien estuviera mejor posicionado tendríamás chances de postularse a la Jefatura de Gobierno porteño. Hay albertistas, incluso, que especulan que en función de “las responsabilidades que Kirchner le ha delegado es difícil” que el jefe de Gabinete pueda dar finalmente pelea en la ciudad, pero que tal vez sí lo pueda hacer el vicepresidente.
Lo concreto es que hoy los albertistas cuentan a Scioli en sus planes para recuperar el peronismo porteño y aseguran que será primer candidato a congresal nacional en la boleta encabezada por Fernández. En la lista incluyen también al ministro de Educación, Daniel Filmus, como postulante a la presidencia del Instituto de Formación y Capacitación del partido. En el mismo armado político ubican a los Jóvenes K, al Suterh y a dirigentes como Iribarne, Kelly Olmos y Víctor Colombano. También a Eduardo Rollano y a Jorge Argüello, de quienes dicen que “ya han dado señales de que se van a apartar del macrismo para venir con nosotros”. Entre los que consideran fuera de su esquema están Miguel Angel Toma, Cristian Ritondo, Andrés Rodríguez y Diego Santilli.