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El gobierno bonaerense ofreció a los docentes provinciales un aumento de 85 pesos a partir del 1º de enero y garantizó que el sueldo de bolsillo de ningún maestro quedará por debajo de los 600 pesos. Esta oferta intenta destrabar el conflicto que complicó el final del ciclo lectivo y abre una vía de diálogo entre ambas partes luego de varias semanas de discusiones cerradas. La propuesta será evaluada la próxima semana por los trabajadores nucleados en el Frente Gremial Docente (FGD), pero las negociaciones podrían estirarse hasta febrero, ya que los gremios consideraron que el incremento salarial ofrecido es “insuficiente”.
La propuesta de acuerdo fue presentada por los ministros de Economía, Gerardo Otero; de Trabajo, Roberto Mouillerón, y de Educación, Mario Oporto, en una reunión que mantuvieron con los representantes del FGD, que nuclea a los trabajadores de Suteba y de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB). El encuentro se desarrolló por la mañana en La Plata y fue convocado por Oporto, lo que marcó un giro en la actitud que había mostrado hasta el momento el gobierno de Felipe Solá frente al conflicto docente.
Los puntos propuestos por la administración provincial quedaron plasmados en un acta que será discutida puertas adentro por los gremios desde la semana que viene. El documento recoge distintos reclamos que el sector docente plantea desde hace tiempo, como el piso salarial de 600 pesos de bolsillo para todos los maestros, a los que se sumarán los 110 pesos correspondientes al Fondo de Incentivo Docente y las asignaciones familiares. El gobierno bonaerense se comprometió además a crear 5000 nuevos cargos, a realizar inversiones por 230 millones de pesos “en obras de construcción, refacción y ampliación de escuelas” y a destinar 70 millones de pesos durante 2005 para comprar material didáctico.
Los funcionarios provinciales aseguraron al mismo tiempo que desde La Plata se gestionará ante el Ministerio de Educación una ampliación del cupo de becas para alumnos del polimodal y destacaron que “reconsiderarán –como exigen desde hace años los docentes– los mecanismos de cobertura de suplencias por ausencias menores a cinco días” y propusieron reducir ese plazo a tres días a partir del inicio del próximo ciclo lectivo.
Los representantes de los trabajadores docentes destacaron cada uno de estos puntos, pero no todo quedó resuelto. El inciso que sigue haciendo ruido es el del incremento salarial que reclaman los maestros. “Es muy positivo que el gobierno garantice el piso salarial de 600 pesos –que se suman al incentivo docente y a las asignaciones– y valoramos todas las inversiones que mejoren el servicio educativo, pero creemos que el incremento de 85 pesos remunerativos por cargo docente ofrecido es insuficiente”, aseguró a Página/12 el titular del Suteba, Roberto Baradell. “Un aumento de ese monto –dijo– achata la pirámide salarial, porque elevando el sueldo mínimo puede significar que un trabajador con diez años de antigüedad cobre casi lo mismo que uno que recién comienza.” Por su parte, la titular de la FEB, Mirta Petrocini, señaló que esa oferta “no es la que esperábamos, creíamos que podía ser mayor”.
Estos cuestionamientos fueron planteados durante el encuentro de ayer frente a los ministros platenses y serán discutidos por los docentes a nivel interno desde el lunes. Ese mismo día, los representantes gremiales volverán a mantener una reunión con Oporto, pero difícilmente puedan llevar alguna definición. “Creemos que faltan algunas discusiones sobre el tema salarial y estos debates pueden seguir abiertos hasta febrero”, señaló Baradell. “Serán los docentes quienes definirán qué postura adoptar frente a la oferta del gobierno, en un congreso que realizará el gremio en febrero”, explicó por su parte Petrocini.
El titular de Suteba destacó la nueva apertura al diálogo de la administración bonaerense y aseguró que “es producto de la fuerza que alcanzaron los reclamos gremiales”. “Hace un mes teníamos una negativa cerrada y eso cambió, no por una voluntad política, sino porque el gobierno se dio cuenta de que no podía seguir haciendo como si no pasara nada.” Pese al nuevo escenario de negociación abierto luego de que la relación entre el gobierno provincial y los docentes llegara a un pico de tensión, lo cierto es que el tema del incremento salarial –el que inició todo el conflicto– sigue rodeado de indefiniciones.

Informe: Alfredo Ves Losada.