EL PAíS › EL PRESIDENTE RESPALDO A PAMPURO Y
DESIGNO A SCHIAFFINO EN LA FUERZA AEREA

De la cúpula no quedó ni el perro

El presidente Néstor Kirchner dijo que la Fuerza Aérea tenía “la obligación de informarnos que había narcotraficantes que estaban usando el aeropuerto argentino para transferir droga”. Justificó así el descabezamiento de la cúpula de la Aeronáutica que obligará el pase a retiro de entre diez y quince brigadieres.

“No me tembló la mano. Tenían la obligación de informarnos de que había narcotraficantes que estaban usando el aeropuerto argentino para transferir droga. No nos avisaron y hemos procedido”, explicó el presidente Néstor Kirchner sobre el recambio de la cúpula aeronáutica decidido tras el escándalo provocado por el tráfico de 60 kilos de cocaína a Madrid desde el Aeropuerto de Ezeiza. El brigadier Eduardo Schiaffino fue designado nuevo jefe de la Fuerza Aérea en reemplazo de Carlos Rohde, quien fue pasado a retiro. La decisión la tomó Kirchner luego de un encuentro con su ministro de Defensa, José Pampuro, a quien respaldó abiertamente en su cargo. El descabezamiento de la cúpula aeronáutica incluyó a otros nueve brigadieres, aunque en las próximas horas podrían sumarse cinco más, según confirmaron en la Casa Rosada.
El Presidente decidió los relevamientos luego de que la Fuerza ocultara a Pampuro los datos sobre el envío de 60 kilos de cocaína desde Ezeiza hacia el aeropuerto de Barajas, en España. El ministro de Defensa se enteró por los partes de inteligencia que recibió Kirchner.
“Es un problema de necesidad, de hacer una gestión correcta, de tener un sistema de funcionamiento correcto para que la Fuerza Aérea brinde información a las autoridades”, señaló el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Remarcó así el ocultamiento de datos de un episodio que ocurrió el 16 de septiembre del año pasado, una irregularidad que sacó de quicio a la Casa Rosada.
Por eso Kirchner volvió sobre el tema una y otra vez durante su recorrida en Mar del Plata. “Ahora hay que ir hasta el fondo. Queremos saber el nombre de todos los culpables. Será la Justicia la que tiene que proceder con firmeza, la Justicia debe ser rápida y debe tener celeridad”, dijo el Presidente.
Hubo además, como señaló Página/12 en su edición de ayer, un fuerte rechazo del Gobierno a la actitud corporativa de la Fuerza Aérea, que el martes negó cualquier responsabilidad en los hechos aun antes de investigarlos.
Esa actitud quedó al desnudo en una conferencia de prensa, en la que participó Rohde, el hasta entonces titular de la Policía Aeronáutica Nacional (PAN), comodoro Horacio Giaigischia, y también Pampuro. En Gobierno aseguran que el ministro fue por su cuenta. En la cartera de Defensa aseguran que Pampuro contó con el guiño de la Casa Rosada.
“Habían pasado tres días desde que la noticia salió en los diarios y nadie hablaba. Entonces se decidió hablar. Había que poner la cara, no ocultarse. Y para ello se pidió autorización”, consignó a este diario una fuente de Defensa, la misma que reconoció que tantos dimes y diretes “magullaron” a Pampuro.
El cortocircuito atizó las especulaciones de un desplazamiento del ministro. Finalmente Kirchner le brindó un respaldo público desde la rambla marplatense, a donde llegó ayer con su esposa Cristina Fernández y medio gabinete para iniciar, sin explicitarlo, la campaña proselitista en un territorio donde disputa poder, ya no con la oposición sino con el sector del peronismo que comanda Eduardo Duhalde.
–Nunca estuvo en duda la continuidad de Pampuro –dijo Kirchner, mientras recorría las obras de remodelación en el Hotel Provincial de Mar del Plata. El respaldo llegó poco después de una serie de cuestionamientos que el ministro comenzó a recibir de referentes de todo el abanico ideológico, como el ultraderechista Vicente Massot o la dirigente de centroizquierda Elisa Carrió. La titular del ARI directamente consideró a Pampuro como “una vergüenza nacional” y pidió su interpelación, la de Alberto Fernández, la del ministro De Planificación Federal, Julio De Vido, y la del secretario de Transporte, Ricardo Jaime.
Sólo el jefe de Gabinete le respondió en términos genéricos, pidiendo que la Justicia siga las investigaciones, para luego seguir argumentando a favor de los cambios implementados. Schiaffino, de 53 años, llegó al grado de brigadier el 31 de diciembre pasado y se desempeñaba hasta ahora como jefe de la Región Aérea Sur, con asiento en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Entre sus antecedentes figura el ingreso, en 1969, a la Escuela de Aviación Militar de Córdoba, de la que egresó en 1972 con el grado de alférez. Es aviador militar con especialidad en helicópteros, el primero de la historia en llegar al máximo cargo de la Fuerza Aérea.
El brigadier Schiaffino, que estuvo a cargo de los 23 aeropuertos de la Patagonia, es ex combatiente de Malvinas y licenciado en sistemas aéreos y aeroespaciales, además de haber sido agregado aeronáutico en la embajada argentina en Asunción del Paraguay.
El descabezamiento de la cúpula militar se llevaría a 15 brigadieres. Rohde y otros 9, seguro. En cambio, los cinco restantes, de la misma promoción que Schiaffino, serán analizados “caso por caso” por el Ministerio de Defensa ya que no se trata de pases a retiro obligatorios. Es que, de acuerdo con el reglamento militar, cuando son de mayor antigüedad –como son estos casos– pueden dar un paso al costado y no ser dirigidos por uno de menor antigüedad.
Sea como fuere, se trata de un recambio numéricamente más importante al que se especulaba originalmente. Algo similar había ocurrido con los relevamientos producidos cuando asumió Kirchner en la conducción del Ejército al nombrar al general Roberto Bendini.
Además de la cúpula aeronáutica, la crisis también se cargó a la de la Policía Aeronáutica Nacional (PAN), dependiente de la Fuerza Aérea, que tiene como misión custodiar la seguridad en los aeropuertos internacionales del país. Kirchner dispuso por 45 días la intervención del organismo, ahora a cargo del viceministro de Defensa, Jaime Garreta.
Por estas horas se analiza, además, la posibilidad de que la Gendarmería Nacional retorne a su función de controlar los aeropuertos porque es una fuerza de seguridad interior, que depende de la cartera política y no de Defensa.
El episodio compromete a la empresa Southern Winds, a la PAN y a la Fuerza Aérea porque el principal sospechoso para la Justicia es el detenido Walter Beltrame –prófugo durante 50 días–, hijo del ex jefe de Ezeiza, comodoro Alberto Beltrame, quien recién fue desplazado de su cargo el viernes pasado.

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Año 2003: el ministro José Pampuro pone en funciones al nuevo jefe de la Fuerza Aérea, Carlos Rohdes, “a la izquierda”.
 
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