EL PAíS › RECHAZO BRITANICO A LAS RECETAS ESTANDARIZADAS

Ni Europa hace lo que el FMI dice

“No aceptaré las recomendaciones del FMI.” ¿Quién lo dijo? ¿El representante de un país en desarrollo altamente endeudado? No, el ministro de Economía británico, Gordon Brown. Lo hizo frente a Rodrigo Rato y en público, provocando la sorpresa del auditorio y la inocultable incomodidad del titular del organismo. Cada vez resulta más claro que los mismos países del G-7 que instan al Fondo a presionar a la Argentina no tienen la menor intención de acatar ellos mismos las recetas que pretenden para los demás. En un segundo plano resulta notable que las recomendaciones sean siempre las mismas, tanto para Europa como para el resto de los países. También que entre las críticas más fuertes a Europa no se encuentre una cuestión financiera sino la reducción de la jornada laboral.
La reunión conjunta del FMI y el Banco Mundial de este fin de semana fue un escenario inusual para los rechazos públicos. En una conferencia de prensa brindada junto al titular del Fondo, luego de la reunión del Comité Financiero y Monetario Internacional (CFMI), Brown se expresó sin ambigüedades. “No aceptaré las recomendaciones del FMI”, afirmó frente a un Rato azorado y un auditorio entre sonriente y boquiabierto.
Brown es nada menos que el presidente del CFMI, el principal órgano asesor del Fondo. Mientras Rato tragaba saliva, el ministro británico agregó “con respeto” que “no es la primera vez” que “los empleados del FMI” se equivocaban en las proyecciones sobre la evolución de la economía de su país. Se refería al contenido del “World Economic Outlook”, un informe anual del FMI que cruza perspectivas económicas y recomendaciones de política.
Tras rechazar la baja proyección de crecimiento que el informe prevé para el Reino Unido, Brown aseguró que “seguiremos adelante con nuestros planes de gasto público”. El FMI había recomendado a su país “acelerar el ritmo de consolidación fiscal que es muy modesto en el actual presupuesto”.
Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, también optó por rechazar la sugerencia del Fondo de bajar tasas de interés. Para el FMI, ésta sería una de las causas de la debilidad de la economía europea, que sólo crecerá el 1,6 por ciento en el 2005. Para el comisario económico de la Unión Europea, Joaquin Alumnia, el lento crecimiento, según expuso ante el CFMI, se debió a los elevados precios del petróleo y a la fortaleza del euro.
El economista jefe del FMI, Raghuram Rajan, se había quejado la semana pasada por algunas actitudes de Europa, como la discusión, impropia para el mundo actual, de reducir la jornada laboral a un máximo de 35 horas semanales.

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