EL PAíS › EL DEBATE SOBRE SUBVERSION ECONOMICA, PARA MAÑANA

El Fondo tendrá que esperar

Los radicales están dispuestos a dar quórum pero no a votar a favor. Los peronistas no terminan de garantizar los apoyos necesarios para lograr que se derogue la norma, a gusto del FMI.

Por Eduardo Tagliaferro y Felipe Yapur

Luego de las críticas del presidente Eduardo Duhalde en La Pampa a sus socios en el Congreso y de la embestida de las principales voces del peronismo convocando a “romper la alianza con la UCR”, los senadores radicales volvieron a jugar fuerte por el Gobierno. Si bien adelantaron que no apoyarán la derogación de la Ley de Subversión Económica, se mostraron partidarios de facilitar el quórum para no complicar más los días de Duhalde en la Rosada. El tema no es menor, ya que el justicialismo no contaba hasta ayer con las voluntades necesarias para garantizar el comienzo de la sesión parlamentaria. Lo único que pueden exhibir los hombres del peronismo es su voluntad de alinearse con el FMI, hasta el momento le faltan también los votos para el dictamen de comisión y la mayoría en el recinto para insistir con la derogación votada en una trasnochada sesión en la que, luego de que fuera rechazado su propio proyecto, exhumó uno presentado por el salteño Ricardo Gómez Diez y el bussista Pablo Walter. Si las cuentas no fallan, hasta el momento el rechazo a la derogación ganaría 35 a 34 votos.
A primera hora de ayer el PJ insistía con su proyecto de máxima: conseguir el respaldo en la sesión especial de la tarde. Luego de que la chicharra sonara insistentemente durante unos minutos llamando al recinto, quedó en claro que no habría debate. Lejos de tomarlo como un fracaso, el bloque oficialista mostró cierto alivio por la actitud mostrada por el radicalismo. Lo cierto es que las presiones, los llamados telefónicos, las reuniones, y hasta las sutiles amenazas, fueran la constante durante toda la jornada de ayer. No hubo bloque que quedara al margen.
- Se dobla... Pero no se rompe. Perdidos en la neblina y buscando su rumbo, los radicales intentaron a lo largo del día justificar lo que aparece como difícil de explicar. Después de haber reclamado hasta el cansancio “su oposición a la derogación”, son los propios boinas blancas los que facilitan dar por tierra con la norma cuestionada por el Fondo y reivindicada por los gobernadores en los ya emblemáticos 14 puntos. A primera hora de la mañana, luego de la reunión del Comité Nacional, su titular Angel Rozas había adelantado que “darían quórum”. Luego de haber cedido en el primer obstáculo, el resto vendría sólo. Por eso Maestro fue un paso más allá y reclamó públicamente la reunión de la Comisión de Asuntos Penales. De esta manera ayudaba al PJ a tener un dictamen de comisión y así evitarle la necesidad de contar en el recinto con los votos favorables de los dos tercios de los presentes para habilitar la discusión. El radicalismo tiene cuatro miembros en la comisión, su presidente Jorge Agúndez, Eduardo Brizuela del Moral, José Luis Zavalía y la rionegrina Amanda Isidori. En la anterior votación el puntano se abstuvo por ser miembro del Consejo de la Magistratura y allí se discutía un caso vinculado a la ley 20.840. A pesar de que ya fue resuelto, Agúndez sigue reclamando su derecho a la abstención. Si se concreta le resolvería los problemas al PJ, ya que la votación final quedaría 34 a 34 y el presidente del cuerpo, Juan Carlos Maqueda, desempataría a favor del proyecto oficial.
“No es cierto que Pablo Verani haya presionado al bloque y los senadores de Río Negro con su renuncia al cargo si no se facilitaba la derogación”, dijo a Página/12 la rionegrina Isidori para disculpar de esta manera a su gobernador, que fue junto al resto de los mandatarios radicales uno de los que “presionó” para que se habilitara el tratamiento.
- Los compañeros del Fondo. Para conseguir el voto favorable, el peronismo no descartó ninguna maniobra posible. Durante la mañana, desde el bloque PJ se amenazó con separar de la Comisión de Asuntos Penales a los díscolos Jorge Yoma y Cristina Kirchner. Para ello sólo necesitaban una nota del titular de la bancada. “Esto termina peor que la ley de reforma laboral”, fue la respuesta de los rebeldes. El que más azuzó conla expulsión fue el riojano Eduardo Menem. El veterano Antonio Cafiero apretó al rebelde Marcelo Guinle con referencias a la historia del PJ: “El único que me da lecciones de peronismo es mi padre”, le respondió el chubutense. El último intento vino de la mano de Gioja, Carlos Verna y Luis Barrionuevo, quienes se reunieron con los críticos. El argumento utilizado fue la “solidaridad”. Cuando escucharon un “no” rotundo, les deslizaron la posibilidad de bajar al recinto y gritar de viva voz el nombre de los rebeldes: “Mejor, si lo hacen la gente en la calle va a terminar aplaudiéndonos”, respondió Kirchner. El trío se retiró con sus manos vacías.
- Resto del Mundo. Gómez Diez y Walter están de parabienes. Es su proyecto el que está en disputa. Pero el PJ les pide mayor actividad a la hora de convencer al resto de los representantes de los partidos provinciales. Será difícil, la neuquina Luz Sapag, el liberal Lázaro Chiappe y la sanjuanina Nancy Avelín están en contra de la derogación. Por otra parte, la frepasista Vilma Ibarra cargó las tintas contra los radicales: “Están actuando con doble discurso y facilitando todo para la eliminación de la ley”. De todas formas ella persistirá con el rechazo al proyecto oficial.

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Marcelo López Arias, senador del PJ, solito y solo en el recinto del Senado, ayer a la tarde.
 
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