EL PAíS

Tres enfoques para un mismo fenómeno

ALFREDO E. CALCAGNO.
“Auspiciosa intervención”

“Resulta muy positivo que el Estado se haga cargo de los servicios públicos. Sería auspicioso que la cuestión de LAPA sea el punto de partida de una mayor intervención estatal en los servicios, siempre y cuando cumpla con niveles aceptables de calidad y tarifas. Esta ofensiva descarta que el Estado se haga cargo de las deudas y los errores de los empresarios. En la historia reciente se estatizaron los pasivos de distintas compañías, como ocurrió en la época de José Alfredo Martínez de Hoz, con el objetivo de salvar a los malos empresarios y transferirles los costos a la sociedad. Tampoco estoy de acuerdo con el plan de que la nueva empresa sea estatal por un corto período y después se venda. Insisto: los servicios públicos deben ser prestados y garantizados por el Estado. Al respecto, aún se desconoce la estrategia del nuevo gobierno. También hay que ser conscientes de que el aeronáutico no es el único sector estratégico para el Estado. Más aún lo es el petrolero, por eso planteo la creación de una empresa nacional de hidrocarburos.”

ALDO ABRAM.
“Experiencias desastrosas”

“La experiencia del Estado administrando empresas es históricamente desastroza en la Argentina. Es ilógico que el Gobierno salga al rescate de la quiebra de una compañía. ¿Por qué no hizo lo mismo con miles de empresas que cayeron durante la crisis? El Estado podría otorgar subsidios a los empleados, pero no hacerse cargo de una compañía. El argumento de que el aeronáutico es un mercado estratégico es absurdo. Si bien los contribuyentes no se hacen cargo del stock de deuda de LAPA, sí lo harán con las pérdidas futuras: está claro que si la empresa ganase dinero, no hubiese quebrado. No es cierto que haya un boom turístico y que las cosas vayan a modificarse. El turismo se encuentra muy por debajo a los niveles que demandaría la existencia de varias empresas aeronáuticas. El mercado debe adaptarse a la realidad y el Estado debe mantenerse ajeno a esa realidad. Hace una década nos dimos cuenta de que la estatización era un instrumento de política económica pernicioso para la sociedad. Sería malo que ahora cambie ese modelo. ¿Por qué habría que subsidiar a los pasajeros de avión?”

MARTIN HOUREST.
“Faltó más análisis”

“La operación de LAPA implica un riesgo: pasar del modelo de los años ‘90 donde se decía ‘ramal que para ramal que cierra’ a otro por el cual ‘empresa que cae, empresa que se estatiza’. Hay que discutir la situación de los distintos mercados. En el caso del aeronáutico, se trata de un mercado estratégico donde, entre otras cosas, no se discuten la lógica de las concesiones ni las prestaciones. Es un absurdo que Aerolíneas sea la línea de bandera y que, en lugar de LAPA, exista otra compañía estatal. No tiene ningún sentido lanzar una compañía sin analizar y discutir a fondo el funcionamiento del mercado y su regulación. El caso LAPA debería dar lugar a una reapertura de la discusión del mercado aeronáutico y eso implica estudiar el contrato de Aerolíneas Argentinas. En este marco, se debería tener en cuenta que el mercado aeronáutico da pérdidas, pero que ala vez es estratégico, y que el Estado debe ser un sólido regulador. Esa intervención no puede entenderse como un sucedáneo de los malos negocios llevados adelante por los empresarios.”

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