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Las elecciones internas son el plan que Duhalde preparó para K

El ex presidente mantuvo conversaciones con varios de los suyos. Plantea armar una lista de común acuerdo con Kirchner, presentarla a elección y, sin adversarios que se le enfrenten, proclamarla ganadora. Los planes para evitar la judicialización.

 Por Diego Schurman

Llamar a elecciones internas, dejar que Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde confeccionen una lista oficial y evitar la presentación de una boleta opositora, con lo que automáticamente quedaría consagrada una conducción a gusto de la Casa Rosada. Esa es la propuesta que el ex presidente le llevó ayer al actual mandatario para zanjar las diferencias que se presentan en la interna del PJ.
La iniciativa permite superar varios escollos en forma simultánea. Uno de ellos es evitar la “judicialización” del conflicto. Por ahora el PJ no se encuentra en estado de acefalía ya que la mayoría de los nombrados no presentó su renuncia. Pero si persisten las dimisiones, la jueza electoral María Servini de Cubría bien podría disponer una intervención judicial.
La otra ventaja que tiene la propuesta es que esta modalidad de rearmar la conducción justicialista no necesita de la convocatoria de un nuevo congreso partidario, ya que existe una junta electoral que se encargaría de las formalidades del llamado a elecciones.
Esa junta electoral es la misma que archivó la propuesta menemista de definir por internas el candidato presidencial del PJ, obligando al partido –como querían el duhaldismo y el kirchnerismo– a presentar tres candidatos.
Políticamente, la estrategia responde al deseo de Duhalde de bajar el tono de la disputa, buscando negociar personalmente la continuidad de las relaciones con la Casa Rosada. Si bien ya se registra cierta inercia del duhaldismo hacia la moderación, el propio ex presidente se encargó ayer de hacer llegar a su sector la necesidad de dosificar las apariciones públicas, dada la susceptibilidad de Kirchner.
Esto sucede, sobre todo, después de las apariciones mediáticas que el fin de semana realizaron Hilda “Chiche” Duhalde y Daniel “Chicho” Basile.
Detrás de las palabras componedoras, la mujer del ex mandatario y el diputado bonaerense dejaron entrever que el conflicto aún no estaba saldado. Kirchner no se quedó atrás y ayer, en un acto celebrado en Hurlingham, criticó a los que se resisten a los cambios, a pesar de los reclamos que en ese sentido expresara la sociedad en la crisis del 2001.
Duhalde dio a conocer la “solución” de las internas después de una ronda de llamados a diputados y gobernadores, que terminaron haciendo propia la iniciativa. En la Casa Rosada todavía la están analizando, aunque no creen que sea la única alternativa.
El ex presidente se valió del asesoramiento del apoderado del justicialismo, Jorge Landau, quien explicó a Página/12 algunos detalles técnicos de la propuesta:
- Como ya hay más de una decena de renunciados a la nominada conducción del partido –entre ellos su presidente, el gobernador jujeño Eduardo Fellner–, no hay chances de que ésta asuma formalmente el manejo del partido, pese que fue elegida hasta el 2007.
- Si bien hasta ahora no se conformó la figura de la “acefalía jurídica”, ya que los renunciados no conforman la mayoría, sí se vislumbra una “acefalía política”, pues al renunciar varios gobernadores quedó desvirtuada la impronta de la “conducción federal” que se buscó originalmente.
- En ese estado de situación, existe una junta electoral con mandato vigente y capacidad para convocar a elecciones abiertas en un lapso que oscile entre los 60 y 90 días, y fiscalizarlas con los padrones generales partidarios de cada uno de los distritos.
Obviamente que para allanar el camino hacia las internas deberá renunciar la totalidad de las autoridades partidarias nombrada el pasado viernes 26 en Parque Norte. Entre ellos los máximos referentes bonaerenses –Chiche Duhalde, José María Díaz Bancalari, Eduardo Camaño– que se mantenían firmes en sus puestos para no dar lugar a la acefalía.
En el duhaldismo dan por hecho que esto sucederá a la brevedad ya que el Gobierno se encargó de equiparar a los que se aferran a sus cargos con la gobernadora santiagueña Mercedes “Nina” Aragonés de Juárez, a punto de ser desplazada de su puesto por una intervención federal. De hecho, ayer mismo hasta un icono del menemismo, como el gobernador riojano Angel Maza, renunció a su cargo en el PJ.
Duhalde imagina las internas abiertas a la usanza menemista, ya que propone el armado de una lista única como hacía en sus tiempos su mayor enemigo interno en el PJ. Pero aun así, no tiene plenas garantías de que eso suceda. No por José Manuel de la Sota, quien a pesar de haber sido el blanco del kirchnerismo difícilmente vaya a alzarse contra la Casa Rosada. Las dudas son, más bien, por Adolfo Rodríguez Saá, su declarado enemigo. Aunque pocos lo saben, el puntano impugnó el congreso de Parque Norte y también las reuniones previas que los gobernadores mantuvieron en Córdoba ya que su hermano y actual mandatario de San Luis, Alberto, no recibió invitación alguna.
Aun así, en una interna abierta, y ante el alto grado de imagen positiva que registra Kirchner, es prácticamente imposible que sufra un revés en un comicio. Y hasta le serviría –según cree el duhaldismo– para consolidar un poder que fue construyendo desde su triunfo con el 22 por ciento en las presidenciales del año pasado hasta la fecha.

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