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Por C. R.

“Nosotros, desde el justicialismo, nunca nos opusimos a la reforma de (León) Arslanian.” El actual jefe de la bancada justicialista de la Cámara de Diputados de la Nación, José María Díaz Bancalari, negó ante Página/12 las versiones que circularon, allá por 1999, cuando él era ministro de Gobierno, acerca de la resistencia interna que tenía el luego renunciante ministro de Seguridad del gobierno de Eduardo Duhalde. “Nosotros le dimos todo nuestro apoyo y se lo vamos a dar ahora”, insistió el legislador. Sin embargo, durante el discurso de Arslanian en su asunción de ayer, fue notorio que cuando el flamante funcionario enarbolaba sus teorías “garantistas”, los aplausos más fuertes partían del público que estaba de pie en el Salón Dorado, y no tanto de los funcionarios provinciales ubicados en las butacas, frente al escenario donde el nuevo ministro juró “por Dios y por la Patria”.
Arslanian tuvo su público incondicional, entre ellos sus familiares y amigos, además de los ex miembros del tribunal oral que juzgó y condenó a los ex comandantes de la dictadura militar, Ricardo Gil Lavedra, Guillermo Ledesma y Jorge Torlasco. Uno de ellos, el jurista Gil Lavedra, opinó que “la reforma hoy es más necesaria que nunca y lo que espero es que Arslanian tenga todo el apoyo que necesita porque no es una tarea fácil”. Cuando este diario le preguntó si creía que no se iba a repetir la experiencia de 1999, respondió levantando las cejas y los hombros: “Esa es una cuestión política...”.
Guillermo Ledesma, que luego de juzgar a las Juntas Militares también fue abogado del mítico Alfredo Yabrán, consideró lisa y llanamente que Arslanian “se está jugando una patriada y la suya es una actitud muy valiente en un momento realmente difícil, porque está agarrando una papa caliente”. El director de Política Criminal del Ministerio de Justicia de la Nación, Mariano Ciafardini, dijo ser optimista en cuanto al apoyo que Arslanian recibirá del gobierno provincial. “Desde la gestión de (Raúl) Rivara, nosotros, desde la Nación, estamos trabajando en forma conjunta como nunca habíamos logrado hacerlo antes. Eso me hace creer que el nuevo ministro recibirá todo el apoyo que necesita para una gestión complicada.” En la reunión realizada ayer en el Salón Dorado hubo cientos y cientos de abrazos y besos. Entre tanto protocolo, quedó grabada un dialoguito entre un importante funcionario y uno de sus colaboradores: “Si esto fracasa me parece que tenemos que armar las valijas”.