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Un manotazo de ahogado que puede llamar la atención pero pocos votos

Algunos de los principales consultores de opinión sostienen que el discurso de “mano dura” rinde menos frutos que antes. Varios hacen la salvedad de que Patti podría robarle votos al propio PJ de Chiche Duhalde. La diferencia entre seguridad y venganza.

 Por Raúl Kollmann

La mayoría de los encuestadores y consultores de campañas electorales inscribe el violento discurso de ayer de Luis Patti en un intento por romper la situación desfavorable en la que se encuentra la alianza PJ-Paufe. Algunos consultores creen que la estrategia no es mala porque efectivamente existe –aunque no como hace un año– una demanda por la cuestión de inseguridad. En ese terreno, igual el diagnóstico es que Patti se dirige con su mensaje duro hacia su propio público y al que fuera de Aldo Rico, o sea que quiere asegurar votos que le pertenecieron. Eso, igualmente, no le serviría para recortar sensiblemente la distancia con el Frente para la Victoria, pero –tal vez– le permita disputarle algún diputado a sus socios de la lista del PJ o a pequeños sectores de clase media atemorizada que hoy votan a Ricardo López Murphy.
Un punto en el que coinciden los encuestadores es que habrá movidas como las de Patti para llamar la atención por parte de candidatos que vienen atrás en las encuestas. Estas son las opiniones de los consultores:
- Hugo Haime, Haime y Asociados: “Hay que ver si con ese discurso, Patti no le está peleando y sacando diputados a Chiche Duhalde. Me parece que en la provincia de Buenos Aires hay un problema de inseguridad que la gente lo percibe y lo siente. Y hay un reclamo de poner orden. Hasta ahora Arslanian lo ha ido controlando y por lo tanto no existe una mayoría que vaya a inclinar su voto por este tema. Pero siempre hay un segmento de la población que exige mano dura y Patti apunta mucho a ese sector. Allí él ya tuvo el 13 por ciento de los votos a gobernador y competía con Rico que también sumó otro 11 por ciento. Entonces hay espacio para ese discurso apuntando al 24 por ciento de los votos que ellos mismos ya sacaron. Ahora bien, la pregunta es ¿con quién compite Patti para conseguir diputados con ese perfil? Y la respuesta es que, lo más probable, es que tal vez esté impulsando el voto, Chiche senadora, Patti, diputado, restándole bancas al propio duhaldismo. Desde el punto de vista de la opinión pública, quiero aclarar que al ciudadano común no le atrae la idea de la venganza, sino que el reclamo es que la policía actúe”.
- Analía del Franco, consultora Analogías: “Me da la sensación de que el discurso duro, frente a Néstor Kirchner, no tiene tanto efecto. Aunque la oposición habla en términos acusatorios de que es garantista, en la población no es percibido como un blando. Además, la cuestión de la inseguridad no está en su momento más álgido. Distinto era ese mismo discurso, usado por Carlos Ruckauf, frente a alguien vulnerable como era Graciela Fernández Meijide. Ahí le funcionó bien y, además, no era una elección legislativa sino para gobernador. En el escenario actual, creo que Patti se orienta hacia su propio público, a retener votos, y tal vez una pequeña franja que se pueda asustar. Es un llamado a que la gente, en la batalla por las bancas de diputados, corte boleta a favor de Patti. Desde ya que creo que no le resta votos, pero tampoco le va a sumar gran cosa”.
- Heriberto Muraro, Telesurvey: “En todos los lugares del mundo, incluso en Nueva York, los vengadores son considerados héroes por la opinión pública. Lo considero lamentable, pero es así. Además, esa apología del uso de armas siempre termina mal, con la muerte de algún familiar o del improvisado al que se le ocurrió comprar el arma. Yo creo que siempre ese discurso suma votos, pienso que la cuestión de la inseguridad sigue siendo uno de los problemas a los que el ciudadano le presta atención, hay disconformismo con la falta de eficacia del Estado y en los medios el tema está permanentemente. Es un discurso que a Patti le suma votos”.
- Enrique Zuleta Puceiro, de OPSM: “Creo que veremos varias intentonas como las de Patti. Hay un hecho concreto, la coalición que él integra está en una situación de impasse, muy desfavorable. Si no cambia algo en forma espectacular, van camino a un resultado adverso. Que Patti exagere es un globo de ensayo para ver si se puede cambiar la tendencia, porque obviamente la inercia lo perjudica. Ahora bien, hay que hacer el análisis de si este tipo de discurso le puede servir o no. A primera vista yo diría que no. Los discursos apocalípticos sirven en situaciones en que la gente cree que vamos camino a un abismo, a una situación de todo o nada. No es el panorama actual. Creo que no existe el optimismo eufórico del año pasado, pero sí una expectativa, una sensación de mejora y por ningún lado se percibe un cuadro de ingobernabilidad. No existe un sector de clase media desesperada ni sensación de crisis final ni franjas que digan ‘peor no podemos estar’, todo lo que sintonizaría con ese discurso. Yo pienso que hace falta una campaña más de centro, no una campaña de gran confrontación. Me parece que para ganar votos en serio, como los que se requieren para revertir el cuadro que actualmente tienen Chiche-Patti, no sirve pronosticar catástrofes”.
- Manuel Mora y Araujo, Ipsos-Mora Araujo: “Hay mucha demanda de seguridad, pero hace un tiempo esa demanda era de seguridad de cualquier manera, mientras que ahora hay un reclamo de más seguridad con ley, no a mansalva. Estoy casi seguro de que los votos que Patti puede conseguir con el discurso de mano dura ya los tiene, es su público. Creo que le serviría más buscar apoyos con una idea de institucionalidad. Hoy en día el ciudadano común no piensa que la situación de inseguridad se va a superar, por ejemplo, cuando se terminen las causas sociales, pero tampoco tienen la idea de superar la inseguridad fuera de la ley”.
- Eduardo Fidanza: “La inseguridad está en el segundo lugar de los problemas que la gente percibe como importantes, detrás del desempleo, pero no veo que Patti esté traccionando votos de una forma notable. Ni siquiera lo percibo en los niveles de resonancia de campañas anteriores. Dicho eso, agregaría que la campaña no se está orientando hacia cuestiones de seguridad y menos todavía hacia métodos expeditivos, de mano dura. El discurso de Patti sí se inscribe en una tendencia que veo en las últimas dos semanas: una desesperación por llamar la atención. Faltan menos de tres semanas para las elecciones y los que están con menos votos redoblan sus esfuerzos para llamar la atención. Lo que sucede es que, a veces, el fin no justifica: hay que atraer la atención con una cuestión consistente, un mensaje sólido, no un manotazo”.

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Chiche Duhalde salió a diferenciarse de los dichos de su aliado policíaco Luis Abelardo Patti.
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