EL PAíS › UN NUEVO DETENIDO POR LA TRIPLE A Y OTRO BUSCADO

La lupa que cruza el océano

 Por Irina Hauser

Miguel Angel Rovira, ex custodio de José López Rega y miembro de la Triple A, se entregó ante el juez Norberto Oyarbide, quien había ordenado su detención por al menos ocho asesinatos cometidos durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón. Al ser indagado, el ex suboficial negó hasta la propia existencia de la banda parapolicial que lideraba el Brujo. Después quedó detenido, aunque consiguió el arresto domiciliario porque tiene 72 años. Felipe Romeo, otro hombre clave de la organización terrorista a quien Página/12 descubrió en Buenos Aires devenido restaurador de edificios antiguos, se fue del país con destino a Londres e Interpol está tras sus pasos.

Tal como anticipó este diario, Rovira se entregó ayer a la mañana en los tribunales de Retiro, acompañado por su abogado Ricardo Arditi. Entró caminando despacio por una puerta lateral. Llevaba camisa y un chaleco sin mangas oscuro. Habló poco ante las preguntas del juez y se remitió a lo que ya había declarado en 1976, poco después de que se inició la causa judicial. En aquel entonces dijo que la Triple A “nunca existió” y que sus crímenes eran “mentiras”.

El ex policía sostuvo que él era un mero integrante de la custodia de López Rega en el Ministerio de Bienestar Social junto con otros 25 suboficiales y que seguía órdenes de Rodolfo Eduardo Almirón y Juan Ramón Morales. En la causa hay pruebas que señalan su participación directa en el asesinato de Julio Troxler, militante peronista y ex subjefe de la policía de la provincia de Buenos Aires.

El hallazgo de Almirón en España, por una investigación periodística, fue lo que reavivó el mes pasado viejo expediente judicial. Oyarbide pidió su captura y lo detuvieron en las cercanías de Valencia. Ahora está en marcha el proceso de extradición. También fue arrestado el ex comisario Morales el domingo pasado en su departamento de Palermo. Almirón, Morales y también Rovira eran estrechos colaboradores de López Rega, a tal punto que viajaron con él a Madrid cuando se fue como embajador extraordinario, a mediados de 1975, desplazado del poder.

Rovira dijo que volvió a la Argentina en menos de un mes. Apostó, eso sí, a conservar el oficio, aun en democracia. En 2001 los empleados de Metrovías descubrieron que era el jefe de seguridad de la empresa y exigieron su despido, con un escrache de HIJOS de por medio. Ahora cumple prisión domiciliaria, en el barrio de Once, a cargo de su hija.

En el testimonio de Salvador Horacio Paino, un teniente arrepentido que había sido asesor en Bienestar Social, Rovira aparece como uno de los jefes operativos de las Tres A. Paino entregó un organigrama que fue una de las pruebas más fuertes al momento de la extradición de López Rega desde Estados Unidos, en 1986. Pero hubo otras menciones directas del ex suboficial en el expediente. En su libro La fuga del Brujo, Juan Gasparini recuerda la declaración de Tomás Eduardo Medina, edecán presidencial entre mayo de 1973 y fines de 1974. “Al poco tiempo de ocurrido el atentado al senador Solari Yrigoyen, como lo ocurrido a Ortega Peña, Duhalde, Troxler y Frondizi apareció como comentario algo así como ‘se fue este zurdo, un problema menos’, en especial Rovira era quien lo repetía”, describió el edecán. También contó que lo escuchó referirse al cura Carlos Mugica con la frase “a éste lo vamos a hacer boleta” dos días antes de su asesinato.

El atentado a Hipólito Solari Yrigoyen fue el primero que reivindicó la Triple A, en noviembre de 1973. Cuando encendió el motor de su auto estalló una bomba que le destrozó los pies. El ex senador radical fue citado por Oyarbide para que declare como testigo. La semana próxima también dará su testimonio el actual secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, socio y amigo del diputado Rodolfo Ortega Peña, asesinado por la organización de López Rega en 1974.

Los homicidios de Ortega Peña y Troxler integran la lista de al menos ocho casos en que se basa el expediente, aunque las Tres A asesinaron a más de 1500 personas. Para el juez se trata de delitos de lesa humanidad, que no prescriben, y por eso dispuso las detenciones. Además de los tres policías apresados, ordenó el arresto de Felipe Romeo, que era el director de la revista El Caudillo, el house organ de la banda parapolicial, que celebraba su crímenes y recibía financiamiento de López Rega. En su edición del domingo pasado Página/12 reveló que Romeo vive en Buenos Aires y se dedica a restaurar cúpulas y edificios viejos. Según informó Interpol al juzgado, el propagandista de la ultraderecha viajó hace unos días con destino a Londres y a última hora trataban de encontrarlo. Oyarbide también estudia imputar a Isabelita.

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