ESPECTáCULOS

Por una vez, los dinosaurios no quieren almorzarse a los humanos

Realizada con un presupuesto millonario, “Dinotopia” busca una vuelta de tuerca al tema de los bichos prehistóricos. Humanos y dinosaurios viven en paz en una isla, y deben unir esfuerzos para resolver sus problemas.

Por E. R.

¿Qué niño, después de haber disfrutado la saga Jurassic Park y los Dinosaurios de Disney, no soñó alguna vez habitar un mundo en el que los seres humanos y los enormes dinos convivan como iguales? Probablemente, la gran mayoría de los más chicos de la familia imaginó ese mundo utópico. Por eso extraña el estreno de “Dinotopia” –conjunción de dinosaurios y utopía–, una miniserie que HBO estrena hoy y que crea un mundo en el que humanos y dinosaurios viven en paz. La serie se emitirá en tres capítulos de dos horas cada uno, desde hoy y hasta el miércoles a las 20. A su vez, el 25 se podrán ver los tres episodios en continuado desde las 11.30.
Realizada por Hallmark Entertainment, “Dinotopia” demandó un trabajo de más de dos años, en los que el rodaje de escenas con actores se combinó con la más avanzada tecnología digital para darle vida a un mundo imposible. La producción, basada en el libro homónimo del escritor e ilustrador James Gurney, costó más de 70 millones de dólares, una cifra poco frecuente para las generalidades de la TV. Pero que, a razón de la calidad final de la serie, bien valió la pena el millonario desembolso. Con una estética cinematográfica de primer nivel y monumentales paisajes (naturales y creados por tecnología digital), “Dinotopia” se asemeja más a El señor de los anillos que a las películas sobre dinosaurios. Es que la tecnología que necesariamente tienen los films de esta temática, en “Dinotopia” está acompañada adecuadamente por un vestuario espectacular y una inquietante historia de aventuras que, si bien por momentos exagera en su cuota de suspenso, está configurada de tal forma que entretiene a chicos y grandes.
La historia comienza cuando el multimillonario Frank Scott y sus dos hijos salen en lo que iba a ser un vuelo de placer sobre las islas del Caribe. El viaje se convierte en una pesadilla cuando Karl, uno de los hijos, toma el comando del avión por primera vez y se introduce en una tormenta eléctrica que derriba la nave. Tanto Karl como su hermanastro David logran sobrevivir al accidente, aunque nada se sabe sobre la suerte que corre su padre. En medio del océano, ambos adolescentes llegan a una isla de la que nunca escucharon hablar: Dinotopia. Un mundo de ensueño habitado por descendientes de antiguos náufragos y dinosaurios.
En la más absoluta soledad por primera vez en sus vidas y en un ambiente sin igual, los hermanastros comienzan una experiencia en la que vivirán diversas aventuras. Más allá de aprender a convivir con criaturas que creían extinguidas y adaptarse al nuevo escenario, Karl y David tendrán que luchar fundamentalmente con la compañía del otro: los hermanastros nunca habían vivido juntos y sus personalidades son el agua y el aceite. Mientras Karl hace todo lo posible para huir de la isla lo antes posible, David se entusiasma con el nuevo hogar estudiando en la academia dinotopiana para aprovechar “esta oportunidad única”, tal cual define su infortunio. Así, el choque de civilizaciones y de personalidades son las dos patas en las que descansan los jugosos toques de humor.
Los hermanastros se instalan en Ciudad Cascada, la capital de Dinotopia. Allí conocerán a Marion, una bella e inteligente joven que les robará el corazón y les enseñará los secretos que esconde la comunidad. Entre extravagantes personajes y la tutoría de un dinosaurio llamado Zippo, los recién llegados se enfrentarán a uno de los momentos más críticos de Dinotopia. Las “piedras solares”, única fuente de energía de la isla, están fallando misteriosamente, por lo que la ciudad está a punto de convertirse en un caos y desaparecer en manos de malignos personajes. La única posibilidad para Dinotopia descansa en la valentía de los hermanastros, que iniciarán un heroico viaje, plagado de obstáculos y peligros. Una larga búsqueda en la que, acorde con el utópico mundo creado, los humanos y los dinosaurios aunarán sus fuerzas para sobrevivir a las eternas fuerzas del mal.

Compartir: 

Twitter

“Dinotopia” une imágenes digitales con actores, una producción que costó más de 70 millones de dólares.
 
ESPECTáCULOS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.