ESPECTáCULOS › UN FENOMENO QUE CRECIO AL COMPAS DE LA DEVALUACION

Argentina, el set de filmación ideal

Cada vez más productoras extranjeras llegan a Buenos Aires y otras ciudades del país para filmar películas, comerciales o videoclips musicales. ¿La razón? Calidad de personal y equipamientos, a muy bajo costo.

 Por Mariano Blejman

En la intersección entre Diagonal Sur y Perú, allí en la puerta donde suelen protestar hombres y mujeres frente a la sede del PAMI, Buenos Aires se disfrazó de Nueva York y en menos de un mes fue convertida en París. Tan sólo bastó esconder algunos lugares bien porteños y uno que otro cartonero que había quedado suelto, para que la ciudad perdiera sus rasgos de argentinidad. En San Telmo, otro ejemplo, el bar Británico estuvo una mañana plagado de actores que hablaban perfecto español (español de España, se entiende), siendo casi todos ellos argentinos. Trabajaban para la TVE en un institucional de fin de año donde una mujer iba a buscar a su esposo que sufría de Mal de Alzheimer. El cineasta brasileño Walter Salles, en tanto, logró el año pasado devolverle el aspecto de los años ‘50 a las calles del mismo barrio, para que el Che recorriera sus empedrados.
Buenos Aires es, ahora, un fabuloso set de filmación. Y el motivo esconde una buena excusa: películas, programas de televisión, publicidades y videoclips han reabierto fuentes de trabajo que parecían olvidadas durante la convertibilidad. Los técnicos están con ocupación completa, el nivel de producción recuerda el mejor momento de la década del ‘90, con un detalle: los productores que dan trabajo son extranjeros o trabajan para afuera, cuando antes casi todo se consumía en el mercado interno. La posibilidad de equiparse durante el 1 a 1 y la estructura versátil de la cosmopolita Buenos Aires atrajeron a empresas internacionales.
“El trabajo para afuera subió de un 20 a un 50 por ciento”, cuenta Federico Cueva, de FX Stunt Team, la empresa de dobles de riesgo que trabaja para varios países del mundo. Entre otras cosas, realizan “Fear Factor”, un programa de competencias extremas de P&P Endemol que no se ve en el país, para Holanda, México, Inglaterra, Rusia, Bélgica, entre otros países. “Si no hay cambios bruscos políticos o económicos la tendencia se va a consolidar”, cree Cueva. Los catalanes de “El Cim” que pasaron por el Aconcagua con su documental-show, abrieron camino hacia la idea de que Argentina tiene futuro como set de filmación. El “Conquistador del fin del Mundo” que se emitirá en cinco países menos en la Argentina, conducido por Julián Weich, de Promofilms, es parte del mismo fenómeno.
“‘Fear Factor’ se hacía en Sudáfrica hasta el año pasado y se cambió por que los costos bajaron aquí. Entramos a competir en el mercado internacional de grandes sets como Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia. Y tenemos más variedad”, cuenta Mariano Fernández Bussy, de Baset (Buenos Aires Set de Filmación), un departamento del Museo del Cine que coordina la gestión de permisos, locaciones, cortes de tránsito, etc., principalmente para producciones extranjeras. El Baset se complementa con el departamento de Coordinación Internacional del Incaa, a cargo de Víctor Bassuk, que ya organizó su propia oficina para gestionar permisos de ingreso de equipos, entre otras cosas.
En noviembre pasado se realizó “Clean cat”, una película clase B de Estados Unidos con un presupuesto de 300.000 dólares, con la participación de Sonia Braga y David Moreton. Se trataba de un thriller de una pareja homosexual que llegaba a buscar a su novio que estaba, casualmente, en Buenos Aires. Quien tiene bien claro lo que sucede es Sergio Cabrera, secretario de prensa de SICA, que nuclea a los técnicos del sector: “En los largometrajes hay una tendencia a que se produzca más. Esto obedece a la recuperación de la autarquía del Incaa y a cierta política de promover el cine del exterior, que abre tímidamente los mercados”. Además, Cabrera cree que el circuito de cine español no da abasto porque sus películas pasan rápidamente y la capacidad de trabajo es limitada. “En este momento ellos hacen unas 120 películas, lo cual no es suficiente. Entonces, las productoras españolas buscan coproducir con Argentina. Sus historias son fácilmente identificables”, opina. Diario de motocicleta, la película deWalter Salles, se hizo en 100% con capital privado extranjero. Por los laboratorios de Cinecolor/Videocolor pasaron Assessination Tango, Imagining Argentina (con Antonio Banderas y Emma Thompson), Testosterona (una coproducción con EE.UU), Segundo siglo (coproducción con México), Secuestro Express (coproducción con México), El Fotógrafo (coproducción con Chile), Apasionados (coproducción argentino.española) realizada por Telefé y distribuida por Disney. Y en estos momentos está comenzando a trabajar con Cigarros, otra coproducción con México. “El trabajo aumentó sobre todo a partir de la segunda mitad del año. Pasamos a ser altamente competitivos en relación con el tipo de cambio. Antes de la devaluación se trabajaba con Latinoaméricaporque la Argentina está muy bien equipada y tiene artistas, operadores, personal técnico altamente capacitado. En 2001 el porcentaje fue del 20 por ciento para afuera, en el2002 del 50 por ciento. Y creemos que en el 2003 se va a mantener esa proporción. El mercado local también repuntó, pero en algunos aspectos estamos subsidiando la actividad, porque a pesar de que la mayoría de nuestros insumos son en dólares tenemos que tener tarifas en pesos para la Argentina”, cuenta José Luis Cabrera, gerente de Cinecolor/Videocolor.
Desde la devaluación se realizan entre 40 y 60 publicidades al mes, de las cuales el 50% va hacia el exterior. Antes iba sólo el 20%. “Estamos bien equipados: a igual tecnología y recursos humanos, mejor precio. Como gremio, hay una situación de pleno empleo, todos los rubros desde técnicos, modistas, peinadores, utileros, asistentes, jefes de producción tienen trabajo”, cuenta Sergio Cabrera de Sica, que agrupa a unos 800 técnicos. La productora Cinetauro realizó un comercial para Mastercard de EE.UU., Kapichi tuvo a Diego Kaplan dirigiendo otro de Coca-Cola para México. Rasti Films trabajó para Procter & Gamble con la agencia de Grey Latin América para Chile en un comercial de Budweiser que contaba con un personaje de cerveza que le pegaba a una pelota. El jugador debía hacer una chilena y una atajada al mismo tiempo. Cuatro Cabezas y Edu Comunicaciones hicieron la apertura de CQC Chile. Pucho Mentasti, para 23 S.A., hizo primero el polémico videoclip de “Se despierta la ciudad” de Vicentico (se tuvo que hacer otra versión sin armas para antes de las 22, y se distribuyó por BMG para América latina) y luego para Budweiser una publicidad. Salado Films trabajó para Toyota a través de la agencia de Badillo Nazca Saatchi & Saatchi. Cohn and Co en EE.UU y Wowen Argentina realizaron un trabajo para la IOF (International Osteoporosis Foundation) con Campbell Mithum de New York. Argentina 9.9 trabajó para Renault de Francia. Tantor Films / Focus Cine + Video con la dirección de Thed Lessen, trabajaron para Service Films para Praga; Ebel Cosméticos para toda América; PPM para Austria: Milka, Panten, Cerveza Molton, entre otros. Todo esto en los últimos meses.
Las empresas de Rental y Alfa Cámaras y Luces confirmaron a este diario que tienen sus alquileres saturados. Las productoras que trabajan para afuera como Compañía Cinematográfica, Awards, Spaghetti Films, Film Planet (TV española), Altana Films, Landia, Cinetauro, también están completas. José Caldarado, técnico de sonido, hizo entre otras una publicidad de U.S. Cel para Estados Unidos, en una casa suntuosa en San Isidro donde una madre junto al hogar hablaba con el hijo en perfecto español, que luego sería doblado al inglés. También han llegado músicos de México, Colombia y Costa Rica para filmar videoclips. El músico colombiano Juanes aprovechó su gira por Buenos Aires para realizarlo; el mexicano Cristian Castro también.
Pero este auge de la industria puede tener en sí mismo el germen de la destrucción. La dependencia tecnológica es el peor enemigo: “Vemos complicado el reequipamiento, dado que en general nuestra industria se reequipó en la etapa del dólar 1 a 1 y ahora será más difícil si se mantiene la situación como está”, dice Cabrera. Argentina, queda claro,deberá apelar a la creatividad si quiere seguir en el centro de la escena en que fue puesta, quién sabe, muy a pesar suyo.

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Walter Salles, realizador de la película “Diario de motocicleta”.
 
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