ESPECTáCULOS › LA TELEVISION INFANTIL SUMA Y SUMA MUJERES PULPOSAS

Jacinta Pichimahuida se infartaría

“Panam” Franco, Julieta Prandi, Nicole Neuman y Luciana Salazar se postulan para conducir Jimena Cyrulnik y Cecilia “Caramelito” Carrizo ya lo hacen. ¿La culpa de todo la tienen Xuxa y sus Paquitas?

 Por Emanuel Respighi

Había una vez una televisión argentina en que Evangelina Salazar o Cristina Lemercier parecían las mujeres ideales para conducir programas infantiles. Eran flacas, inocentes, casi asexuadas. Hubo una vez en que Pepe Biondi y Alberto Olmedo, en el papel del Capitán Piluso, entretenían a los más chicos con una mezcla de desparpajo, humor y ternura que hoy parece ingenua. La irrupción en los años 90 de la arrolladora Xuxa y sus notables Paquitas cambió bruscamente el imaginario. Desde entonces, el mundo de los programas infantiles se ha poblado de mujeres de apariencias más cercanas a Gloria Trevi –aquella Madonna a la mexicana que hoy está presa, acusada de corrupción de menores– que al estilo Jacinta Pichimahuida, de Evangelina o Cristina.
El proceso era menos evidente en aquellos largos años pasados en que los programas infantiles desaparecieron del aire, ante la imposibilidad de competir con las varias señales que ofrecen todos los sistemas de cable. Este año, en otro país, con menos abonados al cable y una televisión de aire en busca de novedades y costos bajos, luego de que el fenómeno Piñón Fijo recordarse a los programadores que el público infantil siempre es interesante, las propuestas en el aire crecieron, y seguirán creciendo, hasta conformar un género. Laura “Panam” Franco, Julieta Prandi, Nicole Neuman y Luciana Salazar son algunas de las postulantes a conducir nuevos programas. Jimena Cyrulnik y Cecilia “Caramelito” Carrizo ya lo hacen.
En lo que sería una visión puramente televisiva, buena parte de este fenómeno tiene su anclaje en la lógica de que si hay algo que funciona –en este caso el producto Piñón Fijo, que es programa, disco, espectáculos en teatro, gira, temporadas merchandising, etc.– “hay que explotar al máximo esa fórmula para aprovechar el momento”. Según ese método, la imitación del formato del programa exitoso garantizaría un fenómeno similar. Nada más alejado de la realidad, por cierto. Antecedentes sobran: los talk shows o los reality shows, los dos últimos géneros-moda en el país, fueron perdiendo paulatinamente el impacto con el que habían surgido. Sin embargo, es notable como se parecen entre si los programas tipo reality que lanzan al ruedo nuevos artistas, como las Bandana o los Mambrú. Hoy, a semanas del comienzo de las vacaciones de invierno, el rubro está tensionado porque si bien hay espacios en el mercado infantil –el más redituable, porque nunca un niño va sólo a espectáculos, y siempre consume mucho de aquello que le gusta– no todos podrán morder su tajada.
Uno de los problemas del métier es que los productores no parecen advertir en profundidad las razones del éxito del payaso cordobés, que en primer lugar es un artista mucho más completo de lo que parece, como lo demuestra la calidad de sus canciones y grabaciones. Piñón no es un gran éxito televisivo, por ejemplo. “Piñón fijo es mi nombre” (lunes a viernes a las 11.30) no supera los 4 puntos de rating. Sin embargo, en el teatro, contando las funciones programadas para junio, el payaso llegará a las 32 funciones a sala colmada. En el rubro discográfico, en tanto, su tercer disco Por los chicos vivo, ya lleva vendidas más de 95 mil placas. La televisión no es otra cosa que un medio de difusión para su proyecto. Claro que debajo de él hay algo más que humo. La idea fija del resto es explotar al máximo la misma fórmula pero, por ejemplo ¿con qué canciones? La modelo Nicole Neuman llegó a decir en una nota televisiva que cuando condujese un infantil no iba a importar demasiado que no supiese cantar, porque los chicos “mucho de eso no entienden”. Nicole vive en el mismo país de María Elena Walsh y Hugo Midón. E incluso de Pipo Pescador, que manda a dormir a los niños, a las 22, por Canal 7, y sigue siendo un referente importante con su hiperclásico “El auto de papá”.
De la mano de su mecenas Gerardo Sofovich, alguien muy interesado desde siempre en la formación cultural de los niños, la ex vedette Panam comenzará la próxima semana “Yo soy Panam” (lunes a viernes a las 11.30),por el 9. El mismo canal sumó hace dos semanas a Cecilia “Caramelito” Carrizo, a cargo de “El arca de Caramelito” (sábados y domingos a las 12). Salazar, Neuman y Prandi están en búsqueda de productores, por lo que suelen mostrarse muy escasas de indumentaria, que siempre es un modo de llamar la atención. Quizás la clave para lograr un espacio propio será que eso no lo deciden los niños, sino personas adultas.
Para Caramelito es mal pensar suponer que los productores eligen mujeres pulposas para satisfacer a los padres, antes que a los niños. “A mí, nunca un padre me dijo algo desagradable”, cuenta. “Creo que es más fuerte la emoción que sienten al estar con sus hijos pasando un momento lindo que todo lo que se les puede pasar por la cabeza al estar mirando a una conductora atractiva que baila”, agrega. Caramelito dice que cuando escribe sus canciones piensa en los niños, pero a la hora de interpretarlas y bailarlas quiere que “todos” los televidentes “se diviertan”.

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