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Llenar una pileta estructural con agua hirviendo, verter 777 sobres de gelatina sin sabor y bañarse en la pileta con la mezcla ya sólida. Comprar un bikini de plumas de faisán y correr por el microcentro tirando dulce de leche (estilo actual, no tradicional) a los ocasionales transeúntes. Poner en un container huevos frescos de gallina y organizar un torneo de “clavados”. Embadurnarse el cuerpo con manteca y semillas de maíz e ir a la Plaza de Mayo para recibir el ataque de la naturaleza manifestado por las palomas. Llenar el tanque de agua de una casa con vino tinto de etiqueta y ducharse con él. Engrasar una calle empinada y organizar un torneo abierto de surf y snowboarding extremo. Comprar una cama elástica y tirar cientos de gatos para comprobar cuántas veces caen de pie. Alquilar un estudio de grabación y grabar un CD simple con ¡Alejandro Lerner! Estas son sólo algunas de las insólitas propuestas que se presentaron al concurso “Misión 24” organizado por Fox, que premió al ganador con 24 mil pesos para gastar en un día, a razón de mil por hora. La síntesis del maratón consumista del argentino elegido se estrenará hoy, a las 21, por Fox, convirtiendo al especial en el primer reality game show creado y producido en Latinoamérica por una señal de cable.
El concurso, inspirado en la serie de acción protagonizada por Kiefer Sutherland, tuvo un ritmo frenético similar al que el agente Jack Bauer debió enfrentar en estas dos temporadas de la serie desarrollada en tiempo real. Claro que la adrenalina no pasaba por salvar la vida de millones de personas y la suya misma, sino que tuvo un sabor más dulce: gastar 24 mil pesos en un día. Para hacerse con el premio, las tres mil personas que participaron debieron enviar una estrategia de gastos que no superaran los mil pesos por hora. El criterio de selección fue que la propuesta sea viable y atractiva para conformar el especial que se emitirá esta noche y que muestra la ¿ardua? tarea de gastar semejante cifra de dinero en 24 horas. A su vez, a modo de ofrenda al resto de los fanáticos de la serie, a las 22, Fox repetirá el capítulo final de la temporada de “24”, que ya tiene asegurada una tercera edición para el próximo año.
Si bien recién hoy se sabrá quién fue finalmente el ganador/a de las diez estrategias que llegaron a la última etapa del concurso, Página/12 supo que la persona elegida tenía el sueño de tirarse por primera vez en paracaídas, por lo que seguramente haya gastado algunos pesitos en su viaje de bautismo, junto a algún amigo/a u ocasional favorecido. Además, amante de las alturas, el elegido también se dio el gusto de viajar en helicóptero sobrevolando parte de la ciudad de Buenos Aires y, por qué no, animándose a dar sus primeras maniobras como conductor. El reloj y el dinero comenzaron a correr a las 11 de la mañana del sábado 5 de julio y culminaron a las 11 del día siguiente, todo supervisado por un escribano público que tuvo que permanecer firme (y despierto) junto al ganador. Cada detalle del frenético día fue grabado por un equipo de filmación de Cuatro Cabezas, del que participaron 35 personas y cinco cámaras.
El especial comenzará mostrando desde el mismo momento en que se le comunicó al ganador que su estrategia era la elegida y que tenía sólo 10 minutos para prepararse porque el equipo de producción pasaría a buscarlo para dar comienzo al agotador maratón de 1440 minutos. Claro que el participante no podía gastar mil pesos por hora a su antojo, sino que debía cumplir con ciertos requisitos impuestos por la producción: el participante no estaba autorizado a saldar deudas o impuestos pendientes; tampoco podía repetir el lugar de compra (aunque sí el rubro); podía concurrir a un máximo de tres shoppings aunque estaba imposibilitado de pasar más de dos horas en cada uno de ellos de manera consecutivas; la plata no podía ser usada para apuestas, drogas o sexo; el dinero que el ganador no haya gastado al cumplirse el tiempo sería donado a una entidad de bien público elegida por el participante, y sólo podía comprar hasta dos horas por Internet. Un día soñado, pero para una sola persona, que además de disfrutar, también tuvo que sufrir.