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La muerte de Alberto Sordi neutralizó diferencias políticas, excedió estilos cinematográficos y particularidades culturales. Toda Italia coincidió en la reivindicación de un actor legendario, que remite a una época dorada de la comedia europea. El presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, fue uno más de los miles que llegaron a colapsar las inmediaciones del Ayuntamiento de Roma, para despedirlo en la capilla ardiente. Las cadenas de televisión italianas modificaron su programación y anoche ofrecieron programas especiales y películas que marcaron la riquísima trayectoria de Sordi.
En el siempre convulsionado ambiente político italiano nadie se privó de opinar sobre Sordi. “Siempre interpretó los sentimientos de los italianos, sobre todo en las épocas más difíciles y más duras”, destacó el primer mandatario de Italia. Massimo D’Alema, referente del centroizquierda, lo consideró “gran protagonista del cine y la cultura italianos”. “Es un duelo familiar, un dolor inmenso”, declaró Francesco Rutelli, dirigente de centro-izquierda y ex alcalde de Roma, ciudad natal del actor. En el otro extremo del arco político, su adversario de derecha Antonio Tajani señaló: “Sus diálogos no sólo servían para hacernos reír, sino también para hacernos reflexionar”. Y el democristiano Luca Volonte arengó: “¡Ciao Albertone nazionale! Con él se va un símbolo cinematográfico del italiano medio: simpático, idealista, hijo de mamá, pero también cínico y quizás un poco cobarde”. El único comentario peyorativo partió de la separatista Liga del Norte, que en boca de Francesco Speroni lo degradó a “expresión local de una cultura romanesca”.
No bien fue anunciada su muerte, una multitud se fue agrupando frente al domicilio del actor, en la plaza Numa Pompilio, cerca de las termas de Caracalla. Una niña fue la primera en depositar un ramo de flores, rojas y amarillas, los colores emblema de la Roma, equipo del que Sordi era hincha. Este domingo, los jugadores de la Roma saldrán a la cancha con un brazalete negro. También los de la Lazio, su acérrimo rival. El actual alcalde de Roma, Walter Veltroni, llegó a la casa por la mañana, en compañía del cineasta Ettore Scola, para dar el pésame a la familia. Entre los artistas hubo unanimidad. La actriz Claudia Cardinale se lamentó de que lo consideraran “sólo un cómico, sin percibir su grandeza” y el actor Nino Manfredi fue más tajante: “No sé si era un amigo, un compañero o una parte indisoluble de esa memoria que durante años se identificó en la comedia a la italiana. Con Ugo (Tognazzi) y Vittorio (Gassman), éramos llamados ‘los coroneles de la comedia italiana’. Ahora sólo quedo yo”, señaló desconsolado.
Sofía Loren, quien reside en Estados Unidos y Suiza pero se hallaba ayer en Roma, reconoció que “la muerte de Alberto es uno de los sucesos más tristes que me han sucedido en la vida”. Añadió que su mítica escena de Un americano en Roma, en la que se lo ve comiendo un plato de espagueti, “marca una página en la historia del cine de Italia”. Todavía hoy se puede ver esa imagen en numerosos restaurantes italianos. El Nobel de Literatura 1997, Dario Fo, destacó que “Sordi fue un actor extraordinario y de gran importancia en el cine italiano, pero sobre todo fue un hombre de gran inteligencia”. Pero el luto por la muerte del artista se vivió ayer con intensidad en la calle. Los taxistas (“algo de nosotros se ha muerto con él”, dijo uno de ellos, consultado por la televisión italiana), los agentes de tránsito que se sintieron representados por él en sus películas.
La capilla ardiente del artista quedó instalada ayer en la sede del ayuntamiento romano, en el Capitolio, mientras que sus funerales tendrán lugar mañana por la mañana (a las 14 hora argentina) en la Basílica de San Juan de Letrán, en lo que se espera será una gran manifestación de duelo popular. La plaza de San Juan es la más grande de la capital italiana (allí se hacen las manifestaciones más importantes y los conciertos masivos al aire libre). Allí, los famosos, los colegas y los amigos deSordi se confundirán en el recuerdo con el pueblo italiano que lo adoró a través del cine.