SOCIEDAD › CLAUSURAN UN TALLER CLANDESTINO EN HAEDO

Las textiles de nunca acabar

Un taller textil clandestino fue clausurado ayer en Haedo, al oeste del Gran Buenos Aires, por la Policía Bonaerense. En esa edificación, ubicada en Vuelta de Obligado 1983, quince ciudadanos bolivianos, sin documentos, eran obligados a confeccionar prendas de vestir. En la parte superior de la vivienda había habitaciones con cucheta donde vivían en “condiciones infrahumanas”, según denunció el cónsul de Bolivia, José Alberto González.

En el lugar se secuestraron máquinas de coser de diferentes modelos y marcas, unas 700 prendas confeccionadas y 160 rollos de tela, precisaron fuentes policiales. Además, la DDI de Morón detuvo a dos personas, también de nacionalidad boliviana, al parecer los propietarios del taller. La clausura se suma a seis realizadas en marzo en la ciudad de Buenos Aires y a una en provincia.

Para el cónsul González esas condiciones se repiten en todos los talleres clandestinos donde ciudadanos bolivianos son “engañados con promesas de dinero que no ganan, son obligados a trabajar más de 18 horas diarias y a vivir en condiciones de hacinamiento”.

Según González, es “imprescindible y urgente ejercer control y mejorar las condiciones de los talleres”, pero también destacó que mientras “los precios que reciben hoy los talleristas no mejoren es imposible avanzar hacia la solución integral del problema, debido a que los valores que proponen empresas, fabricantes y grandes marcas de ropa no son justos”.

El funcionario, además, explicó que “los abusos más frecuentes se producen entre los mismos bolivianos, cuando ciudadanos muchas veces menores de edad son traídos al país con la promesa de ganar 400 dólares por mes, con casa, comida, escuela para los hijos y hospital, todo gratis”.

“Una vez aquí les sacan los documentos, los hacen trabajar 18 o más horas por día, los encierran en el lugar de trabajo, los hacinan junto a otras familias, les dan de comer papa, arroz y fideo todos los días, no los llevan al hospital cuando están enfermos y no les pagan lo convenido”, advirtió.

Interviene en la causa el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 3 del Departamento Judicial de Morón, a cargo de Juan Pablo Salas.

Hace 16 días, el gobierno porteño clausuró seis talleres clandestinos en el barrio de Flores, donde encontró ciudadanos bolivianos indocumentados, algunos de los cuales sufrían también “condiciones infrahumanas de vida”. También, a principios de marzo la Gendarmería allanó otra propiedad que se usaba como taller clandestino, en la localidad bonaerense de Villa Madero, donde eran explotados más de veinte bolivianos por una pareja de su misma nacionalidad.

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