SOCIEDAD › LO CREYERON SECUESTRADO, ERA UNA DESPEDIDA DE SOLTERO

La investigación que terminó en fiesta

La escena se prestó para la confusión. Sucedió en la playa de estacionamiento de una estación de servicio de la localidad bonaerense de San Isidro, cuando un grupo de tres jóvenes trasladaba a una persona desde el asiento trasero de su auto al baúl de otro. Los ojos vendados de la supuesta víctima y su estado de aparente inconciencia sumaron más suspenso a la acción. Un hombre de 66 años, espectador ocasional de la maniobra y convencido de que se trataba de un secuestro, no dudó un instante y realizó la denuncia al 911. Nunca se hubiera imaginado que se trataba, en realidad, del trayecto final de una despedida de soltero.

La supuesta víctima del grupo de secuestradores es un economista sueco de 26 años al que sus amigos llevaban a su casa –dormido y con varias copas de más– tras los festejos durante la despedida de soltero que le habían organizado la noche anterior.

El hombre, testigo del traspaso del futuro esposo de un vehículo a otro, supuso que se trataba de un secuestro, por lo que sin dudarlo radicó la denuncia al 911. La investigación recayó en el gabinete antisecuestros de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro.

Luego de localizar al testigo para que completara su declaración –tarea en la que demoraron debido a que el hombre había olvidado dejar sus datos en su llamado– los efectivos policiales dieron con el grupo de amigos que, por un día, se convirtieron en “supuestos secuestradores”.

Pese a la sorpresa que les causó la acusación, los jóvenes no pudieron evitar ser interrogados por la policía de San Isidro y aprovecharon ese momento para contarles a los efectivos que habían pasado toda la noche en la despedida de soltero de un amigo y que lo que habían denunciado al 911 era, en realidad, “el traslado final del muchacho que se casaba, a quien llevaron dormido, por el exceso de alcohol, hasta su casa”.

Sin embargo, y tras ocho horas de investigación, los detectives de la DDI de San Isidro dieron por concluido el caso luego de cerciorarse de que la supuesta víctima se encontraba en su casa, reponiéndose de una fatal noche.

Fuentes policiales subrayaron la importancia de que “la gente tome en cuenta la línea 911 y denuncie todo lo que ve. Hay casos como éste en el que terminan con una anécdota, pero hay otros, como el del joven Ariel Perretta, que permitieron la liberación de la víctima”.

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