SOCIEDAD › EL RELATO DEL MEDICO QUE NO
CREYO EN EL ACCIDENTE DE GARCIA BELSUNCE

“Fue una trama armada de antemano”

Santiago Biasi fue el segundo médico que llegó al country Carmel. Ahora contó que en aquella casa todo le pareció sospechoso: que había sangre por todos lados, que le pareció mal que se pusieran a lavarla, que se lo dijo al otro médico. Y dice que teme por su vida y la de su familia.

Por Horacio Cecchi y Raúl Kollmann

El escalofriante relato de Santiago Rodolfo Biasi, de 46 años, ex médico de Emernort (fue despedido por la empresa hace diez días) y el segundo que acudió al chalet del Carmel, se transformó en una contundente evidencia de que en el caso García Belsunce absolutamente nada fue como se dijo que fue. Biasi aseguró que desde el inicio comprendió que no se trataba de un accidente. “Había sangre por todos lados”, aseguró el médico. “Lo que pasó en esa casa forma parte de una trama armada de antemano”, agregó. También dijo que el otro profesional (Gauvry Gordon, de Paramedic) sostenía la versión familiar del accidente. Le dijeron que se había golpeado con las canillas. “Miré las canillas y no vi restos de sangre, ni de pelos, ni de masa encefálica”, aseguró luego. Sostuvo que cuando empezaron a limpiar la sangre le advirtió a Gordon: “Flaco, te estás metiendo en un despelote”. Su declaración es la que confirmó las sospechas judiciales. Como informó ayer Página/12, Biasi fue despedido de Emernort hace diez días. Lo relaciona con el caso, teme por su vida y ayer le ofrecieron ingresar al sistema de Testigos Protegidos. El chofer de Biasi, Daniel Cachi, no sólo confirmó esa declaración sino que además reveló que existió un clima muy tenso en el chalet: “¿Qué hacés, pibe, vos estás loco?”, le dijo Cachi a Gordon cuando éste ordenó limpiar la sangre.
“Ese domingo a las 19.20 recibimos un código amarillo (así definen a los llamados de emergencia cuando tienen una gravedad relativa)”, sostuvo Biasi en una entrevista publicada por el diario platense El Día. “Decían que era un traumatismo de un miembro superior, algo no muy serio. Al llegar no nos dejaban entrar, nos dijeron que ya había llegado otra ambulancia”. La insistencia obligó a la guardia a llamar a la casa. Preguntaron si tenían tubo de oxígeno, y como respondieron afirmativamente, los dejaron pasar.
“Subí las escaleras corriendo y me encontré con algo impresionante –continuó Biasi–: la mujer estaba tirada en el piso con medio cuerpo dentro del baño y medio cuerpo en la habitación”. “Detrás de mí llegó Daniel Cachi, mi chofer, que fue testigo de todo lo que pasó y de todo lo que se dijo ahí adentro”.
Entre la cantidad de cosas que le llamaron la atención al médico una fue que “la masajista agarró un balde con lavandina y se puso a limpiar las manchas de sangre. Cuando vi eso le dije al otro médico, al de Paramedic: ‘Flaco te estás metiendo en un despelote’ y le pregunté: ‘¿Vos vas a firmar el certificado de defunción?, porque yo no pienso firmar’. El médico me contestó: ‘Yo tampoco’”.
Ayer, Página/12 pudo completar el cuadro descripto por Biasi. En el chalet se vivió un clima de altísima tensión entre los médicos en ese momento. Según declaró el chofer Cachi a la Justicia, en el momento en que vio que la kinesióloga empezaba a limpiar la sangre por orden de Gordon, le advirtió a éste: “¿Qué hacés?, pibe. ¿Vos estás loco? ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?”. Como ya se sabe, Betty la masajista, siguió con su limpieza.
Biasi también dio detalles sobre el modo en que advirtió que no se trataba de un accidente: “Tendría que haber tragado agua y entonces en lugar de pálida hubiese estado cianótica, azulada”. Y agregó: “Cuando la revisé le vi tres orificios en el cráneo. En cada uno le introduje el dedo índice hasta la mitad y pregunté a los que estaban ahí: ‘¿cómo se hizo esto?’. Me dijeron: ‘con las canillas de la bañera’. Miré las canillas y eran de esas tipo antiguas que tienen como bolitas alrededor. Las volví a mirar y no vi restos ni de sangre, ni de pelos ni de masa encefálica. En ese momento pensé: a esta mujer, por lo menos, le han pegado unos martillazos”.
Una fuente de la investigación reveló que en la declaración judicial Biasi advirtió a Gordon: “Es una muerte dudosa. Voy a hacer la denuncia a la policía”. Según esa declaración, Gordon le respondió: “Está bien, dejá,dejá, de eso nos encargamos nosotros”. La denuncia jamás se realizó y la investigación se inició de oficio.
Como anticipó ayer este diario, Biasi fue despedido de Emernort hace diez días. José Sánchez, directivo de la empresa, dijo que “no fue por una cuestión profesional, sino por falta de respeto a un superior. El dio muestras de ser un buen profesional porque es el único que dijo que habló de muerte traumática”. En ese informe entregado por Biasi a la empresa figura como presunta hora de muerte, más de dos horas antes de su llegada, o sea, antes de las 17.30. Según la versión familiar, María Marta abandonó la reunión de amigos a las 18.05, después de terminado el partido RiverBoca. Biasi ahora está sin trabajo y con miedo por su vida y la de su familia. Ayer, le ofrecieron integrarse al sistema de testigos protegidos. Por el momento, el médico está inhallable.

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El médico Santiago Biasi recibió el ofrecimiento de entrar en el programa de testigos protegidos.
 
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