SOCIEDAD

Ex empleados de Hoyos denunciaron más casos de abusos contra niñas

Su ex chofer lo acusó de dejar embarazada a una nena de 13 años. Una anciana lo denunció por la violación de otra chica de 9.

“Una vez, don Simón violó a la hija de un peón y les pagó a los que estaban allí para que acusaran a un peón boliviano.” El relato pertenece a una trabajadora de la finca de Simón Hoyos, que este fin de semana agregó esta y otras denuncias públicas a las que pesan sobre el abogado y empresario sorprendido en un motel, hace diez días, con una niña de 8 años. Su ex chofer lo acusó también de haber echado de la finca a una chica de trece años, a quien violaba desde los 9, después de dejarla embarazada. Hoyos sigue preso, sin conseguir otro abogado que la defensora oficial. Ayer, el juez examinaba los videos secuestrados en su caja fuerte para determinar si hay más delitos que le sean imputables. El magistrado citó para testimoniar a los empleados que formularon las nuevas denuncias, que, en verdad, no sólo a Hoyos acusan: la trabajadora, que tiene 65 años, también reveló que ella misma fue violada, cuando tenía cinco años, por uno de los patrones de entonces; y que, en el más puro estilo feudal, su marido le fue impuesto por los amos: “Con ese bolivianito que está sentado ahí, te vas a casar”.
Eulalia Ajalla vive con su esposo cerca de la finca San Clemente, propiedad de la familia Hoyos, en Cerrillos, provincia de Salta. “Yo nací en la capital, y de chiquita me llevaron de sirvienta a la finca.” Ella sigue llamando “Don Simón” al patrón preso, pero dice que “era muy mala persona”. Y cuenta que “una vez violaron a la hija de un peón. Ella tenía nueve años. Esa misma noche Don Simón les pagó un jornal a los que estaban allí para que todos mintieran y dijeran la misma cosa. Y cuando llegó la policía todos le echaron la culpa a un peón que era de Potosí, que estaba durmiendo. Lo despertaron a palos, no entendía nada el pobre, no sabía hablar castellano, no se le entendía nada (la lengua del peón era el aymara). La policía se lo llevó a la rastra”.
La mujer agregó que “él tuvo el mismo problema que ahora con una chiquita que andaba mal de la cabeza, ella era minoradita. Yo me acuerdo que la madre de esa enfermita se llamaba Josefa”. Además, Hoyos también habría violado “a una chica de nombre Norma. Esa chica vive en Salta, les puede contar mejor que yo. Otra vez se metió en la casa de la señora Segovia, donde estaba su hija que iba a séptimo grado. La chica se defendió y le contó a su madre, pero a la semana las echaron de la finca”.
La señora Ajalla contó que ella misma, cuando tenía 5 años, fue violada “por un cuñado del patrón. Pero eso era común aquí”. Y “hasta el marido que tengo me lo impusieron, yo no lo busqué. El patrón vino un día y dijo: ‘Ves ese bolivianito que está allí sentado, bueno, ése va a ser tu marido’. Y así fue”.
También se atrevió a hablar Ramón Tomás Erazo, de 46 años, quien trabajó durante casi 30 en la finca de Hoyos, donde empezó como peón y terminó como chofer del patrón. Erazo citó el caso de una mujer llamada Norma Abarza, que habría sido violada por Hoyos “cuando tenía nueve años. La llamaba para hacerse sacar las botas y ahí nomás la tiraba a la cama”. La niña “contaba las cosas que le pasaban pero el patrón era el patrón, quién lo iba a denunciar”. Como “a los trece años ella estaba embarazada de Hoyos y él la hizo salir de la finca. Después yo nunca más supe de ella”.
Hoyos fue detenido el 7 de febrero en un motel de Salta, cuando una mucama escuchó el llanto de la niña abusada en la habitación. Días después, su ex sirvienta Sandra del Valle Rodríguez, de 26 años, lo acusó de haberla violado cuando ella tenía 12. En allanamientos en el estudio jurídico del acusado se secuestraron fotografías –obtenidas mediante una cámara de aficionado– de niñas desnudas, cartas de menores y videos.
Una fuente judicial informó que “Ramón Erazo y Eulalia Ajalla ya fueron citados y prestarán declaración en los próximos días”. La causa está a cargo del juez de instrucción Luis María Agüero Molina, quien pasó la tarde de ayer en su despacho examinando los videos hallados en la caja fuerte del acusado.
Simón Hoyos sigue sin abogado particular que lo represente. Su inicial defensor Marcelo Arancibia, amigo personal del acusado, decidió abandonarla causa por “cuestiones de principios” después de que se descubrieron las fotos y los videos. El jueves, el abogado Carlos Enzo Cuellar se reunió con la esposa de Hoyos –quien tiene dos hijas–, pero un día después precisó que no iba a tomar el caso y que sólo había intervenido para “asesorar a la familia”, que habría recibido amenazas. Así, la defensa continúa a cargo de la defensora oficial Ana Gloria Moya.
También sigue detenido en Salta el concejal peronista Guillermo Capellán, acusado de la violación de un chico de 15 años. La denuncia fue efectuada por el propio menor y el caso también está a cargo del juez Agüero Molina. Según explicó una fuente judicial, “se le imputa abuso sexual con penetración, delito cuya pena va de 6 a 25 años, de modo que no es excarcelable”. Según la fuente, “la pericia médica indicó la existencia de la relación sexual” y se efectuarán pruebas de ADN para determinar “si el responsable fue Capellán u otra persona”. Otra posibilidad es “que la relación haya tenido lugar con acuerdo del menor, en cuyo caso también habría delito pero con pena de 3 a 6 años, excarcelable”, según la fuente.

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Simón Hoyos, sin defensor y con más testimonios en contra.
 
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