Los vendedores ambulantes de la peatonal Florida volvieron ayer a bloquear el tránsito en el cruce con Corrientes, en reclamo a la norma que prohíbe la venta minorista informal en la principal peatonal de la ciudad. En un ambiente tenso y rodeados de cordones policiales, los manifestantes armaron una “olla popular” entre el mediodía y minutos después de las 16, momento en que decidieron levantar el corte.

“Levantamos la medida de fuerza porque buscamos el diálogo con el Gobierno de la Ciudad y queremos que todo sea en paz”, informó a Página/12 Julio Pereyra, referente de Vendedores Libres. Agregó que dos horas antes de retirarse del lugar llegaron “200 uniformados de la Metropolitana, Infantería y otras 200 personas de civil a intentar sacarlos, ante lo cual los vendedores y sus familias se fueron antes de que alguien saliera lastimado”.

Sin embargo, eso no impidió que los manifestantes desplegaran un cartel que decía “Basta de discriminación y persecución en la vía pública. Dónde está nuestro derecho como trabajador, queremos trabajar dignamente, señor Macri”.

“A siete días del conflicto no hay una solución y los trabajadores del espacio público, con el marco legal vigente que nos permite trabajar, no podemos hacerlo por decisión de Macri”, precisó a este diario Omar Guaraz, del movimiento Vendedores Libres. Agregó que “no hay respuesta política” y que la situación “se transformó en un problema grande, porque los vendedores son personas humildes y no pueden vivir sin este trabajo”.

“Reclamamos ejercer el derecho constitucional amparados por la Ley 1472, artículo 73, que exceptúa de la contravención a los artistas, artesanos y vendedores ambulantes y toda aquella persona que no implica competencia desleal hacia el comercio establecido”, señaló Guaraz.

Por su parte, Macri aludió que “estaría bueno que dejen de cortar la avenida Corrientes y que dejen que la gente circule libremente”, y pidió que “los fiscales y la Policía Federal actúen”. Además, explicó que el propósito del Gobierno de la Ciudad “es defender el espacio público”, para que “nadie pueda apropiarse de él”, y para que “algunos no lo usen para beneficio propio en contra de lo que dice la ley”.

Asimismo, Patricio Di Stéfano, ministro de Espacio Público y Ambiente, afirmó más tarde que “el Gobierno no va a convalidar lo que la ley no permite”.

Informe: Sabrina Améndola.