SOCIEDAD › CONFIRMAN EL CALIBRE .40 PARA LAS MUERTES DE PESQUERA Y GRAFFIGNA

Todas las lupas en el arma

Los peritos determinaron que se utilizó el mismo calibre en las muertes del financista y el empresario buscado por su crimen. La autopsia determinó que Pesquera murió entre 12 y 18 horas antes de que hallaran su cuerpo.

El empresario Alfredo Pesquera, quien el sábado apareció muerto de un disparo en la cabeza, falleció entre 12 y 18 horas antes del hallazgo de su cuerpo en el barrio porteño de Saavedra, según determinaron los peritos. También se pudo determinar que el arma con que se produjo su muerte es del mismo calibre de la que fue utilizada para asesinar al financista Miguel Angel Graffigna, crimen por el que el viernes pasado la Justicia había ordenado la captura de Pesquera. La hipótesis principal por el momento es que Pesquera se suicidó presionado por su persecución y para evitar ser detenido.

De acuerdo con los resultados preliminares de la autopsia realizada el sábado a la noche, el empresario murió de un disparo en la cabeza entre las 22 del viernes y las 4 del sábado, precisaron los voceros de la investigación.

Según las mismas fuentes, si bien se parte de la hipótesis de que él mismo se disparó con una pistola Tanfoglio calibre .40 hallada junto al cadáver, se aguardan para las próximas horas los resultados del análisis de muestras levantadas de sus manos para saber si hay, efectivamente, restos de deflagración de pólvora.

La causa por la muerte de Pesquera quedó a cargo de la fiscal del distrito Núñez-Saavedra, Cristina Caamaño, quien también ordenó una serie de peritajes balísticos sobre la pistola incautada.

A Graffigna le robaron la Glock que había comprado antes de visitar a Pesquera, del mismo calibre .40 con el que apareció muerto en su auto, aunque como no había aparecido la Glock se podía suponer que le dieron muerte con esa misma arma luego de algún forcejeo. Los peritos realizarán un cotejo con una vaina servida incautada en la escena del crimen del financista para determinar si la misma pistola se utilizó en el homicidio primero y luego en el presunto suicidio de Pesquera, dijeron los informantes.

En tanto, los investigadores sumaron más indicios a partir de la declaración de la mujer del empresario que contó que el viernes, apenas se conoció que lo buscaban por el crimen de Graffigna, Pesquera le dijo que se fuera “con el nene” (por el hijo de ambos), porque no quería que lo viera cuando se lo llevaran preso.

Antes de morir, el empresario también intercambió correos electrónicos con el abogado Fernando Burlando –quien lo defendió cuando lo absolvieron en el juicio por la muerte del cantante Rodrigo Bueno– en los que le dijo que no estaba preparado para “otro round”, en alusión a lo que vivió a raíz de ese caso.

“Pensé que se iba a rajar”, dijo el letrado que agregó que al leer ese mensaje no creyó que el empresario se fuera a suicidar.

Pesquera fue hallado muerto el sábado a las 16, en el asiento trasero de su camioneta BMW X6 negra, estacionada en Ramallo al 3300 casi esquina Conde, en Saavedra.

El empresario era buscado desde el viernes, cuando el juez de Instrucción porteño Javier Ríos entendió que había elementos suficientes para acusarlo del crimen de Graffigna, bajo la sospecha de que la víctima le reclamaba una deuda que no podía pagar, y ordenó su captura nacional e internacional.

El magistrado se basó en una investigación de seis meses que llevó adelante la fiscal María Paula Asaro, en la que un GPS, un cabello y la compra de un arma son las principales evidencias.

La investigación se inició el 7 de junio pasado, cuando Graffigna fue asesinado de un tiro en la cara dentro de su Peugeot RCZ estacionado en Fraga al 1300, en el barrio porteño de Villa Ortúzar.

Según lo informado, mediante el GPS del auto de Graffigna se determinó que el entonces domicilio de Pesquera, en la calle Tronador, resultó ser el último lugar donde el financista paró un minuto antes de estacionar a 15 cuadras donde fue asesinado.

Cientos de llamadas, mensajes y correos electrónicos, más documentación hallada en el baúl del auto de la víctima, permitieron a la fiscal Asaro acreditar que Graffigna administraba negocios del empresario y luchador Jorge “Acero” Cali.

De acuerdo con lo recabado por la fiscal, el financista le propuso a Pesquera que aportara dinero para un espectáculo que Cali tenía previsto montar en el Luna Park y de esta manera comenzar a saldar una deuda.

La sospecha es que Pesquera se negó a desembolsar ese dinero y no descartan que, al comunicárselo a Graffigna, se haya tensionado la relación, que cuando se encontraron el 7 de junio el financista fue armado con una Glock .40 –recientemente adquirida por él– y que durante un forcejeo recibió un disparo que lo mató.

Por su parte, Pesquera se hizo conocido cuando lo acusaron de haber provocado el accidente en el que el 24 de junio de 2000 el cuartetero Rodrigo y el actor Fernando Olmedo –hijo del fallecido humorista Alberto Olmedo–, murieron tras una vuelco en la autopista Buenos Aires-La Plata.

En el juicio oral de 2001, Pesquera finalmente fue absuelto por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Quilmes, al entender que una mala maniobra de Rodrigo fue la que ocasionó el accidente.

Luego, en febrero de 2007, el empresario volvió a ser noticia, aunque esta vez porque fue condenado por la Justicia de La Plata a un año y cuatro meses de prisión por “estafas reiteradas”.

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Pesquera intercambió mails en los que dijo “no soportaré otro round”.
Imagen: Télam
 
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