SOCIEDAD

Una nueva droga inhibe la entrada del virus del sida en las células

En Estados Unidos se presentaron resultados positivos en humanos de los llamados “inhibidores de entrada”. La novedad se agrega a un nuevo proyecto de vacuna contra el sida.

 Por Pedro Lipcovich

Un nuevo proyecto de vacuna contra el sida se ensaya sobre seres humanos; además, se anuncia una tercera y quizás una cuarta generación de drogas para los cócteles antivirales: así, el match entre la ciencia y el VIH muestra un ligero predominio de la ciencia, pero todavía se mantiene el empate. Es que los nuevos fármacos aún están en experimentación, y mientras tanto el VIH apela a su arma predilecta, el contraataque: el 10 por ciento de los pacientes norteamericanos ya presentan resistencias contra los cócteles de drogas. Tales son las conclusiones de la última reunión internacional sobre el tema, que se efectuó la semana pasada en Seattle. Por lo demás, este cauteloso optimismo sólo vale para los países desarrollados, ya que, en los que no tienen pleno acceso a la medicación, la epidemia crece geométricamente. En la Argentina, análisis clínicos necesarios para los tratamientos están paralizados porque el laboratorio de la UBA que los efectúa no puede comprar los insumos a causa de la suba del dólar (ver aparte).
El problema que ha de resolver toda vacuna es: ¿cómo generar inmunidad sin enfermar? En el caso del sida, la cuestión se agudiza porque la variabilidad del VIH haría peligrosa toda vacuna con virus “atenuados”. Un alternativa posible es utilizar un “vector”: infectar al sujeto con un virus de otra especie, al cual, por ingeniería genética, se le hayan incorporado características del VIH. En la Novena Conferencia Anual de Retrovirus y Enfermedades Oportunistas, que tuvo lugar en Seattle, se ofrecieron los primeros resultados sobre seres humanos de una vacuna a base de “adenovirus”, al que se había incorporado material genético del VIH.
Los ensayos –presentados por el equipo dirigido por Emilio Emini, del Vaccine Research Team de West Point– se efectuaron en pequeños grupos de personas, algunos infectados y otros libres del VIH. En ambos se registró un aumento de la respuesta inmunitaria. Las pruebas son todavía preliminares y deben continuarse en grupos mayores. Además, la vacuna está adaptada al tipo de virus que predomina en Estados Unidos, el B, y no a los tipos que prevalecen en Asia y Africa, donde la epidemia es más explosiva.
Además de las vacunas, se presentaron los primeros resultados positivos sobre seres humanos de un nuevo tipo de medicamentos llamados “inhibidores de entrada”: la entrada que inhiben es la del VIH en las células, y su acción se basa en que el virus no atraviesa simplemente la membrana celular sino que se fija en determinados lugares como una llave a la cerradura. Estos receptores en la célula tienen nombre: CD4 y CCR5.
La presencia de estos receptores, por supuesto, está determinada genéticamente. Hay una anomalía genética que afecta al CCR5 y resulta beneficiosa al hacer que la persona sea menos susceptible a la infección por VIH. Un trabajo presentado en Seattle examinó a 2605 mujeres de distintos orígenes étnicos: el gen mutado es más frecuente en las mujeres blancas y “esta diferencia genética en la susceptibilidad contribuye a explicar la rápida expansión heterosexual del VIH en Africa y Asia”, según el equipo de las universidades de Nueva York, John Hopkins y otras encabezadas por S. Philpott.
Robert Shooley, de la Universidad de Colorado, anunció el éxito en pruebas de laboratorio para fármacos que funcionan como “inhibidores de entrada” sobre esos receptores celulares del VIH; se prevén próximos ensayos sobre seres humanos. En caso de tener éxito, se constituirían en una tercera, o quizá cuarta, generación de medicamentos antivirales.
Las dos primeras generaciones constituyen los actuales cócteles de fármacos, que funcionan atacando dos de las tres enzimas vitales del virus. También en Seattle, el equipo de la Universidad de Tokio dirigido por Tamio Fujiwara presentó un “inhibidor de la integrasa”, que ataca a la tercera de esas enzimas. La incorporación de nuevos medicamentos se hace especialmente necesaria dado que, tal como se confirmó en la conferencia, en Estados Unidos el 10 por ciento de los pacientes han desarrollado resistencia a alguno de los fármacos en uso.
En la Conferencia también se anunció un descubrimiento sobre la prehistoria del VIH: uno de los virus de los que proviene fue localizado entre los monos de nariz blanca de Camerún, desde los cuales se habría transmitido a los chimpancés, de donde pasó a los humanos. Se admite que el virus del sida llegó a la humanidad por transmisión desde dos especies de monos: el chimpancé y el mangabey.

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