En España, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quedó a cargo de un comité especial de expertos para gestionar la crisis del Ebola, al tiempo que el gobierno modificó los protocolos internacionales que aplicaba para afrontar la crisis, y desde ayer rebajó de 38,6 a 37,7 el umbral de fiebre a partir del cual interviene el dispositivo de alertas y cuidados en el sistema de salud. Desde el Hospital Carlos III, al que acudió de sorpresa para conocer el estado de la única persona contagiada en suelo europeo, la enfermera Teresa Romero, el presidente Mariano Rajoy aseguró: “La situación no es normal, es difícil, pero se van a poner todos los medios necesarios para que se pueda superar”. Para subrayar en su mensaje de tranquilidad, Rajoy recordó que “tanto la Comisión Europea como la Organización Mundial de la Salud dicen que el riesgo de contagio es muy bajo”. La enfermera Romero ayer continuaba en estado “grave pero estable”, el mismo en que quedó sumida luego de sufrir un fallo respiratorio.

La enfermera Romero, cuyo contagio se conoció hace seis días, comenzará a ser tratada con otro suero experimental, llamado “Zmapp” y llevado a España desde Bélgica, luego de que fallara el tratamiento con el suero autoinmune de una religiosa contagiada por el virus pero que superó la enfermedad.

La gestión de la crisis quedó a cargo de un comité especial presidido por la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, e integrado por un grupo científico asesor, responsables de distintos ministerios, entre ellos Sanidad, Exteriores, Defensa e Interior, representantes de la Secretaría de Estado de investigación, la Consejería de Sanidad de Madrid y el Hospital Carlos III, de Madrid, donde está internada Romero. El órgano se reunirá al menos una vez por día para hacer seguimiento de las novedades y posibles alertas.

“Ahora asumimos una tarea, que es trabajar para cuidar lo mejor posible a Teresa Romero y a todos los demás ciudadanos”, dijo Sáenz de Santamaría en conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros que acordó la creación del comité especial para el Ebola. La ministra de Sanidad, Ana Mato, explicó en una reunión con los partidos representados en el Parlamento que el ministerio va a “reforzar” los protocolos para que todo el personal profesional que está en contacto con pacientes con Ebola sean considerados casos de riesgo y, por lo tanto, resulten sometidos a un seguimiento más activo. Por este cambio de criterio, las personas que cumplan los requisitos serán localizadas y controladas de manera exhaustiva para averiguar si desarrollan o no el virus.